Visitamos
Cortegada, villa termal situada junto al Miño, en la provincia de
Ourense. Queremos fijarnos en el Antiguo Balneario, hoy cerrado, de
estilo modernista, construido en 1937, y también, muy cerca, en el
Mirador de Coto da Pena, situado sobre un macizo de rocas junto al
río. Antes nos detenemos a contemplar el apacible discurrir del Miño
desde el puente de la carretera, en Filgueira, parroquia del
municipio vecino de Crecente. Y el puente del ferrocarril, que bordea
la ribera del Miño.
El
balcón del antiguo balneario casi flota en las aguas del Miño. La
construcción del embalse de Frieira, en los años 60, 7 kilómetros
aguas abajo, motivó que el nivel del río subiera casi hasta el
nivel donde estaba el antiguo balneario.
Coordenadas
de situación de Cortegada en Galicia. Amplíe el mapa y llegará al
Balneario de 1937: 42.201021, -8.174593
Circulamos
en dirección a Cortegada, desde A Cañiza, por la carretera
PO-406. Nos
detenemos justo aquí: 42.211910, -8.205415
Hay
aquí un panel informativo que leemos con atención:
Una
de las principales características de Galicia es nuestra riqueza
paisajística, y para poder disfrutarla, el visitante se ve obligado
a realizar una parada en este punto situado en la carretera que une A
Cañiza y Filgueira.
Es
el “Mirador de Guillade”, ubicado en “O Coto grande” del
monte “Chan da porteira”, paraje perteneciente a la parroquia de
Filgueira, en el Concello de Crecente.
Desde
este lugar el visitante disfrutará de una panorámica espectacular
de indudable belleza y valor al ver los meandros del Río Miño en su
fluir hacia el Océano Atlántico, de una vista en la margen derecha
del río, de la citada Filgueira y enfrente puede contemplar la villa
termal ourensana de Cortegada de Baños.
Puentes
sobre el Miño. Hacia allá nos dirigimos.
Puente
sobre el Miño, en
el límite entre las provincias de Pontevedra y Ourense.
Estamos
ahora aquí: 42.214757, -8.189675
Recorremos
el puente, mirando
aguas
arriba...
...y
aguas abajo. Vemos el puente del ferrocarril, en primer término, y,
al fondo la vía que surca la ribera del Miño.
Recordamos
aquella mítica canción del gran Andrés Dobarro:
O
tren que me leva pola beira do Miño,
me leva e me leva polo meu camiño.
O tren vai andando pasiño a pasiño
e vaime levando cara o meu destiño.
me leva e me leva polo meu camiño.
O tren vai andando pasiño a pasiño
e vaime levando cara o meu destiño.
Alguen
pode ser que me espere na estación,
na terra da felicidad.
E todo o que sexa amor e paz
o atoupareí eu o tereí
ca miña moza no meu lar.
na terra da felicidad.
E todo o que sexa amor e paz
o atoupareí eu o tereí
ca miña moza no meu lar.
O
tren que me leva camiña e camiña,
vai botando fume, corre pola via.
O rio vai feito un mar de ledicias.
No tren pouco a pouco volto a miña Galicia.
vai botando fume, corre pola via.
O rio vai feito un mar de ledicias.
No tren pouco a pouco volto a miña Galicia.
Pasei
molto tempo sen lar, lonxe de aiqui;
foron mil noites cheas de soidá;
Falando ca xente po las mañás
escoitarei e saberei
o que pasou polo meu lar.
foron mil noites cheas de soidá;
Falando ca xente po las mañás
escoitarei e saberei
o que pasou polo meu lar.
Decimos
adiós al puente.
Llegamos
ahora al lugar en donde está el antiguo balneario,
de 1937. Estamos
aquí 42.201021, -8.174593
A
escasos 150 metros del balneario vemos este embarcadero. En la otra
margen del Miño, la vía del tren sigue su camino.
Divisamos
desde aquí el antiguo balneario.
Estos
parecen ser puestos para los pescadores (?).
Atrás
queda el embarcadero.
El
edificio está cerrado. Hay un panel informativo que vamos a ir
leyendo (texto en
cursiva):
Balneario
de Cortegada. Aguas que curan.
Las
aguas de este balneario son ricas en azufre y hierro, alcanzando los
38 grados, siendo recomendadas para enfermedades respiratorias, de la
piel, gastrointestinales, hepáticas y genitourinarias.
