Estamos
en Pantón, municipio de la Ribeira Sacra con un rico patrimonio
histórico y natural. El paseo de hoy nos ofrece el contraste entre
el silencio del bosque y el sonido ensordecedor del agua. Simple.
El
río Aguianza vierte sus aguas al Miño pero unos metros antes nos
regala la cascada (fervenza, en lengua gallega) de Augacaída.
Caminamos por el bosque en moderado descenso unos 1,5 kilómetros, el
último tramo, eso sí, es algo más escarpado. Salvamos el desnivel
bajando por una pasarela de madera de reciente instalación y vemos
la cuerda a la que había que asirse anteriormente.
Coordenadas
de situación de Pantón
en
Galicia. Amplíe el mapa y llegará al
inicio de nuestro paseo de hoy: 42.515259, -7.702939
Desde
la N-120 tomamos el desvío en Guitara. Cogemos al carretera LU-4107,
recorremos algo más de 3,5 kilómetros y llegamos al inicio de la
ruta hasta la fervenza.
Estamos justo aquí: 42.515259, -7.702939
No
hay mucho que decir, tan sólo caminar en el silencio de este bosque.
Aquí
el sendero gira 90º a la izquierda y empieza a descender. Todo el
camino hasta la fervenza
está perfectamente señalizado, con postes indicadores situados en
lugares en los que la confluencia de otros senderos de la zona nos
podrían llevar a la confusión.
Otros
90º, ahora a la derecha.
Hemos
caminado ya unos 900 metros desde el inicio. Aquí hay un desvío a
la derecha por el que continúa el sendero homologado PR G 162.
Caminaremos el tramo que nos separa de las inmediaciones de la
cascada coincidiendo con este sendero, que desde este cruce sigue su
curso. El mencionado PR G 162, el de mayor longitud de los que hay en
la Ribeira Sacra, tiene algo más de 35 kilómetros, en los
municipios de O Saviñao y Pantón, o viceversa.
Leemos
en la Guía de Rutas de Senderismo y BBT, editada por el
Consorcio de Turismo Ribeira Sacra algo acerca del PR G 162:
Esta
ruta, de más de 30 km kilómetros, transcurre paralela al río Miño
por los municipios de O Saviñao y Pantón. El cañón del río Miño,
define el paisaje del recorrido, en el que podremos apreciar la
riqueza arquitectónica de la Ribeira Sacra, atravesando pequeñas
aldeas, riachuelos, cascadas y una rica vegetación, donde predominan
los bosques de castaños y robles.
El
otro factor que define el paisaje de la ruta es el de los
tradicionales viñedos en terrazas, presentes en todo el camino.
Entre los elementos arquitectónicos que se encuentran en la ruta,
están varias construcciones de origen románico, como las iglesias
de Santo Estevo de Ribas de Miño, la de San Paio de Diomondi, la de
San Martiño da Cova o San Estevo de Atán.
También
atravesaremos varias muestras del patrimonio castrexo gallego y
diferentes poblaciones. Otro elemento de gran interés, es el de los
llamados Codos de Belesar. Se trata de un tramo de camino empedrado,
con origen en la época romana, que desciende sinuosamente hasta el
pueblo de Belesar.
A
lo largo del trayecto, la ruta pasa por varias áreas fluviales y
recreativas, con servicio de hostelería, y embarcaderos, desde lo
cuales se puede tomar un barco para realizar un viaje turístico por
el cañón del río Miño.
El
indicador señala también la dirección correcta hacia el Castro de
Marce, al que se llega después de tomar otro desvío que veremos más
adelante. La señalización en colores blanco y amarillo distintiva
de los senderos homologados ya no nos abandonará en un buen trecho.
En
el camino encontramos esta antigua bodega.
Unos
pasos más adelante llegamos a otro desvío. A la derecha nos
podríamos dirigir al Castro de Marce, que está a unos 650 metros de
aquí, mirando el Miño desde lo alto. Pero vamos a continuar por el
estrecho sendero de la izquierda, hay unos escalones tallados en la
roca.
Por
aquí continúa también el PR G 162. El indicador señala que es un
tramo peligroso. Si bien el camino se estrecha considerablemente, se
vuelve más sinuoso y también toma un marcado sentido descendente,
creemos que no resulta peligroso aunque hay que ir con precaución,
claro está.
La
estrechez del sendero.
Miramos
hacia nuestra espalda. En la parte superior de la imagen podemos
distinguir los escalones tallados en la roca.
Ahora
sí que la inclinación es más acusada.
Unos
pasos más adelante llegamos a este lugar en el está el desvío a la
derecha que nos conduce a la cascada/fervenza de Augacaída. El PR G
162 continúa.
Hemos
venido por el sendero a la derecha de la imagen y nos disponemos a
descender hacia la cascada por el camino con listones de madera a
modo de escalones.
Otra
vez se nos indica que el tramos es peligroso. Tal vez por que
anteriormente, antes de la instalación de las pasarelas de madera
que vamos a ir viendo, había que descender agarrados a una cuerda.
Divisamos
la cascada.
Desde
la pasarela de madera vemos la cuerda a la que había que asirse
anteriormente para llegar a la cascada. Debía de ser más complicado
de lo que lo es actualmente.
El
Río Aguianza continúa después de la cascada un breve trecho hasta
ir a morir en el Miño.
En
fin, llega la hora de regresar.
La
susodicha cuerda.
Fin.
Un lugar bellisimo... asi es toda la ribeira sacra... con ganas de ir nuevamente.
ResponderEliminarNada más que añadir, Feliciano. Tan sólo darte las gracias por pasarte por aquí.
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