Iglesia de Santa María do Campo, en Muros. Parte 2: Interior (Nave y Capilla Mayor). Provincia de A Coruña.
Visitamos
la villa de Muros, en la margen norte de la Ría de Muros e Noia. Uno
de sus principales atractivos es la Iglesia de Santa María do Campo.
Es iglesia y es museo. Como
en su interior hay mucho que ver, dividiremos la visita en varios
capítulos. Hoy, un poco de historia, la nave de la iglesia, sus
cinco tramos, cuatro arcos apuntados, la
pila de agua bendita, columnas,
capiteles, la vidriera del rosetón de la fachada principal. La
Capilla Mayor, su bóveda de crucería, sarcófago, vidrieras,
imágenes, relieves.
Y además, el Vía Crucis.
En
sucesivos capítulos veremos las seis capillas laterales y las salas
dedicadas a la exposición de obras de arte sacro, además del coro,
espacio dedicado también a exposición.
Nave
de la iglesia.
La serpiente de la pila de agua bendita, pieza única, asoma la
cabeza.
Coordenadas
de situación de Muros en Galicia. Amplíe el mapa y llegará a la
Iglesia de Santa María do Campo: 42.773707, -9.056702
Al
entrar en la iglesia, vista de la nave, desde el centro.
Nota:
Los textos que figuran en cursiva han sido extraídos del
detallado folleto informativo que se facilita al visitante, además
de los numerosos y detallados paneles informativos que jalonan las
distintas capillas, imágenes y retablos que hay en la iglesia.
Nave.
Es
de cinco tramos, divididos por cuatro arcos apuntados, con una gran
luz -abertura- y apoyados sobre columnas de fuste corto. Esto crea la
sensación de quilla de barco invertida tan característica. Las
columnas incluyen distintos motivos, geométricos, vegetales o
historiados. Destaca un San Francisco entre lobos. A ambos lados se
abren capillas de distintas épocas mediante arcos apuntados y
comunicadas entre sí por arcos abiertos en el siglo XVIII.
Giramos
la vista un poco a nuestra derecha y vemos la pila de agua bendita.
Pila
del agua bendita.
Un
elemento muy característico de la iglesia es su pila del agua
bendita, cuyo simbolismo la hace muy singular. En su interior se
enrosca una serpiente, representación del pecado, que queda dominada
por el agua bendita. Toda una alegoría del triunfo del bien sobre el
mal.
Un
poco de historia:
Una
Colegiata para Muros.
Esta
iglesia, cuyo interior recuerda a la quilla de un barco invertida, es
símbolo, en muchos detalles, de la espiritualidad de un pueblo
ligado al mar.
En
1500, el Papa Alejandro VI concede a la parroquia de Muros la
dignidad de Colegiata, con derecho a prior y diez canónigos. Esta
iniciativa, apoyada por el Arzobispado y por la Corona, da muestra de
la importancia de Muros y su puerto en la época. Por entonces, la
Colegiata se asentó sobre la antigua iglesia de San Pedro pero muy
pronto comenzaron las obras en Santa María para convertir la vieja
iglesia románica en un templo a la altura de tal honor. Esta
dignidad de Colegiata se mantuvo hasta 1840.
Siglos
de devoción y construcción.
La
primitiva iglesia es del siglo XIII. Sobre ésta se construyó la
actual. Una inscripción en la portada lateral, hoy
incompleta, nos recuerda que el “Arcibispo Don Lopo (de Mendoza) a
mandou facer” y que “o Concelo de Muro acabou”, en 1400. A
partir del siglo XV, sucesivas obras ampliarán el templo. Al
convertirse en Colegiata contaba con la nave actual y las capillas
Mayor y del Sagrado Corazón. En los siglos siguientes se añaden el
resto de capillas laterales, se comunican todas ellas entre sí, se
añaden el baptisterio y el coro y se erige el campanario.
Ahora
rescatamos esta ilustración
que hay en un panel en el coro, justo
sobre nuestras cabezas.
Texto
que se acompaña
a la ilustración:
Levanta
la vista y mira donde estás.
Estás
en Muros, en la costa, muy cerca del puerto, y en el interior de un
barco invertido.
El
poco apuntamiento de los arcos, la escasez de luz y la cubierta de
madera dan el aspecto de quilla de barco a las iglesias de este
gótico, típico de la costa gallega.
Plano
de la iglesia, tomado de un panel informativo situado, también, en
el coro.
Desde
aquí vemos a la izquierda la entrada a la iglesia y las columnas
que sostienen el coro. El
coro alberga una parte de la colección de arte sacro que se expone
también en otras dos estancias de la iglesia (la colección la
veremos en próximos capítulos).
En
esta parte de la iglesia en la que nos encontramos se halla expuesto
el Vía Crucis, 14 estaciones, 14 cuadros, obra de la artista de
Muros Montse París, asimismo
responsable del proyecto Muros
Auga e Sal
(http://murosaugaesal.com/).
La
puerta es la de subida al coro y a la torre.
Primera
Estación. Jesús es condenado a muerte.
Segunda
Estación. Jesús carga la cruz.
Tercera
Estación. Jesús cae por primera vez.
Cuarta
Estación. Jesús encuentra a su madre María.
Quinta
Estación. Simón el Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz.
Sexta
Estación. Verónica limpia el rostro de Jesús.
