Santiago
de Compostela. Hoy vamos a ver el retablo mayor (1730-1733), obra de
Fernando de Casas Novoa. El excelso retablo tiene dos fachadas,
mirando a la nave central de la iglesia y también al coro, la bóveda
es de cañón, con casetones decorados. Destaca también el trabajo
de José Gambino, que en 1760 comenzó los relieves de los laterales
del presbiterio y destacan además los ambones (púlpitos), de 1772.
En el coro nos fijamos en la sillería, la Inmaculada (también de
Gambino) y los dos órganos.
Coordenadas
de situación de la Iglesia del Monasterio de San Martín Pinario en
Santiago de Compostela: 42.882254, -8.543700
Nota:
En
cursiva,
los textos transcritos de los paneles informativos que hay en la
iglesia.
Nota
2: Para la documentación de las imágenes hemos bebido en las
fuentes de: http://www.museosanmartinpinario.com/80-articulos-destacados/76-la-iglesia-y-el-museo
Panel
informativo. Transcripción:
Retablo
Mayor. 1730-1733.
Diseño:
Fernando de Casas Novoa.
Realización:
Miguel de Romay y taller.
Esculturas:
Benito Silveira y taller.
Relieves
laterales y esculturas sobre los arcos de las puertas (década de
1760): José Gambino.
El
peculiar diseño del retablo mayor de San Martín Pinario se debe, en
gran medida, a su localización en la embocadura de la capilla mayor
de la gran iglesia benedictina. La necesidad de articular dos
espacios del templo -el coro de los monjes y la iglesia de los
fieles- llevó el audaz diseño del arquitecto Casas Novoa a concebir
dos fachadas con programas iconográficos distintos aunque
complementarios. La aérea calle central del retablo aparece centrada
en el anverso por el escudo real de España, disponiendo de forma muy
efectista la escena de la Asunción y Coronación de la Virgen María
por la Santísima Trinidad entre las imágenes de San Pedro y San
Pablo. En los laterales se celebra la aparición de Santiago y San
Millán en la batalla de Simancas, mientras que el templete del
cuerpo superior acoge la apoteosis de San Martín como obispo. El
remate muestra la caritativa escena de San Martín caballero
partiendo su capa para dar la mitad a un pobre.
El
escudo del monasterio centra el reverso del retablo. La imágenes de
San Bernardo y San Gregorio Magno son las advocaciones situadas sobre
el rico expositor, mientras que San José con el Niño Jesús preside
el templete superior.
Con
esta obra compostelana Casas Novoa lleva la evolución del retablo
barroco gallego hasta límites impensables. Por una parte trasciende
la tradición de Domingo de Andrade, profundizando en la idea de
movilidad de planta, del juego de volúmenes y huecos y
desmaterializando la impresionante masa piramidal del remate,
levantada sobre una compleja estructura arquitectónica compuesta por
dinámicas columnas salomónicas, quebrados entablamientos y
ornamentadas pilastras, gracias a la valoración de los juegos
lumínicos que se producen en la cabecera y el crucero de la iglesia.
Por otra parte, la inspiración en diversas fuentes gráficas da al
retablo mayor esa riqueza de formas decorativas que proviene de
obras, proyectos y arquitecturas efímeras de diversa procedencia;
una enorme riqueza compositiva y formal al servicio de una
arquitectura aérea y original, verdadero paradigma de la cultura
barroca gallega.
Mesa
de altar.
Desde
la mesa de altar vista de la nave principal.
Espacio
entre
la mesa de altar y el retablo.
Cuerpo
inferior del retablo.
Retablo-baldaquino.
Desde
aquí, al
lado de la mesa de altar,
vemos la
imagen de la Inmaculada, situada en el
coro, que
es a donde mira la otra cara del retablo, la
cara posterior,
que
más tarde veremos.
El
retablo
en
su cara principal.
Asunción
y Coronación de la Virgen María. Imágenes
de San Pedro y
San Pablo.
Escudo
de
la monarquía española con el toisón de oro.
Asunción
y Coronación de la Virgen María por
la Santísima Trinidad.
Imagen
de San
Pedro.
Imagen
de
San Pablo.
Cuerpo
superior del retablo.
Ángel
con banderola de la orden religiosa y militar de Calatrava.
Ángel
con banderola de la orden religiosa y militar del Temple.
Angelote
sosteniendo un incensario.
Representación
de la Apoteosis de San Martín de Tours como Obispo.
Corona
el retablo la representación de San Martín de Tours partiendo la
capa al pobre, la misma representación del santo que figura en la
fachada de la iglesia.
Figura
ecuestre de Santiago Matamoros, remate del nivel intermedio, lado
izquierdo.
Figura
ecuestre de San Millán de la Cogolla, remate del nivel intermedio,
lado derecho. Vista desde
el balcón de la derecha de la nave.
Ambones
o púlpitos.
Los
ambones
-llamados
también púlpitos- se realizaron en torno a 1772, y sustituyeron a
unos de hierro del siglo anterior. Los nuevos ambones tienen mármoles
de colores y de jaspes que conforman diferentes motivos geométricos.
Los
tornavoces, las estructuras doradas que los cubren, potencian el
carácter teatral de todo el conjunto, inherente al propio espíritu
barroco; son, en realidad, anteriores a los ambones, ya que forman
parte de la ampliación del retablo mayor que realizó Gambino en
1761.
