Estamos
en el municipio de Bande, al sur de la provincia de Ourense.
Visitamos este importante monumento, de arquitectura visigoda, cuya
construcción tuvo lugar a finales del siglo VII. Desde el siglo IX
ya era monasterio dúplice pasando a finales del siglo X a depender
del de Celanova, y pasando más tarde a ser priorato. Aquí
descansaron durante siglos los restos de San Torcuato, Obispo de
Guadix, hasta que fueron trasladados en 1601 al altar mayor de la
iglesia del Monasterio de Celanova donde hoy reposan.
La
iglesia tiene planta de cruz griega, con añadidos posteriores como
la sacristía, del siglo XVII, y otros, hoy desaparecidos. Destacamos
el pórtico, con tres arcos distintos, un escudo, una inscripción.
En el interior, naves que se cruzan, bóvedas de cañón y de arista
en el crucero, un ara romana, un sepulcro. El arco triunfal, de
herradura, elemento característico del templo, da paso al ábside.
Dos pares de columnas de mármol, capiteles, preciosa imposta, bóveda
de cañón. Y las pinturas murales: la
Santísima Trinidad, en la
bóveda, con los
Evangelistas, la
representación
de la Anunciación y un cielo
cubierto de estrellas con el sol y con la luna. Y la celosía
de mármol con arquitos. Y...
Coordenadas
de situación de Bande en Galicia. Amplíe el mapa y llegará a Santa
Comba de Bande: 41.973137, -8.002193
Click Aquí para ver nuestras visitas al municipio de Bande.
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Nota:
Los textos que siguen a continuación y que figuran
en cursiva, referidos
a la historia del monumento, han
sido extraídos del libro titulado Monasterios de Galicia, pags. 274
a 281, de Editorial Everest, 1983, del erudito pontevedrés D.
Hipólito de Sá Bravo.
Llamada
durante algún tiempo también de San Torcuato, por haber conservado,
hasta los primeros años del siglo XVII, el cuerpo del Santo, que en
el año 1601 fue colocado en una urna de plata en el altar mayor de
la iglesia del Monasterio de Celanova.
El
sepulcro de mármol donde estuvo durante varios años el cuerpo de
San Torcuato, traído desde Guadix, donde fue obispo el Santo, aún
se puede ver en la iglesia de Santa Comba. Curiosa práctica la de
los devotos que allí acuden, para rasparlo y conseguir algunos
polvos del mármol del sepulcro, que emplean como talismán milagroso
para curar ciertas enfermedades de la vista.
Al
fondo, la Serra do Xurés (https://es.wikipedia.org/wiki/Baixa_Limia-Serra_do_Xur%C3%A9s).
En la parte inferior asoma el cercano Embalse de As Conchas. Aquí
se encuentra, a escasos 2 kilómetros de Santa Comba, el yacimiento
arqueológico Aquis Querquennis, de época romana (Click Aquí para ver nuestra visita al yacimiento).
La
iglesia de Santa Comba es la joya artística de mayor importancia
arqueológica de la tierra regada por el Limia y sus afluentes. Fue
estudiada repetidas veces por estar considerada como una de las más
importantes de Galicia, atendida su antigüedad y su traza
visigótica.
Es
el recuerdo de una fundación monacal, cuyos primeros orígenes se
desconocen, pues una referencia histórica completa nos da como
existente la iglesia de Santa Comba de Bande ya en el siglo VII, y
sin embargo es en el siglo IX cuando se menciona como templo de un
Monasterio dúplice y de carácter patrimonial fundado por Odoino,
primo del noble caballero Odario, que ayudó al rey Alfonso III en la
conquista y apaciguamiento de la región gallega.
López
Ferreiro publicó un importante documento en el cual se
refieren las incidencias por las que pasó el Monasterio de Santa
Comba de Bande, en la primera mitad del siglo X, y además se dan
noticias que ayudan a conocer su mucha antigüedad. En él se dice
que el rey Alfonso III había donado al caballero Odario grandes
extensiones de terreno para que las poblase, construyendo en ellas
castillos y dividiéndolas entre sus habitantes. Allí se mencionan
diversas tierras, villas, posesiones y dos iglesias, una dedicada a
Santa María y otra a Santa Columba.
A
su muerte dejó todo esto a su hijo Veremundo, que vivía en la
iglesia del Apóstol Santiago, bajo la tutela del obispo iriense.
Aconteció que enfermó gravemente Veremundo y el obispo, al parecer,
forzó al enfermo para que donase al obispo iriense la iglesia y la
casa de Santa Columba de Bande. Sanó Veremundo y reclamó la iglesia
y casa, por considerar que había sido violentado para que hiciese la
donación.
Presentó
sus quejas en un concilio, que se celebró en Lugo, en el año 922, y
la resolución fue que el obispo Gundesindo devolvería la iglesia y
el Monasterio de Santa Columba, donde él había establecido ya una
Comunidad de hermanos, que bien pudieran ser monjes y simples
auxiliares de la Sede Episcopal, unidos y sometidos a la observancia
regular bajo la autoridad de un abad.
