Seguimos la visita al Santuario de la Virgen de A Franqueira, en los montes de A Paradanta, municipio de A Cañiza, interior de la provincia de Pontevedra. En esta segunda entrega nos detenemos en el interior del Santuario.
La nave y el antiguo ábside de época medieval, la cúpula barroca y las estancias, ampliación del siglo pasado. La imagen románica de Nuestra Señora de A Franqueira (la Virgen de la Fuente) debajo del baldaquino. Además, otras importantes tallas de diferentes épocas, las vidrieras del templo…
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Coordenadas de situación de A Cañiza en Galicia. Amplíe el mapa y llegará al Santuario de la Virgen de A Franqueira: 42.181885, -8.359657
Nota: Los textos que figuran en cursiva han sido extraídos del libro titulado Monasterios de Galicia, pags. 384 a 390, de Editorial Everest, 1983, del erudito pontevedrés D. Hipólito de Sá Bravo.
Nota 2: También figuran en cursiva los textos extraídos de la monografía titulada Santa María de A Franqueira. Monasterio cisterciense. Editorial Edilesa. Páginas 15-48. Autores: José Carlos Valle Pérez y Ana Cristina Pérez Rodríguez (Fiestas y Tradiciones).
Entramos en la iglesia.
Dice De Sá:
La planta de la iglesia es rectangular. Una nave unida a la capilla del ábside, también rectangular.
En el centro, sobre la parte hoy ocupada por el altar mayor, la cúpula, en forma de media naranja, sobre pechinas, en las que hay cuatro imágenes de madera de santos cistercienses, restos de un retablo antiguo que antes estaba en el testero de la iglesia.
Y dice Valle: Resulta llamativa, en una primera aproximación la anchura y la altura de la nave, distribuida en cuatro tramos.
Entrada a la capillita o estancia que hay en el cuerpo bajo de la torre, entrando en la iglesia a la izquierda, con la imagen pétrea de Santo Domingo, del siglo XIV.
Imagen de Santo Domingo.
Dentro de la estancia situada en el cuerpo bajo de la torre.
Virxe da Fonte da Franqueira roga por nos.
D. Hipólito de Sá: Un santuario donde la devoción mariana se une con las tradiciones más arraigadas en Galicia, que nos hablan del hallazgo de una imagen de la Virgen, en una gruta del alto del Paradanta, por una anciana que pastoreaba sus ganados, y que después del descubrimiento en un carro de bueyes fue trasladada hasta una ermita, en cuyas proximidades brotaba una fuente, dándosele por eso a la imagen el título de Virgen de la Fuente.
Anotamos aquí que la tradición añade que se formó un gran revuelo con el descubrimiento y dos parroquias se disputaban la reliquia por lo que se decidió colocar la imagen sobre un carro de bueyes y a éstos se les cubrió los ojos. Los bueyes llevaron la imagen al lugar en A Franqueira en donde se erigió después la ermita que menciona De Sá.
Salimos de esta pequeña capillita o estancia y nos detenemos aquí un instante para observar la vidriera de la parte interior del rosetón de la fachada principal.
Ahora seguimos a D. Carlos Valle:
Una puerta y dos ventanas perforan el muro norte. La puerta, emplazada en el segundo tramo, se cierra con un arco de medio punto liso. Las ventanas se abren en los tramos impares. Exhiben idéntica organización. Constan de una sola arquivolta semicircular, con rosca sin ornato. Los capiteles muestran cuerpos desnudos rematados en bolas o cabecitas, motivos vegetales o animales con cabeza humana común.
Una puerta y dos ventanas se practican también en el muro sur de la nave, la primera en el mismo lugar que la opuesta, las otras en los tramos dos y cuatro. La puerta no pertenece en su conformación actual a la estructura inicial del templo. Es producto de una reforma posterior, como le acontece a la ventana que está sobre ella. Sí es de época la otra, idéntica en su configuración a las situadas en el lado contrario.
Una techumbre de madera a dos aguas cubre la nave. Se apoya en tres arcos apuntados.
Vistosos, complejos y muy cuidados signos lapidarios (un cáliz, una estrella, diversas configuraciones geométricas, etc.) encontramos en el arco más occidental.
