Visitamos
el Castillo de Sobroso, en la parroquia de Vilasobroso, municipio de
Mondariz. El castillo está documentado ya en el siglo IX y tras
azarosos avatares históricos su propiedad fue adquirida, en 1923,
por D. Alejo Carrera Muñoz, que lo restauró. Hoy, el castillo, tras
pertenecer al municipio vecino de Ponteareas, ha sido cedido a la
Diputación de Pontevedra, que lo mantiene y gestiona.
En
esta Parte I veremos la llegada al castillo y el camino de subida
desde la entrada a la finca hasta la misma puerta de acceso al
interior de sus muros. Iremos viendo algunos de los paneles
informativos sobre las distintas especies arbóreas que componen la
Senda Botánica que se extiende por el bosque que rodea la fortaleza.
.Click Aquí para ver la Parte II.
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Coordenadas
de situación de Mondariz en Galicia. Amplíe el mapa y llegará al
Castillo de Sobroso: 42.205989, -8.463430
Nota:
Los textos que figuran en
cursiva
han sido extraídos del folleto informativo que se facilita al
visitante al castillo. También hemos bebido en las fuentes de: fundacionmondarizbalneario.org.
Desde
la carretera N-120 divisamos
el castillo en lontananza.
Estamos
aquí: 42.204846, -8.457885
En
un promontorio rocoso, donde aparecen restos de época castreña, en
la ladera del monte Landín, a 334 metros, dominando un amplio
panorama, se alza la fortaleza de Sobroso. Desde esta situación
estratégica controlaba, en época medieval, las comunicaciones entre
el interior y la “Tierra de Turonio” y la ciudad de Tui. Su
nombre guarda relación con la existencia de “sobreiras”
(alcornoques) en este lugar.
Puerta
de entrada
exterior a la finca, con
una torre de vigilancia a cada lado.
Aquí: 42.205206, -8.460495
Escudo
de armas de los Sarmiento y los Valladares. Grabado en la piedra
podemos leer:
Castillo
de Sobroso. Siglo XI.
Patrimonio
de D. Alejo Carrera Muñoz. Siglo XX.
Ya
dentro de la finca, empieza la subida.
Intercalamos
entre las siguientes imágenes unos párrafos con algunos datos
acerca de la historia del castillo, tomados del mencionado folleto
informativo:
Sabemos
de su existencia en 1117 cuando la reina Doña Urraca es cercada en
este castillo por los partidarios de su hijo, el niño-rey Alfonso
VII, consiguiendo escapar a Santiago de Compostela en busca del
auxilio del arzobispo Gelmírez. La leyenda afirma que escapó por el
pasadizo subterráneo que comunicaba el castillo con las riberas del
Tea.
Perteneciente
a la corona por su carácter de baluarte defensivo, fue cedido en el
siglo XIII a la familia Soberoso. En 1368 Pedro I se lo otorga a
Álvaro Pérez de Castro y, en 1379, Juan I concede este castillo y
su señorío a Pedro Ruiz Sarmiento.
Tras
ascender unos
300
metros por una pista asfaltada desde la entrada llegamos a una zona
en la que predominan los robles. Aproximadamente aquí: 42.206102, -8.462618
En
la segunda mitad del siglo XV es escenario de las furias de la
revuelta “irmandiña” (1467-1468), siendo destruido en
gran parte, así como de las luchas entre los linajes Sarmiento y
Soutomaior. El castillo fue reconstruido, primero, por Pedro Álvarez
de Soutomaior “Pedro Madruga”, completando la obra García
Sarmiento, a quienes debemos buena parte de su actual configuración.
Durante
la Edad Moderna, siglos XVI-XVIII, es cabeza de una amplia
jurisdicción, al tiempo que pierde su papel militar, quedando así
abandonado y arruinándose paulatinamente. En 1923 fue adquirido por
Alejo Carrera Muñoz, que lo restaura, en 1981 por el Ayuntamiento de
Ponteareas, y el 1 de junio de 2014 es cedido a la Diputación
Provincial de Pontevedra.
Desde
aquí divisamos el castillo en lo alto.
