Monasterio de Santa María de Montederramo, Ribeira Sacra. Parte 4. Los Claustros y la Escalera de la Sacristía.
Visitamos
Montederramo, en tierras de la Ribeira Sacra, provincia de Ourense,
en el valle del río Mao, muy cerca de la Sierra de San Mamede. El
Monasterio de Santa María, fundado en el siglo XII, benedictino en
sus inicios, y ya cisterciense desde 1153, es un monumento de
extraordinaria importancia.
En
esta Parte 4 vamos a ver la imponente Escalera de la Sacristía y los
dos claustros, el de la Portería y el de las Procesiones, o Reglar
(ambos del siglo XVI). Y una ventana muy destacada, vestigio de época
románica que se conserva en el Monasterio.
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Coordenadas
de situación de Montederramo
en
Galicia. Amplíe el mapa y llegará al
Monasterio de Santa María: 42.274618, -7.501862
Los
textos que figuran en cursiva han sido extraídos del trabajo
titulado: La traza de montea en la construcción de la Escalera de la
Sacristía del monasterio de Santa María de Montederramo en Ourense,
cuya autora es María Inés Pernas Alonso, 2011. Actas del VII
Congreso Nacional de Historia de la Construcción, edita Instituto
Juan de Herrera. Pags 1089 a 1097.
Estamos
en el ábside central de la iglesia, en donde concluyó el capítulo
anterior (Click Aquí). Desde aquí miramos a la izquierda, al brazo
sur del crucero.
En
palabras de la autora:
El
año 1518, fecha de su entrada en la Congregación de Castilla, marcó
el comienzo de importantes transformaciones en el conjunto de
Montederramo, hasta el extremo de que su reconstrucción fue
prácticamente total.
Como
era común en la planta de los monasterios cistercienses, las
dependencias claustrales debían colocarse próximas a la iglesia y a
ser posible con un paso directo. Desde el Claustro Reglar se
realizaba el tránsito a la nave de la Epístola (sur), mediante
una puerta que se abrió en el ángulo Nordeste y que hoy permanece
tapiada (a la izquierda de la imagen).
Desde
el interior de la iglesia, no se hace la conexión con el Claustro
Reglar a través de esta puerta, sino mediante otra más monumental
abierta en el muro Sur del crucero. Ésta da paso a una estancia, en
la que actualmente está la Escalera de la Sacristía, que servía de
nexo entre el Claustro Reglar, la iglesia, la sala capitular y
posiblemente un tercer claustro, que quedó en proyecto.
En
el suelo del brazo sur de la nave del crucero de la iglesia, se
hallan visibles las trazas de montea de un esquema que se asemeja al
de la rampa curva de la escalera de la Sacristía. En el dibujo es
aporeciable un arco con sus correspondientes dovelas. (Eran
trazos geométricos que se realizaban a tamaño real en el suelo y
que servían de modelo para la construcción de un retablo, por
ejemplo, o de una escalera).
La
mayor amplitud que ofrecía la nave del crucero motivó que los
maestros tracistas lo empleasen como sala de trazas para dibujar a
tamaño natural las plantillas para la ejecución de las cerchas
sobre las que llevar a cabo la colocación de dovelas y peldaños.
Nada
más traspasar la puerta de acceso a la escalera, mirando a la
derecha vemos la de acceso al Claustro Reglar, o de las Procesiones.
Y
mirando a la izquierda el muro al que se refiere la autora en el
párrafo siguiente.
La
existencia de un hueco tapiado en el muro Este de la caja de
escaleras, que parece haber sido una puerta de salida, donde hoy se
ha abierto una ventana, los restos en fachada de sillares dispuestos
para la continuación del muro y restos de dovelas de arcos sobre el
muro de la sacristía, son indicios para intuir la intención de
ampliar el monasterio en un nuevo patio.
La
realidad es que la estructura general del monasterio se mantuvo con
dos claustros, siguiendo un esquema típicamente cisterciense y en el
brazo sur del crucero de la iglesia en el lugar destinado a la
sacristía, se construyó una escalera que conocemos como: Escalera
de la Sacristía.
A
la derecha, la puerta por la que acabamos de entrar y, a la
izquierda, el acceso al claustro.
Sobre
esta escalera, existe como única referencia documental la aportada
por Ferro Couselo en cuanto a fechar entre los años 1594 y 1595 las
obras del capítulo, refectorio y celdas, además del enlosado de los
claustros y el «aderezo de la escalera principal» (Ferro Couselo)
refiriéndose a la característica escalera claustral que en los
conjuntos cistercienses daba paso y comunicación entre la iglesia,
los dormitorios y la sala capitular.