Voltean los arcos en ménsulas compuestas por una sucesión de prismas y semicilindros o cilindros, que se sitúan abajo, adornados con rosetas muy geometrizadas, inscritas en círculos.
Seguimos en el muro norte, en esta parte, la más próxima a la entrada a la iglesia.
Ecce homo, imagen del Cristo del Buen Acierto. Desde el muro sur.
Nos acercamos.
Unos días antes, 27 de marzo, Domingo de Pascua.
Nos situamos junto al Ecce homo y miramos hacia la entrada a la iglesia.
Ventana románica en este muro norte, sobre el Ecce homo. Vidriera y…
…capiteles, detalle.
Ahora nos centramos por un rato en esta parte del muro sur.
Vidriera de la ventana de este muro sur, la más próxima a la puerta de entrada.
Crucificado y Virgen de los Dolores (27 de marzo, Domingo de Pascua). La procesión de la Virgen de los Dolores tuvo lugar el Viernes Santo (25 de marzo).
Desde el muro norte, vista de la puerta y ventana del muro sur. La puerta no pertenece en su conformación actual a la estructura inicial del templo. Es producto de una reforma posterior, como le acontece a la ventana que está sobre ella.
Vidriera de la ventana que hay sobre la puerta. Excmo. Sr. Dr. Fray José Lopez Ortiz. Obispo de Tuy.
Santa Bárbara. Junto a esta puerta, a la derecha.
Cuadro que contiene este pequeño tapiz, también al lado de la puerta. Texto: Santa María de La Franqueira. Danos, María, danos la salud que sólo tú puedes donarnos para ser siempre signos e instrumentos de vida. C. Martín.
Tapiz.
San Bernardo de Claraval. Parte derecha, al lado del arco triunfal.
Y volvemos al muro norte, acercándonos ya al arco triunfal.
Santa Teresa de Jesús. Cuadro conmemorativo del Quinto Centenario de Su Nacimiento.
Cristo de la Misericordia.
Sobre el Cristo de la Misericordia la otra ventana del muro norte, la más próxima al ábside.
San Benito.
Ábside.
Valle: El ábside, único y de planta rectangular, está dividido hoy en dos tramos (determinados indicios sugieren que poseyó tres en su arranque) cubiertos por bóveda de cañón agudo. Se accede a él desde la nave por medio de un arco triunfal apuntado y doblado. Los capiteles, toscos, fueron repicados, conservando sólo parte de su decoración: hojas estilizadas y de poco resalte el del norte y una arpía el del sur.
Vista del ábside desde la nave. Arco triunfal apuntado y doblado.
D. Hipólito de Sá: En los muros laterales del presbiterio se abrieron hace unos años unos arcos, utilizando los huecos de las puertas que comunicaban con el Monasterio, sacristía y alguna dependencia aneja a la iglesia. Con estas obras aparece el presbiterio rodeado por un espacio semejante a diminuta girola que sirve para que los fieles puedan llegar al camerino donde está la imagen de piedra de la Virgen sin pasar por el altar mayor.
Los dos arcos de la parte izquierda y la bóveda de cañón. El altar mayor, la cúpula y el baldaquino con la imagen de la Virgen de A Franqueira.
Los dos arcos de la parte derecha…
Los dos tramos del ábside cubiertos por bóveda de cañón agudo.
Ave María.
Capitel del norte del arco que separa los dos tramos del ábside. Hojas estilizadas y de poco resalte.
Capitel del sur del mismo arco, una arpía.
Diserta De Sá: Al fondo, y detrás del altar mayor, está la imagen románica de la Virgen de la Fuente colocada en un templete elevado que tiene como base cuatro columnas de piedra y sobre ellas el baldaquino de madera construido con piezas del antiguo retablo de madera al que pertenecían los santos cistercienses de las pechinas de la cúpula.
Como decía De Sá más arriba y ahora corrobora Valle: En los lados norte y sur del ábside, en cada uno de los dos tramos de que consta actualmente, se abrió hacia 1955, un sencillo arco de medio punto que sirve para poner en comunicación la capilla con unas estancias rectangulares, una por costado, de no mucha amplitud, que se crearon como consecuencia de la renovación y ampliación que experimentó la parte oriental de la iglesia a raíz de la potenciación del culto a la Virgen titular del Santuario.
