La Fachada de Platerías, fachada sur, es la única que se conserva de la época románica, la más antigua. Hacia el año 1100, Gelmírez, primer arzobispo de Santiago, impulsa su construcción. Al poco, 1117, sufre un incendio, provocado por sublevados a Gelmírez, hubo que incorporar piezas de mármol destinadas a la portada occidental, como Moisés, Abraham o un Santiago entre árboles. Posteriormente, en 1758, se colocaron, de forma algo… como se ven hoy, piezas procedentes de la citada portada románica occidental, derribada para construir la actual fachada barroca de la Azabachería. Aún a finales del siglo XIX se añadieron algunas piezas más, como unos niños procedentes del antiguo coro pétreo del Maestro Mateo
La doble puerta alberga estatuas, figuras y relieves, en las jambas, columnas, tímpanos y en todo el friso. El pantocrátor y el Rey David, tocando su cítara, en el contrafuerte oeste, y las placas con la expulsión del Paraíso, la Creación de Adán o la reprensión de Eva, así como el centauro o la sirena con pez. Tímpanos: la Adoración de los Magos, arrodillados y con un ángel volando sobre ellos; el prendimiento de Cristo, o la figura de la mujer con la calavera en su regazo; los relieves se fijan en la vida de Cristo, como las tentaciones, el prendimiento, la flagelación o la cura. Los canecillos no son de la fábrica original, sino que son seguidores del taller del Maestro Mateo, de principios del siglo XIII.
Fin.
Comentarios
Publicar un comentario