Séptima
Estación. Jesús cae por segunda vez.
Octava
Estación. Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.
Novena
Estación. Jesús cae por tercera vez.
Décima
Estación. Jesús es despojado de sus vestiduras.
Undécima
Estación. Jesús es clavado en la cruz.
Duodécima
Estación. Jesús muere en la cruz.
Decimotercera
Estación. Jesús es descendido de la cruz y puesto en brazos de
María, su madre.
Decimocuarta
Estación. Jesús es sepultado.
Ahora
vamos a ver el lado derecho de la nave, mirando desde la entrada.
Primera
columna, al lado del confesionario.
Confesionario.
Vidriera
de
la ventana que hay sobre el confesionario, entre la primera y la
segunda columna del muro sur de la iglesia. Reproduce una frase que
hemos podido leer algo más arriba: La
primitiva iglesia es del siglo XIII. Sobre ésta se construyó la
actual. Una inscripción en la portada lateral, hoy
incompleta, nos recuerda que el “Arcibispo Don Lopo (de Mendoza) a
mandou facer” y que “o Concelo de Muro acabou”, en 1400.
Segunda
y tercera columnas desde el lado de enfrente. Entre
ambas, el arco de entrada a la Capilla
de San
Antonio (las capillas de la iglesia tienen un tratamiento aparte, las
veremos en el siguiente capítulo).
Segunda
columna.
Tercera
columna.
Cuarta
columna. Virgen del Pilar.
Nave,
el sol se filtra por la vidriera que
hay sobre
la Capilla Mayor. Capillas de San Antonio y del Rosario desde el lado
de enfrente.
Vidriera
sobre la Capilla Mayor.
Desde
debajo del arco de acceso a la Capilla de San
Antonio.
Mirando hacia la entrada
y coro.
Vidriera
del rosetón
de
la fachada
principal.
Nave,
lado izquierdo.
Primera
columna del muro norte.
Vista
de la puerta lateral. Se
trata de la puerta que veíamos en el exterior con la inscripción a
la que hemos hecho referencia más arriba, al referirnos a la
vidriera que hay en el muro sur, enfrente.
Pilar
situado entre las capillas de la Inmaculada y del Santo Cristo. Como
hemos visto antes, el
sol se filtra a través del rosetón que está sobre la Capilla
Mayor. El capitel que mira hacia la nave tiene un gran interés,
destaca
entre los distintos motivos que se pueden ver en las columnas,
geométricos, vegetales o historiados.
Se
trata de la representación de San
Francisco entre lobos.
San
Francisco entre lobos.
Capilla
Mayor.
Situada
en el ábside, tiene bóveda de crucería, que nace de una clave con
florón y acaba en ménsulas. Conserva un sarcófago en el lado de la
Epístola (derecha, desde la ubicación de los fieles). Da acceso a
la Sacristía y a una de las salas de exposición permanente.
Bóveda.
A
la derecha, acceso
a una
de las salas que alberga la exposición de arte sacro
del museo y, a
la izquierda, el
sarcófago.
Arco triunfal y columna de la derecha (desde los fieles).
Capiteles
de la columna de la derecha, que
sostiene el arco triunfal.
Sarcófago.
Sepulcro
de Lorenzo Afonso, arquitecto de esta iglesia. La inscripción dice:
“Aqui iaz Lourenço Afonso iuado iurado de Muro. MCCCCXI”.
Vidriera
de
este muro sur de la Capilla Mayor.
Testero
o muro este de la Capilla Mayor. Vidriera y Sagrario, en el centro.
Desde
aquí miramos a nuestra derecha.
Pentecostés.
Relieve en madera policromada.
Procede
de la antigua Capilla del Espíritu Santo (actual Capilla de la
Inmaculada), fundada por el Gremio de Mareantes, junto con su
sacristía que fue capilla de las Reliquias y, más recientemente,
baptisterio. Representa la venida del Espíritu Santo sobre
los Apóstoles en medio de los cuales destaca la figura de la Virgen
María. El medio cuerpo de Dios Padre que corona el conjunto en la
actualidad no pertenece a la obra original.
En
la parte izquierda,
desde los fieles, de este muro este o testero:
Santa
María del Campo. Talla en madera policromada. Siglo XVII.
La
imagen manierista de Santa María del Campo presidía el antiguo
retablo mayor construido en el siglo XVII en la Iglesia Colegial. Son
pocos los vestigios que quedan de él en la actualidad, pero diversas
descripciones aportadas por documentación antigua lo reconocen como
una obra de mérito. Los cuatro relieves que rodean esta imagen de la
Virgen (la Adoración de los pastores, la Adoración de los Magos, la
Presentación en el templo y el Niño Jesús entre los Doctores)
junto con las reliquias que pueden contemplarse en el retablo
lateral son el único testimonio que nos queda de aquella gran obra
escultórica.
Los
cuatro relieves.
Vidriera
del
muro
norte.
Vista
de la nave y los arcos de las capillas de la izquierda desde la
Capilla Mayor.
Capiteles
de la columna de la derecha, arco
triunfal.
Vista
de cuatro
de los cinco tramos de
la nave y los arcos de las capillas de la derecha desde la Capilla
Mayor.
En
el siguiente capítulo veremos las seis capillas de la iglesia.
Continuará.
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