Arco por el que accedemos a la parte derecha, o sur, de las estancias.
Falta la imagen de la Virgen de los Dolores, que hemos visto en la nave.
Santa Rita de Casia.
Santa Rita de Casia y… (disculpas).
Avanzamos por estas estancias.
A la izquierda el segundo arco.
Nuestra Señora del Rosario de Fátima.
San Sebastián y San José.
Vidriera de...
Nuestra Señora del Rosario.
Desde el lugar donde está la imagen de Nuestra Señora del Rosario miramos a nuestra espalda, antes de continuar. Vemos la parte de estas estancias que ya hemos recorrido. San José, San Sebastián y, al fondo, la imagen de la Virgen de los Dolores ya ha sido situada en su lugar habitual.
Desde esta mismo punto miramos ahora un poco a la derecha, hacia la parte del altar mayor y la cúpula.
Y ahora elevamos la vista para observar la cúpula.
Desde aquí nos vamos a ir acercando al baldaquino en donde está la imagen de la Virgen de A Franqueira.
Elemento arquitectónico situado junto al baldaquino. Desconocemos su significado y procedencia.
En esta parte desde donde vemos el manto de la Virgen hay un gran número de recuerdos y presentes que han ido entregando los peregrinos que llegan al Santuario.
Ya hemos pasado por debajo de la imagen de la Virgen.
En afranqueira.org encontramos este documento, titulado: Guía do Peregrino, 13: Reflexións para vivir o Ano Xubilar da Franqueira. Romerías de la Franqueira, cuyo autor es Javier Alonso Docampo, Párroco- Rector del Santuario de Nosa Señora da Franqueira. Leemos:
Tenemos unos ritos, que aunque se realizan con los demás peregrinos, son más bien un encuentro personal y lleno de afecto. Ya en la descripción de Villafañe (“está su altar en tal disposición, que se puede andar en círculo alrededor de su circunferencia; y sacian en parte su devota ansia los fieles de todos los estados y sexos con andar por mucho tiempo dando vueltas y revueltas a una parte y a otra”) se relata que los fieles pasan por debajo de la imagen de Nuestra Señora.
Es este un gesto cargado de gran simbolismo pues los fieles al llegar en peregrinación se dirigen al altar de la Virgen, o en su carro procesional los días de romería, para, después de rezar pasar por debajo, haciendo corporalmente lo que sienten en su interior: identificarse con la “humilde sierva del Señor”, sintiéndose protegidos y amparados por la Madre de Dios y dejándose conducir al encuentro del Señor.
Habiendo pasado por debajo de la Virgen se accede a la Capilla del Santísimo, de esta forma se realiza físicamente que María nos lleva a Jesús.
Volvemos a mirar hacia el baldaquino y giramos 180º para acercarnos a la Capilla del Santísimo.
Capilla del Santísimo.
Desde la Capilla del Santísimo. A la derecha de la imagen las otras estancias modernas, añadidas a mediados del siglo pasado. Se trata de las que están a la izquierda si miramos de frente al altar (al norte).
Si miramos ahora un poco a nuestra izquierda vemos, una vez más, el baldaquino y la imagen de Nuestra Señora de A Franqueira.
Desde este punto en el que nos encontramos vamos a centrar nuestra atención en las cuatro imágenes de santos cistercienses en madera, restos de un retablo antiguo al que también pertenecían los elementos que sirvieron para construir el baldaquino.
San Roberto.
San Esteban Harding.
San Alberico.
San Bernardo.
Continuamos ahora viendo las estancias de esta parte.
Nuestra Señora de la O, Virgen de la Expectación. Segunda mitad del siglo XIV.
Vidriera.
San Antonio Abad. Siglo XV.
Desde este arco vemos el ábside primitivo y, al fondo, los arcos de acceso a las otras estancias.
En esta parte está situado el baptisterio actual.
Vidrieras junto al baptisterio.
Aquí termina la visita al interior del Santuario de la Virgen de A Franqueira.
Fin.
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