En
este punto en el que nos encontramos nos topamos con un indicador de
la Senda Botánica, a la que nos hemos referido. La senda rodea se
extiende a lo largo de 1 kilómetro, aproximadamente, por el bosque
que rodea el castillo, ofreciendo diversos paneles informativos sobre
las diferentes especies arbóreas que hay en el recinto.
Como
hemos mencionado, estamos en una parte del bosque en la que predomina
el roble. Este es el panel informativo que nos habla sobre él.
Carballo,
roble.
Nombre
científico: Quercus robur. Hoja: caduca. Origen: Autóctono. Europa,
Asia y norte de África.
Lo
reconocerá por: Hojas con peciolo muy corto. Bellotas. Flores
masculinas. Agallas. El viento realiza la polinización.
Curioso,
¿no?. Las agallas son una reacción de defensa frente a los insectos
cinípedos que ponen sus huevos bajo la corteza de los brotes.
Tomamos
ahora esta pista asfaltada de la izquierda, que va hacia unas
instalaciones donde hay avestruces, ciervos, gamos, asnos y caballos,
dejando a nuestra derecha este hórreo clásico gallego.
Hay
bancos
para
contemplar el paisaje.
Es
una estampa invernal.
Un
poco más adelante. vemos
este
ejemplar de arcipreste
mexicano, cedro
de goa, con
su correspondiente panel informativo.
Nombre
científico: Cupressus lusitanica. Hoja: perenne. Origen: Exótico.
México y Centroamérica.
Lo
reconocerás por: Hojas muy pequeñas, escamosas, que desprenden olor
a resina al machacarlas. Conos azul glaucos de jóvenes y pardo
brillantes una vez maduros. En el interior albergan docenas de
semillas.
Curioso,
¿no? Árbol de crecimiento rápido y resistente a la sequía. Llegó
desde México a Portugal (Buçaco), por eso es conocido como ciprés
portugués.
El
castillo desde aquí.
La
pista asfaltada llega hasta las instalaciones del
recinto al que nos referíamos.
Volvemos a la pista asfaltada principal y continuamos el ascenso. Unos 200 metros más adelante llegamos a este lugar en el que hay este pequeño monumento, o estatua, o... y, a su lado, un ejemplar de acebo. Estamos aquí: 42.206245, -8.464925
Volvemos a la pista asfaltada principal y continuamos el ascenso. Unos 200 metros más adelante llegamos a este lugar en el que hay este pequeño monumento, o estatua, o... y, a su lado, un ejemplar de acebo. Estamos aquí: 42.206245, -8.464925
Hay
una explanada para aparcar los vehículos ligeros, los autobuses
tienen otro acceso. Al lado del citado monumento está colocado este
otro panel informativo sobre la Senda Botánica.
Bienvenidos
a la Senda Botánica del Castillo de Sobroso. El arboretum.
El
Castillo de Sobroso está rodeado por un magnífico arboretum que
alberga una gran diversidad. Data del año 1923, año en el que se
comenzaron a plantar los primeros árboles. El castillo antiguamente
se conocía como “soveroso”, pues en sus alrededores abundaba una
especie arbórea… cuál será? Acompáñame en la Senda Botánica y
descubre éste y otros secretos.
Distancia:
1 kilómetro. Dificultad: baja. Tipo: circular. Señalización:
balizas. Interés: botánico y etnográfico.
El
acebo
que
hay al lado del monumento, o escultura.
Nombre
científico: Ilex acuifolium. Hoja: perenne. Origen: autóctono.
Europa, norte de África y oeste de Asia.
Lo
reconocerás por: Las hojas brillan cuando el sol incide sobre ellas.
Flor femenina y flor masculina. En invierno los árboles
hembra se adornan con frutos (drupas) encarnados.
Curioso,
¿no? El acebo proporciona alimento y refugio a la fauna en invierno;
las espinas de las hojas lo protegen frente a los herbívoros.
A
veces es confundido con el muérdago y el rusco.
Las
hojas del acebo.
Detalle
del monumento, escultura.
Un
peregrino.
Al
lado de la mencionada explanada hay dos caminos, el de subida al
castillo, a la izquierda, y el de bajada hacia la entrada al recinto,
derecha.