El
aprovechamiento de las aguas termales se pierde en el tiempo. Ya en
época romana eran conocidas. Antiguamente se creía que curaban la
esterilidad de las mujeres.
Continuamos
con la lectura del panel informativo:
En
el siglo XIX se hicieron unas pequeñas “casas de baños”
acondicionadas para que los visitantes pudieran gozar de las aguas,
que fluían libremente de diversos manatiales.
Fue
tal la fama de las aguas curativas de Cortegada, que en tiempos se
llamó Cortegada de Baños.
Antes
de la construcción del embalse de Frieira entre 1960-1970, el nivel
del río era notablemente más bajo.
Detalles
del
panel informativo (muy
muy borrosos), centrados en el aspecto del balneario antes de la
construcción del embalse.
Hoy,
al lado del embalse, se encuentra el balneario modernista, construido
en 1937 y que pronto será complementado con un nuevo centro termal
(este centro ya está en funcionamiento, ojo).
Este
centro termal contará con las características curativas de siempre,
en unas instalaciones de última generación.
Del
mismo modo que en el pasado, las propiedades de las aguas termales de
Cortegada son una apuesta de futuro para el desarrollo económico del
municipio.
Desde
aquí divisamos, en lo alto de las rocas, nuestro próximo objetivo,
el Mirador de Coto da Pena, a unos 400 metros de aquí.
Ahora
vamos a ver el mirador
de Coto da Pena. Estamos
aquí: 42.198076, -8.177164
En
esta zona con mesas a la sombra es donde están situados dos paneles
que informan al visitante. En uno de ellos podemos leer:
Mirador
Coto da pena.
La
grandeza del río Miño vista desde este mirador.
Nos
encontramos en el tramo medio del río Miño, el más importante de
Galicia, de 307 kilómetros de longitud.
Su
aspecto actual no es el que siempre tuvo, ya que la construcción del
embalse de Frieira en 1970 aguas abajo de Cortegada, cambió el
aspecto del río creando un paisaje de riberas tranquilas y amplias
masas de agua, inundando los antiguos molinos de agua y las
pesqueiras.
Continuamos
con la lectura del panel informativo:
El
aumento del nivel de las aguas cambió el equilibrio ecológico sobre
todo de las especies migratorias como el salmón y la lamprea que en
tiempos habían sido muy abundantes, y que dejaron estas aguas por la
imposibilidad de superar el embalse para desovar.
El
tren bordea el río Miño uniendo Ourense con Vigo, desde el año
1881. Las antiguas máquinas de vapor dejaron paso a las modernas
máquinas, que todavía acompañan en su viaje al padre de los ríos
gallegos. El Miño sigue articulando el territorio de Cortegada
alrededor de nuevos usos que van cambiando el aspecto del paisaje.
Nos
encaminamos a las pasarelas de madera del mirador.
Llegamos
a la parte superior del mirador y miramos río abajo...
...y
río arriba.
Leemos
ahora el segundo panel informativo situado en la zona de acceso al
mirador:
Mirador
Coto da Pena.
Espacio
creado para la contemplación del valle del tramo medio del río
Miño. Se trata de un mirador construido en madera el año 2015 sobre
un macizo rocoso que forma un balcón sobre el río a una altura de
30 metros. En este lugar las aguas del Miño se encuentran embalsadas
por la presa de Frieira, situada a unos pocos kilómetros río abajo.
Podemos disfrutar de las vistas del antiguo Balneario de 1937,
de frondosa vegetación y al fondo la villa de Cortegada.
Flora.
Robledales
(Quercus robur); alcornoques (Quercus suber); abedules (Alnus
glutinosa y Betulo-Molinietum); matorrales húmedos; reductos de
turberas altas y vegetación acuática.
Fauna.
Bioindicadores
de la salud de los ecosistemas fluviales como la nutria (Lutra lutra)
y el mejillón de río (Margaritifera margaritifera). Refugios de
avifauna acuática con colonias invernantes y reproductoras.
A
la derecha asoma entre la frondosa vegetación el antiguo balneario y
en la ladera vemos parte de la villa de Cortegada.
Ha
llegado la hora de concluir la visita de hoy. Emprendemos el camino
de regreso.
Fin.
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