Por
lo dicho se ve que la vida monacal en Santa Comba de Bande existía
ya en los primeros años del siglo X, aunque no sería aventurado el
suponer que hubiese existido anteriormente, por el hecho de que allí
fue sepultado San Torcuato, agrupándose en la casa, inicial
Monasterio, en donde siguieron viviendo los que atendían al culto de
la iglesia inmediata, desde entonces también dedicada a San
Torcuato, en honor del Santo obispo cuyo cuerpo estaba allí
sepultado.
En
el año 982 el Monasterio de Santa Comba quedó unido y
dependiente del de Celanova, no tardando en figurar como uno de
tantos pequeños Monasterios que se fueron uniendo al gran cenobio
fundado por San Rosendo. Más tarde perdió su carácter de
Abadía, fundándose allí un Priorato, con lo que se aprovechó la
ocasión para trasladar, en los primeros años del siglo XVII, las
reliquias de San Torcuato desde la iglesia de Bande a la iglesia de
Celanova, en la que se conservan con las de San Rosendo, depositadas
en sendas urnas de plata que están colocadas en el retablo del altar
mayor.
Con
todo, aunque las reliquias fueron trasladadas a Celanova, sin embargo
sigue pujante la devoción a San Torcuato en la comarca de Bande.
Continuamos
caminando por la parte exterior del muro que rodea el recinto de la
iglesia. Los siguientes textos que iremos leyendo a partir de ahora,
también en cursiva, han sido extraídos del trabajo titulado
Igrexas dos mosteiros e conventos de Galicia. Descrición
gráfica das declaradas monumento. Fue realizado por el
Departamento de Representación e Teoría Arquitectónicas de la
Universidade da Coruña, auspiciado por la Consellería de Cultura e
Turismo de la Xunta de Galicia, a través de la Dirección Xeral do
Patrimonio Cultural.
Se
trata de un extraordinario esfuerzo realizado por un numeroso equipo
de profesores y alumnos, bajo la dirección de los profesores D. José
Antonio Franco Taboada y D. Santiago B. Tarrío Carrodeguas. La parte
del trabajo referida a Santa Comba de Bande figura en las páginas
185 a 191. La traducción de los textos, originalmente en lengua
gallega, ha sido realizada por el humilde redactor de este blog.
Para
Ángel del Castillo se trata de la iglesia más antigua de Galicia
después de la de San Pedro de Rocas y, por su trazado y por la
estructura arquitectónica, la atribuye a siglo VII, considerándola,
como gran parte de la crítica “uno de los monumentos visigóticos
de tipo bizantino más interesantes de nuestra Península”.
La
iglesia es de planta de cruz griega, con los brazos sensiblemente
iguales. En su lado oeste tiene un pórtico de entrada y en el este
está la cabecera, de forma rectangular. En la esquina nordeste tiene
pegada una habitación de planta cuadrangular sin interés aparente,
que pudo ser en su día una capilla de construcción posterior a la
de la iglesia. En las paredes exteriores aparecen restos que denotan
la posible existencia de otras dependencias hoy desaparecidas, de las
que también se describieron restos de sus cimentaciones.
Según
Ferrant y Gómez Moreno, las estancias hoy desaparecidas completarían
los lados de la planta formando un rectángulo del que sólo
sobresaldría el ábside. Aún así, estos restos parecen
relativamente recientes, por lo que no sería desatinado suponer que
en la Edad Media el primitivo monasterio fuese una construcción
mayor realizada con materiales de menor calidad, incluso de madera,
lo que explicaría su posterior desaparición.
Ventana
del ábside con celosía.
Ventana
de la habitación de la esquina nordeste mencionada por los autores.
La estancia, sacristía, se añadió en el siglo XVII.
Puerta
situada en la parte sur, en el lado de la nave más próxima al
ábside.
Continuamos
rodeando la iglesia por su parte sur ya llegando al pórtico de
entrada.
El
pórtico de entrada constituye el actual acceso a la iglesia. Es de
planta casi cuadrada. Se conservan dos de sus huecos primitivos,
coronados por tres arcos diferentes.
El
occidental es ligeramente apuntado,…
...el
situado al norte es de medio punto, con un gran contrafuerte exterior
situado contra la iglesia.
El
del sur es rebajado, casi carpanel. Actualmente se encuentra tapiado
y su arranque desde el este aparece encajado en la fábrica de la
iglesia.
