Hoy visitamos
el municipio de Barro, muy próximo a la capital de la provincia de
Pontevedra. La iglesia de San Martiño de Agudelo es un
monumento románico de la segunda mitad del siglo XII, como la
generalidad de las iglesias que siguieron la traza señalada y
consagrada por la catedral de Santiago.
Destacan
el ábside semicircular y la portada, en la que la
influencia compostelana se deja ver.
Coordenadas
de situación de Barro
en
Galicia. Amplíe el mapa y llegará a San
Martiño (Martín) de Agudelo: 42.527231, -8.652333
Nota:
Los textos que figuran en cursiva han sido extraídos del
libro cuyo autor es D. Hipólito de Sá, titulado: Rutas del Románico
en la Provincia de Pontevedra, 1978, pags. 82-83.
La
iglesia de San Martín de Agudelo, feligresía del Ayuntamiento de
Barro, es una de las que forman un grupo perfectamente diferenciado
con las iglesias de San Martín de Sobrán, Nuestra Señora de
Mosteiro, en Meis, San Andrés de César, y la misma de San Martín
de Gargantáns, en Moraña, por la peculiaridad de su ábside,
dividido en cinco vanos por dos pares de columnas y tres ventanas en
los vanos centrales.
La
proximidad geográfica de estas iglesias facilita el idear la
existencia de una mutua relación constructiva entre todas ellas, y
máxime al comprobar que no encontramos fuera de esta zona otras
iglesias que reúnan la igualdad que observamos en el grupo que aquí
mencionamos. Lástima que en la mayoría de los casos ignoramos a los
maestros que proyectaron y realizaron estas iglesias que acusan una
similitud de traza propia de un mismo plano y de un mismo
proyectista.
La
iglesia de Agudelo es fiel a los módulos de la escuela del románico
compostelano, como gran número de las iglesias del Valle del Salnés.
Es de una nave y un ábside semicircular en la cabecera.
Después
de este breve paseo por el muro exterior del atrio, volvemos atrás y
entramos en el recinto.
Una
vez cruzada la cancilla a la derecha vemos este cruceiro, que
conserva restos de policromía.
Desde
aquí vemos la parte sur de la iglesia. De derecha a izquierda. La
sacristía, una de las dos capillas laterales, la nave y la torre
campanario.
En
el muro exterior de la sacristía. ¿Qué es?
Mientras
caminamos hacia la fachada principal nos fijamos en la torre
campanario.
Esta
es la otra entrada al atrio, la principal, que lleva a la fachada
principal.
Nos
acercamos a la portada.
Las
influencias compostelanas aparecen más claras en la portada
principal. Un par de columnas acodilladas en las jambas sostienen la
archivolta semicircular, ornamentada con hojas y flores superpuestas.
En la clave, destaca la figura de un ángel coronado, siguiendo la
posición radial de las dovelas.
Las
figuras de las mochetas, una con un libro y la otra con la cartela
con leyenda recordando a los profetas del Pórtico de la Gloria.
En
los capiteles, destaca el que representa los pájaros con cabeza
humana, muy semejante a los motivos que hay en la Fachada de las
Platerías. El opuesto es floral.
Capitel
y mocheta de la izquierda.
Capitel
y mocheta de la derecha.
Conserva
el antiguo tímpano, en el que se ve la figura sedente de un obispo
sosteniendo en su mano izquierda el báculo y bendiciendo con la
derecha. No se sabe cierto quién pueda ser el obispo representado,
pero se cree y supone que será San Martín, titular de la iglesia y
de la feligresía, teniendo en cuenta que en algunos otros tímpanos
aparece la imagen esculpida del patrono.
A su derecha tiene el obispo la románica representación del Agnus
Dei.
Ahora
vamos hacia la fachada norte de la iglesia. Vemos la puerta de esta
fachada.
Caminamos
por esta parte norte en dirección al ábside, nos detenemos ante la
casa rectoral, en ruinas.
Este
pasaje porticado lleva al acceso al interior de la casa. Volvemos.
Ábside.
El
ábside semicircular en la cabecera está dividido al exterior en
cinco vanos por dos pares de semicolumnas adosadas, abriéndose en
los tres vanos centrales una ventana semicircular con archivoltas y
dos columnas, una a cada lado de las jambas. Notamos la
particularidad que una de las ventanas no concuerda con las otras,
pues su directriz es apuntada.
Ventana de la
derecha.
Ventana
del centro.
Ventana de la
izquierda.
