Visitamos
la villa de Muros, en la margen norte de la Ría de Muros e Noia. Uno
de sus principales atractivos es la Iglesia de Santa María do Campo.
Es iglesia y es museo. Hoy
continuamos
el recorrido por la
sala
que
hay al
lado de la Capilla Mayor (por
donde comenzamos en
el capítulo anterior),
que,
con el
antiguo Baptisterio y el Coro
constituyen
las tres partes de la iglesia en la que se aloja la colección de
arte sacro, en exposición permanente.
Leemos
en el folleto informativo que se facilita al visitante a la iglesia:
El visitante podrá contemplar valiosas piezas de orfebrería,
ornamentos litúrgicos e imaginería. Destaca, en su catálogo, una
imagen pétrea policromada de Santa Ana triple (siglos XIV-XV),
procedente de la primitiva iglesia parroquial.
Click Aquí para ver todos los capítulos sobre Santa María do Campo.
Ramos
de la Virgen del Carmen. Plata. Finales S. XVIII.
Pez
(de la imagen de San Rafael). Plata. Finales S. XIX.
Coordenadas
de situación de Muros en Galicia. Amplíe el mapa y llegará a la
Iglesia de Santa María do Campo: 42.773707, -9.056702
Nota:
Los textos que figuran en cursiva pertenecen a los paneles
informativos que acompañan a cada pieza de la colección así como
los que explican el contenido general de cada vitrina.
...Y
aquí lo habíamos dejado:
Desde
el punto donde está colocada la vitrina de la Virgen de la O nos
volvemos y vemos las dos grandes vitrinas del centro de la sala y al
fondo la primera vitrina que ya hemos visto antes. Vamos a seguir las
flechas. Ahora veremos la parte derecha de la vitrina de la
izquierda.
A
continuación las piezas de esta vitrina que están situadas
en primer término. Son seis piezas.
Caja
llave del sagrario. Plata. 1904.
Cruz.
Filigrana de plata. Siglo XVIII.
Anillos
(Virgen de la O). Oro, plata e incrustaciones. S. XVIII y XIX.
Reliquia
(de la imagen de la Virgen de la O). Plata. S. XVIII.
Cruz
de Malta (imagen de la Virgen de la O). Filigrana de oro y esmaltes.
S. XVIII.
Colgante
“sapo” (de la imagen de la Virgen del Carmen). Oro. S. XIX.
Ahora
la segunda parte de este lado de la primera de las dos grandes
vitrinas del centro de la sala. Son
cuatro piezas.
Cruz
(de guión). Plata. S. XVIII.
Medallón
(guión del Santísimo). Plata y plata dorada. S. XIX.
Palmatoria.
Plata. S. XIX.
Medallón
(guión Sagrado Corazón). Plata. Finales S. XIX.
Una
vez concluida la primera vitrina del centro de la sala seguimos la
dirección de las flecha para dirigirnos a la segunda de ellas.
Esta
segunda vitrina también tiene un panel informativo sobre los
contenidos de la misma, en primer término.
Atributos
de imágenes.
Las
diferentes representaciones de Cristo, la Virgen o los santos poseen
un simbolismo propio y particular. Al referirnos a los atributos de
las imágenes aludimos, fundamentalmente, a la pintura y escultura
elaborada en la Edad Media occidental que tenía como objetivo
hacerse accesible al pueblo iletrado. De este modo, a través de los
símbolos, las imágenes transmitían una historia: la de la vida de
aquellos a quien representan (como es el caso del sombrero y báculo
de peregrino de San Roque) o la de su martirio (en el caso de los
ojos de Santa Lucía). En este sentido, las vestiduras o alguna de
las virtudes por las que destacó durante su vida (como la pureza
reflejada en las azucenas), tienen su manifestación en el arte. En
el caso de la Virgen María o de Jesucristo, esta iconografía tiene
su materialización en las diferentes advocaciones.
Coronas.
Las
coronas, en las diferentes formas que pueden adquirir, ponen de
manifiesto la realeza de Jesús y la Virgen María. La aureola de
doce estrellas, al igual que la diadema, es propia también de las
representaciones marianas. Las potencias simbolizan la divinidad de
Cristo y reflejan las del alma: entendimiento, voluntad y memoria.
Los santos y santas no suelen llevar coronas salvo en aquellos casos
en que desempeñaron el cargo de monarcas durante sus vidas y, salvo
estas excepciones, aparecen generalmente coronados por una aureola.
Iniciamos
el recorrido circular alrededor de esta segunda vitrina del centro de
la sala por este lado. Estas son las próximas cuatro piezas que
vamos a ver, las que están en primer término.
Pez
(de la imagen de San Rafael). Plata. Finales S. XIX.
Cruz
del Niño Jesús (de la imagen de San José). Plata. Finales del S.
XIX.
Caña
del Ecce Homo. Plata y plata dorada. S. XIX.
Ojos
de Santa Lucía. Plata. S. XVIII.