En
relación a su autor o autores, se aprecia una correspondencia
estilística entre el trazado de la bóveda que cubre la estancia de
la Sacristía (situada al lado del muro sur del ábside central,
no es visitable) y la de bóveda de la propia escalera. La planta
de la nueva Sacristía fue encargada al maestro Simón de Monasterio
en 1609. El empleo de la bóveda de rincón de claustro, en ambas
salas, hace suponer que el maestro tracista fue efectivamente, Simón
de Monasterio y tal vez Pedro de la Sierra se encargó de su
ejecución, como lo hizo en el resto de la fábrica monástica.
El
desarrollo de la escalera se lleva a cabo mediante tres rampas,
apoyadas las dos primeras en macizos y la última formando un tramo
volado, apoyado sobre un arco de bóveda de cañón. El desembarco de
la última parte lo componen tres peldaños que, al igual que en la
entrada, se sitúan en el espesor del muro que delimita el encuentro
con la galería del piso alto.
Las
pilastras que marcan el cambio de sentido entre tramos son de cuerpo
prismático con un dibujo en recuadro, rematadas en una delgada
zapata que sostiene un pináculo terminado en una esfera.
La
barandilla realizada totalmente en piedra, está formada por grupos
de balaustres, trazados en oblicuo, que sostienen un pasamanos
también en piedra.
Los
tramos de escalones.
De
las escaleras construidas con rampas voladas, la de Montederramo
muestra una concepción más simplificada. De sus tres rampas sólo
la última es un arco de bóveda. Sobrio, carente de toda decoración,
únicamente se destaca la rosca con unos sencillos retranqueos hacia
el interior.
Sin
embargo, este último tramo posee unas características diferenciadas
respecto a la organización dentro del desarrollo general de la
escalera. Por lo general en las escaleras claustrales, el desembarco
del último tramo se realiza —en el sentido de la subida—
directamente en el piso superior del claustro y generalmente a través
de una puerta rematada en un arco o adintelada.
Pero
en la escalera de la Sacristía, el final del tramo de escalones se
prolonga con un gran descanso, que genera una especie de balcón
hacia el hueco de la escalera. Por lo que el acceso al claustro se
hace de forma perpendicular al sentido de la subida y debiendo salvar
un pequeño desnivel que hace necesario subir tres escalones más.
Estamos
a punto de acceder al piso superior del claustro Reglar. Vemos
asomar, aproximadamente en el centro de la imagen, un resto
arquitectónico de la antigua iglesia románica, la ventana, hoy
tapiada, que daba al muro sur de la iglesia.
Subimos
los tres escalones que separan la escalera del piso del claustro.
Nos
encontramos pues en el piso superior del lado este del claustro. A la
derecha la puerta de acceso desde la escalera.
Y
algo más a la derecha esta otra puerta que conduce a salas
pertenecientes a la actual escuela y que permanecen cerradas al
público.
La
puerta. A la izquierda hay una ventana que da a la escalera.
Nos
dirigimos ahora a ver la ventana que hemos mencionado antes.
Pero
antes nos asomamos para ver el patio del claustro desde esta parte.
Doblamos
la esquina y llegamos al lado norte del claustro. Nos encontramos con
esta ventana
románica, que
daba a la nave sur de la iglesia.
Algo
a la izquierda de la ventana está el acceso al coro, que por su
interés será objeto del siguiente capítulo de esta serie.
Abrimos
otra ventana y nos asomamos otra vez para ver el patio del claustro
desde este lado norte.
Ahora
volvemos sobre nuestros pasos, bajamos la escalera y nos dirigimos al
patio del claustro. Aquí vemos la puerta que comunica la escalera
con el claustro, ya desde este mismo.
...la
entrada a la estancia se realiza a través de una portada adintelada
formada por molduras con dibujo denticular. El friso, compuesto de
triglifos y metopas, se apoya en dos columnas de fuste acanalado, con
basa y capitel.
Desde
donde estamos, frente a la puerta, miramos a la izquierda. Al fondo,
lo que fue la puerta, hoy tapiada, que comunicaba el claustro con la
iglesia, en su nave sur.
La
bóveda de crucería, de estilo gótico tardío.
Salimos
al patio del claustro.