Anteriores
son también los atriles con forma de águila que hinca sus garras en
una roca, ya que pertenecerían a aquellos primeros púlpitos
barrocos en hierro.
Partes
laterales del retablo.
En
1760 José Gambino recibió el encargo para la realización de los
relieves que figuran a ambos lados, cerrando el retablo. También
llevó a cabo las dos estatuas (San Andrés, representado con la cruz
en aspa y San Juan Evangelista, representado con el águila) que
están situadas sobre las dos puertas que dan acceso al coro.
En
la parte lateral izquierda se representa uno de los milagros de San
Martín de Tours, la Resurrección del Niño. También en un relieve,
al Arcángel San Gabriel y, en dos medallones, a San Plácido y a
Santa Escolástica.
Representación
del milagro de la Resurrección del Niño.
Medallón
en el que se representa a San Plácido.
Medallón
en el que se representa a Santa Escolástica.
Milagro
de San Martín de Tours La Resurrección del Niño. San Martín
devuelve el niño a su madre.
Parte
superior del relieve “retablo” de esta parte izquierda.
Seguimos
en la parte izquierda. Nos dirigimos hacia la puerta que comunica el
presbiterio con el coro.
A
la izquierda, representación del Arcángel San Gabriel.
Una
de las dos puertas de acceso al coro.
Sobre
la puerta de acceso al coro, la estatua, obra de José Gambino, de
San Andrés, representado con la cruz en aspa.
En
la parte lateral derecha se representa otro de los milagros de San
Martín de Tours, el Milagro del Pino, Además, en un relieve, se
representa al Ángel Custodio (también se ha identificado con San
Rafael) y, en dos medallones, a San Mauro y a Santa Gertrudis.
Representación
del Milagro del Pino de San Martín de Tours.
Medallón
en el que se representa a San Mauro.
Medallón
en el que se representa a Santa Gertudis.
Ahora
seguimos en esta parte lateral de la derecha. Nos dirigimos hacia la
otra puerta que también comunica el presbiterio con el coro. A la
derecha vemos la puerta de acceso a la statio, que alberga una de las
salas del Museo.
El
pino es cortado y no cae sobre San Martín.
La
puerta de acceso a la statio.
Sobre
la puerta de la statio está la representación del Ángel Custodio
(como se ha mencionado, también se piensa que es representación de
San Rafael).
La
puerta de acceso al coro permanece cerrada. Está recubierta de cuero
de cordobán, repujado y dorado.
Decoración
de los paneles que hay entre la puerta de la statio y la del coro.
Y
la puerta del coro se abrió.
Estatua
de San Juan Evangelista, representado con el águila. Obra de José
Gambino.
Accedemos
a la capilla mayor y el coro. Nos fijamos en primer lugar en la parte
del retablo mayor que da al coro. Es la parte posterior.
Puerta
de la izquierda (mirando desde el
presbiterio).
Sobre
la puerta la estatua, obra de José Gambino, de San Andrés, con la
cruz en aspa con la que se le representa.
Centro,
baldaquino, parte inferior del retablo.
Puerta
de la derecha. Sobre
la misma, la estatua de San Juan Evangelista.
Parte
media del retablo. San
Bernardo, San Gregorio Magno y en los lados, de espaldas, las
estatuas de San Andrés y San Juan Evangelista,sobre las puertas de
acceso al coro.
San
Bernardo. Derecha.
San
Gregorio Magno. Izquierda.
Entre
San Bernardo y San Gregorio Magno.
Parte
superior del retablo.
Escudo
de San Martín Pinario.
San
José con el Niño.
Elevamos
aún más la vista y vemos el retablo,
la
bóveda y parte
de los dos órganos.
Bóveda
y uno
de los dos
órganos.
Los
dos órganos se hicieron en 1773.
Cabecera.
Inmaculada
Concepción, de José
Gambino, de
entre 1759 y 1761.
Coro.
Panel
informativo situado en el centro de la capilla mayor. Transcripción:
Sillería
de coro.
1639-1647.
Mateo
de Prado. Madera de nogal.
La
sillería de San Martín Pinario es, sin duda, una de las más
importantes de Galicia. Se debe al trabajo de Mateo de Prado,
escultor formado en el taller de Gregorio Fernández, con el que
guarda una estrecha relación estilística.
Inspirada
por la de la vecina Catedral de Santiago, se compone de dos órdenes
de asiento.
La
parte baja está dedicada a la vida de la Virgen María. En la
sillería alta se completa el programa eclesiológico a través de la
cuidada colocación de los santos, según su importancia para la
Orden y para la Iglesia Universal.
Por
último, el guardapolvo, rematado con una crestería realizada por
Romay en 1673, se centra en la vida y milagros del fundador de la
Orden, distribuida en cuarenta y ocho relieves. Mateo de Prado se
inspiró en los grabados de la Vita et miracula… de San Gregorio
Magno, en la edición romana de 1579.
Nota:
La excelsa sillería del coro de San Martín Pinario requiere un
tratamiento aparte. Y lo haremos.
En
fin. Aquí concluye la visita a la iglesia del que fue el Monasterio
de San Martín Pinario, en Santiago de Compostela.
Fin.
Un placer recorrer de nuevo el immenso retablo en el que trabajé en 1990 como restauradora con motivo de la exposición "Galicia no tempo". Formaba parte de un gran equipo y para muchos de nosotros fue una experiencia inolvidable. Volví 20 años después, pero ya hace mucho. Gracias.
ResponderEliminar