Bases de las
dos columnas adosadas
a
ambos lados de la ventana de la izquierda.
Capitel de la
segunda columna empezando por la izquierda.
Capitel de la
cuarta columna empezando por la izquierda.
Ahora
vamos
a pasar al interior.
En
el interior, la nave conserva la abertura de las ventanas y la
cubrición que sustituyó a la primitiva de madera. Tiene tapiada una
de las puertas laterales.
Mirando a
nuestra izquierda, muro norte.
Muro sur, a
nuestra derecha. Vemos la Cruz de Misión sobre el lugar donde está
la señal de la puerta tapiada a la que se refiere D. Hipólito de
Sá.
La puerta del
muro norte que hemos visto en el exterior.
La Cruz de
Misión, restaurada en 2009.
Avanzando por
la nave nos damos la vuelta para observar el coro.
A
la nave se abren, mediante arcos de medio punto, en el tramo más
próximo a la capilla de la cabecera, dos capillas laterales de forma
cuadrada, cubiertas con bóvedas de arista con nervaturas toscas y
pequeñas ménsulas ornamentales en los arranques. Son capillas de
construcción posterior al resto de la iglesia, que, no obstante las
reparaciones que en ella se hicieron, conserva su primitiva traza
románica.
Capilla
lateral sur, la de la derecha.
Antes de ir a
la otra capilla lateral nos fijamos en la pila bautismal.
Capilla
lateral de la izquierda, norte.
Nos centramos
ahora en el ábside.
El
arco triunfal es ligeramente apuntado, lo mismo que otro secundario,
marcando la directriz de la bóveda de cañón que cubre la parte
rectangular de la capilla de la cabecera, a la que se añade otra de
cascarón sobre la porción semicircular del ábside. Rodea el arco
triunfal una archivolta tórica, con la misma directriz apuntada del
arco y de la bóveda de la capilla del ábside.
Columna y
capitel de la izquierda.
Entre
los capiteles de las semicolumnas que sirven de apoyo a los arcos de
la capilla de la cabecera hay una muy interesante, pues tiene
esculpido a un músico tocando un instrumento semejante a una clásica
zanfoña gallega. Motivo ornamental de franca escuela compostelana.
Capitel de la
columna de la derecha. Tres lobos amenazadores.
Capitel de la
izquierda del arco fajón, que
es el que
separa la parte recta del ábside (con bóveda
de cañón) de la parte semicircular (con bóveda de cascarón).
Tanto este capitel como el situado enfrente aparecen mutilados, como
si se hubiera colocado algún tipo de travesaño entre ambos.
Capitel de la
derecha del arco fajón.
Ventanas.
Imagen de San
Martiño (Martín)
que,
junto con la de San Blas y la de la Virgen del Carmen fueron
restauradas en 2009, al igual que la Cruz de Misión que
hemos visto anteriormente.
Antes de
finalizar la visita subimos al coro y nos asomamos.
Atendemos
ahora a estas palabras de D. Hipólito de Sá, a modo de
conclusiones:
Indudablemente
el mérito artístico de este monumento románico, fiel reflejo de la
escuela del Maestro Mateo, en la ornamentación de la portada y en el
motivo ornamental que reproduce unos de los músicos del Pórtico de
la Gloria. Se le tiene como un monumento románico de la segunda
mitad del siglo XII, como la generalidad de las iglesias que
siguieron la traza señalada y consagrada por la catedral de
Santiago.
Es
tal vez la más tardía de las cuatro iglesias con las que forma
grupo, por razón de la estructura de su arco triunfal, que no
encontramos en San Martín de Sobrán, Nuestra Señora de Mosteiro de
Meis, San Andrés de César y San Martín de Gargantáns. En la
iglesia de Agudelo es apuntado, y en las otras semicircular.
Nos
despedimos aquí
de San Martiño de Agudelo, en Barro, Pontevedra.
Fin.
Hola soy descendiente de San Agustín de Agudelo en San Berno de Barro Pontevedra Galicia España soy cubana mi padre nació ahí en ese lugar ya el falleció el 24/junio/1990 a lo 59 años era único hijo y sus padres también son de ahi
ResponderEliminarMe llamo Urania y me gustaría saber de los descendientes de apellidos Estévez y Fabeiro
ResponderEliminarMi abuelo se llamaba Manuel Salustiano Estevez Beloso y mi abuela Eladia Fabeiro
ResponderEliminarMi papá se llamaba José Estevez Fabeiro vino para Cuba junto a su papá su abuela y el esposo de su abuela a los 21 años
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