Unas
notas de la autora:
Claustro
Reglar o de las Procesiones. Se atribuye su autoría al maestro
cántabro Juan de Cerecedo el Viejo quien introdujo en sus obras
«recursos arquitectónicos utilizados por maestros destacados del
ámbito castellano, como Juan de Badajoz, Rodrigo Gil o fray Martín
de Santiago». El Claustro de las procesiones muestra un estilo
gótico encajado dentro de los nuevos patrones constructivos
clásicos, «ambas tendencias aparecen siempre juntas, pero sin
fundirse jamás» (Chamoso, 1947).
Situado
en el ángulo formado por la nave de la Epístola y el brazo Sur del
crucero de la iglesia, el Claustro Reglar, está compuesto por dos
plantas. La planta baja se cierra mediante cinco arcos de medio
punto, en cada una de sus pandas, apoyados sobre columnas. Algunos de
los arcos mantienen parte de su tracería gótica con calados de
cuadrifolios, espirales o cruces.
La
separación entre los dos pisos está delimitada por una cornisa que
perfila el remate de cada estribo o contrafuerte. El piso alto es de
estilo renacentista, está formado por una arquería de medio punto
apoyada sobre pilastras definidas por cuatro casetones.
El
ritmo del piso alto duplica al inferior, correspondiendo dos arcos
altos por uno bajo. Su remate se corona con una amplia cornisa sobre
la que se colocó una cubierta acristalada, que en la actualidad
permite aprovechar el patio a los escolares en los días de lluvia.
Las
obras del Claustro Reglar se comenzaron en el año 1578 por el lado
Oeste, para continuar con el lateral adjunto al muro de la iglesia,
finalizado en 1581, y con el lado que linda con la huerta
posiblemente acabado en el año 1585. Por último quedaba el lateral
Este, obra que se realizó en el año 1595.
Según
el Libro de Gasto de Obras del monasterio en este año se lleva a
cabo «la obra principal del corredor, secretas, calefactorio y
dormitorios» figurando al frente de las obras el maestro de cantería
Juan de la Sierra.
Una
vez cruzado el patio nos dirigimos al Claustro de la Portería pero
antes vamos a ver el vestíbulo que comunica ambos claustros.
La
puerta del fondo es la que da al Claustro de la Portería. Permanecía
cerrada por lo que para acceder al mismo hemos de volver a la fachada
principal del Monasterio.
Bóveda
de crucería de este vestíbulo.
Claustro
de la Portería.
Como
se menciona más arriba hemos de volver a la fachada del Monasterio.
Nos encontramos ante la portada que da acceso al interior del
recinto, actualmente, se realiza a través de una puerta en arco de
medio punto, que da paso a un vestíbulo rectangular cubierto por una
bóveda de cañón con acabado artesonado.
La
puerta que se ve a la derecha es la que accede al vestíbulo que
comunica ambos claustros.
Unos
apuntes de la profesora Pernas Alonso:
Cruzando
la estancia del vestíbulo se llega al primer patio. De carácter
abierto, concebido como un patio civil o palaciego, es el denominado
Claustro de la Portería.
Era
el patio de la Portería el más exterior y público, relacionando su
uso con las funciones desempeñadas por el abad. Se comenzó su
construcción en el siglo XVI, siguiendo un estilo típicamente
renacentista, aunque las obras avanzaron hasta el siglo XVII,
participando de formas decorativas y elementos emblemáticos que se
repiten en otros monasterios de su entorno, tales como el Claustro
Pequeño de Santo Estevo de Ribas de Sil o el Claustro Procesional de
San Clodio de Leiro.
Su
estructura se ciñe a una planta cuadrada, con una galería en planta
baja de doce metros de largo por tres de ancho, compuesta por cuatro
arcos de medio punto en cada crujía, sostenidos por columnas de
fuste liso.
En
la galería superior, a cada arco se superponen dos tramos
adintelados apoyados sobre zapatas de volutas adornadas con
mascarones. El remate del cuerpo superior se realiza mediante un
friso decorado con motivos florales sobre que apoya una cornisa
moldurada. En ambos pisos los techos son de madera.
En
la actualidad este es el patio más deteriorado, en cuanto a su
estado de conservación, sobre todo en los laterales en los que no
existe un uso comercial de particulares.
Norte.
Acceso desde la fachada principal.
Oeste.
Sur.
Ponemos
aquí punto final a este capítulo dedicado a la Escalera y Claustros
del Monasterio de Montederramo.
En
el siguiente capítulo, Parte 5, volvemos a la iglesia para subir al
coro y ver la sillería de reciente restauración.
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