Desde
esta curva distinguimos el imponente edificio entre la vegetación.
Llegamos
a donde termina el asfalto, hay otra zona de aparcamiento. Se inicia
a la izquierda el camino por el que vamos a continuar, que circunda
la muralla del castillo.
Y
aquí vemos, al lado del tronco de un gran eucalipto, el camino de la
derecha, que es el de vuelta. Por ahí regresaremos cuando hayamos
terminado la visita.
El
eucalipto es de grandes dimensiones.
Antes
de continuar nos detenemos en el tejo y su panel informativo.
Tejo.
Nombre científico: Taxus baccata. Hoja: perenne. Origen:
autóctono. Europa y sudeste de Asia.
Lo
reconocerás por: Las flores pasan desapercibidas. Toda la planta,
excepto el arilo, posee un alcaloide venenoso. La semilla está
dentro de una cubierta carnosa y roja: el “arilo”.
Curioso,
¿no? Puede alcanzar los 2000 años de edad (árbol de la vida). Una
leyenda narra que los galaicos del Monte Medulio se suicidaron con un
brebaje de tejo para no someterse a los romanos. De la semilla
se extrae el “taxol”, una sustancia utilizada en fármacos contra
el cáncer.
Dirigimos
nuestros pasos al camino de la izquierda.
De
repente, volvimos y habían pasado dos meses. Era primavera, mayo, y
todo era aún más verde.
Unos
pasos más adelante.
El
muro exterior del castillo aparece a nuestra derecha, el cubo parece
ser la base sobre la que se asienta la capilla, situada en el
interior de la muralla y que más tarde veremos.
Mirando
hacia nuestra espalda, la muralla exterior queda ahora a la
izquierda.
Según
vamos caminando, el castillo aparece, a nuestra derecha.
Algo
más adelante, la muralla y detrás uno de las
torres
defensivas.
El
camino que rodea el castillo continúa. Al fondo, otro panel
informativo.
Aquí
el susodicho camino se bifurca para subir al castillo, por esta
empinada cuesta.
Nos
acercamos para ver el panel informativo. Se
refiere al madroño, bajo el que está situado.
Nombre
científico: Arbutus unedo. Hoja: perenne. Origen: Autóctono. Área
mediterránea y oeste de Europa.
Lo
reconocerás por: En otoño coexisten los frutos maduros y las
flores. Las flores, que parecen globos, cuelgan en racimos. Hojas
verdes, margen aserrado y rojo. Muchas veces presentan manchas.
Curioso,
¿no? Con los frutos se elaboran licores y mermeladas. Tienen
propiedades antioxidantes.
Volvemos
sobre nuestros pasos hacia la rampa de subida, al fondo.
Subiendo
por la rampa.
Bonitas
vistas desde esta rampa. El camino por el que veníamos, el que
circunda el castillo.
Después
de recuperar el resuello seguimos adelante. Estamos llegando a la
entrada al castillo.
La
entrada, con puente levadizo y foso. Detrás vemos el cuerpo
residencial del castillo y a la derecha asoma la torre del homenaje.
Antes
de pasar al interior, por aquí acabamos
de ascender.
Ya
en el interior, nos acercamos a la capilla situada en esta parte, de
camino a la entrada al castillo.
Situados
al lado de la capilla elevamos la vista y vemos la parte residencial
del castillo, sobre un robusto talud que la soporta.
Algo
más a la derecha, la torre del homenaje.
Dejamos
atrás la capilla y nos dirigimos a la entrada de la fachada del
castillo.
Y
llegamos a la puerta de entrada al castillo, flanqueada por dos
torres cilíndricas. Este es el cuerpo residencial, que tiene dos
pisos.
Antes
de entrar seguimos rodeando el castillo, la
torre de la izquierda.
La
parte residencial, cuyas salas veremos en el capítulo siguiente.
Regresamos
a la parte de la entrada.
En
el siguiente capítulo subiremos esas escaleras para ver el interior,
veremos las estancias que hay en los dos cuerpos separados por un
estrecho pasillo que constituyen la parte residencial y ascenderemos
a la torre del homenaje y sus espectaculares vistas.
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