Encima
de este arco se encuentra, separado por una moldura horizontal, un
escudo con las armas de los Araújo. Tiene forma oval, con una banda
diagonal en que aparecen el sol, la luna y tres estrellas rodeada por
tres flores de lis, dos palomas en la parte superior y un castillo en
la inferior. Sobre el escudo, grabada en la pared, aparece una
inscripción que dice:
ESTA
CAPILLA FUNDO Y DOTO GASPAR
RODRIGUEZ
DE ARAUJO ABBAD DE SANTA COMBA ANO
La
capilla a la que daría acceso esta portada desapareció, aunque en
su exterior se aprecian sus restos. En el muro oeste del lateral
derecho del crucero aparece en el exterior un nicho semicircular,
ligeramente peraltado y con una moldura perimetral, que debió
pertenecer a la capilla. También en el exterior del muro sur de la
nave de entrada aparece una moldura en forma de L con tres ménsulas,
elementos en los que seguramente se apoyaba la cubierta de la
capilla.
Esta
capilla se construyó en el siglo XVII.
La
fachada occidental de la iglesia queda oculta por el pórtico de
entrada Su elemento principal es la portada de entrada, sobreelevada
tres alturas con respecto al interior. Está compuesta por un arco de
medio punto moldurado y dos pilastras laterales estriadas coronadas
por capiteles con un pináculo terminado en una semiesfera en
relieve. También esta portada de construyó en el siglo XVII.
La
fachada remata sobre el pórtico con una espadaña de
dos huecos en arco de medio punto bajo un frontón triangular con un
tercer hueco, rematado por una cruz. La espadaña se añadió en
el siglo XIX, así como el contrafuerte que está al lado del arco
norte del pórtico, como hemos visto. El contrafuerte se construyó
para ayudar a soportar el peso de la espadaña.
Antes
de pasar al interior nos fijamos en esta tercera puerta de acceso.
Tiene una inscripción en el dintel.
La
puerta está situada en el lado occidental de la parte norte del
crucero, en la parte inferior izquierda de la imagen. Es de destacar
que en esta parte, la cubierta, que casi en su totalidad de teja,
conserva losas en su estado original.
Pasamos
al interior.
El
interior de la iglesia se corresponde con el escalonamiento de los
volúmenes exteriores, pero sorprende, en contraste con la rudeza del
exterior, por la pureza de su traza y los detalles de su
construcción.
La
cruz griega está formada por dos naves cubiertas con bóvedas de
cañón de ladrillo, que arrancan de impostas corridas con estrías
diagonales. Las bóvedas se cortan formando un crucero, de bóveda de
arista, también de ladrillo, enmarcado por cuatro arcos torales.
Estos arrancan de impostas, también estriadas, situadas a un nivel
inferior al del arranque de las bóvedas. En los testeros norte, este
y sur de la bóveda se abren pequeñas ventanas de medio punto, con
dovelas de ladrillo, que iluminan el interior del crucero.
Nos
situamos bajo la bóveda de arista.
Miramos
en redondo. Hacia la entrada.
A
la izquierda la nave de la parte sur.
¿Es
este el sepulcro que albergó los restos de San Torcuato? Don
Hipólito de Sá se refería al mismo comentando la curiosa
práctica la de los devotos que allí acuden, para rasparlo y
conseguir algunos polvos del mármol del sepulcro, que emplean como
talismán milagroso para curar ciertas enfermedades de la vista.
Ahora,
más a la izquierda vemos el tramo de la nave que nos acerca al arco
triunfal y al ábside. En la parte inferior derecha de la imagen
vemos como se filtra la luz del exterior a través de la puerta que
hemos visto en el muro sur.
Y
seguimos hacia nuestra izquierda para llegar a la nave situada al
norte. Hay aquí un ara romana, dedicada a Júpiter, según los
autores. También vemos la tercera puerta de acceso a la iglesia, la
que hemos visto que tiene una inscripción en el dintel.
El
ara romana.
El
arco triunfal, con forma de herradura, constituye el elemento más
característico de la iglesia. Arranca sobre impostas estriadas
diagonalmente que se apoyan en dos pares de columnas de mármol con
bases clásicas y capiteles corintios degenerados.
Este
arco da paso al ábside, con bóveda de cañón que arranca de
impostas corridas con una decoración mucho más rica que las del
resto de la iglesia. Las impostas continúan en el testero y
se unen rodeando un nicho, hornacina, situado en su centro. Su
decoración consiste en un largo tallo de vid serpenteante con hojas
y acios. La hornacina se abre con una ventana en arco de medio punto
en su parte superior, cerrada con una celosía a base de arquitos de
medio punto.
En
el ábside se encuentran las únicas pinturas que se conservan de la
iglesia. De acuerdo con la descripción de Xosé Manuel García
Iglesias, la bóveda de cañón presenta el tema de la Santísima
Trinidad, como trono de gracia, rodeada de los signos de los
Evangelistas. Hacia el norte, los que aluden a San Mateo y San Juan y
hacia el sur San Marcos y San Lucas. En el testero se representa la
Anunciación y en el intradós del arco toral un cielo cubierto de
estrellas con el sol y con la luna.
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