Y
continuando con esta otra parte de la vitrina, por este lado. Tenemos
otras cuatro piezas.
Corona
del Niño Jesús (de la imagen del Perpetuo Socorro). Plata dorada.
Primera mitad del S. XX.
Potencias
Niño Jesús (imagen de San José). Plata. Finales del S. XIX.
Aureola
del Sagrado Corazón. Plata. Finales del S. XIX.
Aureola
de San José. Plata. Finales del S. XIX.
Antes
de dar la vuelta para ver el otro lado de la vitrina del centro nos
fijamos en esta otra vitrina. A la derecha de la imagen podemos ver
el libro donde los visitantes del museo dejan su impresión, unas
breves palabras y su firma.
Cruz
Parroquial. Plata. Ricardo Martínez Costoya. S. XIX.
La
cruz parroquial es la insignia que representa la parroquia. Hasta el
Concilio Vaticano II se conoce con el nombre de “manguilla” y las
primeras noticias que se tienen de ella se remontan al siglo XVI.
Actualmente aparece situada en las iglesias en un lugar preferente en
torno al altar. Se trata de un crucifjo, generalmente de orfebrería,
situado sobre un mástil que preside las procesiones flanqueado por
dos ciriales. La parroquia de Muros, que posee dos, reserva la que
aquí puede verse para las celebraciones solemnes.
Nos
damos la vuelta y vemos que las flechas pintadas en el
suelo de la sala nos conducen hacia la puerta de salida. Pero antes
aún nos queda mucho que ver. A la izquierda, la parte de la segunda
vitrina del centro y a la derecha otra gran vitrina que cubre toda la
pared de este lado de la sala. Continuamos con la vitrina del centro.
En
esta parte de la vitrina hay tres piezas.
Diadema
de la Virgen de los Dolores. Plata dorada. Finales del S. XVIII.
Corona
de la Virgen del Rosario. Plata y plata dorada. S. XVIII.
Aureola
de la Inmaculada. Plata dorada, oro e incrustaciones. 1904. “Las
hijas de María a su excelsa Madre en su año jubilar Muros Diciembre
1904”.
Y
aquí la siguiente parte de la segunda vitrina del centro de la sala.
Hay aquí expuestas cuatro piezas.
Sombrero
y báculo de peregrino de San Roque. Plata. S. XIX.
Rosario
(Virgen del Rosario). Filigrana de plata. S. XVIII.
Azucena
(San José). Filigrana de plata. Finales S. XIX,
Ramos
de la Virgen del Carmen. Plata. Finales S. XVIII.
Y
ahora seguimos con la vitrina que ocupa toda la pared de esta
parte de la sala.
Hay
un panel
informativo titulado Corpus
Christi.
Corpus
Christi.
La
liturgia cristiana ha realzado con gran solemnidad a lo largo de los
siglos la fiesta del Corpus Christi. Este hecho tiene su reflejo
material en las vestiduras sacerdotales y ornamentos sagrados con que
revestían los templos en un día tan señalado. Corpus Christi es la
fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo
en la Eucaristía, instituida en la última cena, el día de Jueves
Santo: “tomad y comed (…) esto es mi Cuerpo, bebed todos de Él
porque esta es mi Sangre...”.
Las
vestiduras que aquí se muestran pertenecen a un terno completo
compuesto de: casulla y capa pluvial (vestiduras propias del
presbítero), dos dalmáticas (propias del diácono), paño humeral,
paño de atril, frontal del altar y palio del Santísimo. La custodia
que porta la Sagrada Forma es llevada por el sacerdote bajo palio en
la procesión.
Un panel identifica cada una de las piezas expuestas en la vitrina.
Transcripción:
Casulla
(1), Dalmática (2), Capa pluvial, reverso (3), Manípulos (4), Paño
de hombros (5), Velo de cáliz (6). Lamé de plata brocado. Siglo
XVIII.
Custodia
(7). Filigrana de plata dorada. Siglo XIX.
Velo
de copón (8). Seda bordada en hilo de oro y sedas. Segunda mitad del
siglo XIX.
Casulla
(1). Lamé de plata brocado. Siglo XVIII.
Dalmática
(2). Lamé de plata brocado. Siglo XVIII.
Capa
pluvial, reverso (3). Lamé de plata brocado. Siglo XVIII.
Manípulos
(4) y Velo de cáliz (6), Lamé de plata
brocado. Siglo XVIII. Velo de copón (8), Seda bordada
en hilo de oro y sedas. Segunda mitad del siglo XIX.
Custodia
(7). Filigrana de plata dorada. Siglo XIX. Paño de hombros
(5), Lamé de plata brocado. Siglo XVIII.
Aquí
concluye
nuestro recorrido por esta sala del
museo, la primera de las tres que albergan la colección de arte
sacro de Santa María do Campo. En el siguiente capítulo se pueden
ver las obras expuestas en la sala que era el antiguo baptisterio. Click Aquí.
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