Estamos
en Augas Santas, en el municipio de Allariz, provincia de Ourense.
Continuamos esta serie de capítulos en los que visitamos los lugares
en los que se produjeron, a lo largo de los siglos los
acontecimientos ligados al martirio de Mariña, en el siglo II, en
tiempos de los romanos. En el siglo IX se descubre su sepulcro, lo
que da lugar a una honda devoción que llega a nuestros días. Ya a
finales del siglo XII y principios del XIII se construye la iglesia
románica, objeto de nuestro dos capítulos anteriores.
Muy
cerca, la inconclusa Basílica de la Ascensión, iniciada a finales
del siglo XIII, en cuya cripta se halla el Forno da Santa, donde tuvo
lugar el martirio de Mariña, objeto de esta Parte 3. También muy
cerca, la antigua calzada romana nos lleva al Castro o Cidade de
Armeá, de época castreña, que veremos en el siguiente capítulo.
Además, otros puntos de interés que iremos viendo, por ejemplo, por
aquí pasa el ramal sur de la Vía de la Plata del Camino de
Santiago.
Click Aquí para ver la Parte 1: Iglesia Románica de Santa Mariña. El Exterior.
Click Aquí para ver la Parte 2: Iglesia Románica de Santa Mariña. El Interior.
Click Aquí para ver todas nuestras visitas a Allariz.
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Coordenadas
de situación de la Basílica y los Fornos en Augas Santas, municipio
de Allariz: 42.243410, -7.793200
Apenas
hay 600 metros entre la iglesia de Santa Mariña y la Basílica da
Asunción y el Forno da Santa.
Se recorren los 600 metros por un camino que atraviesa el bosque.
Destacamos la belleza de estos parajes que se añade al conjunto de
sitios de gran interés que se concentran en este bendito lugar de
Augas Santas, muniicipio de Allariz.
También
podemos llegar a la Basílica y al castro de Armeá a través de otro
hermoso sendero que nos conduce por el bosque, desde el núcleo de
casas de la aldea de Armeá.
Aquí
confluye el camino por el que venimos desde el núcleo de casas de
Armeá, con el sendero que viene de la iglesia de Santa Mariña.
Nos
detenemos. Debajo del árbol hay un panel informativo, que leemos
mientras el silencio nos acompaña:
Santa
Mariña de Augas Santas.
Santa
Mariña de Augas Santas constituye un atractivo conjunto histórico,
artístico y paisajístico, en el que se mezclan historia, tradición
y leyenda.
La
tradición nace vinculada a la existencia y martirio de Mariña,
natural de A Limia (según las fuentes historiográficas), que en la
época de Adriano se resiste a los deseos de un prefecto en la
Cidade de Armeá, llamado Olibrio, que utilizó todo tipo de
estrategias para vencer su resistencia, incluida la carcel, el juicio
y el castigo. Pero nada dio resultado ante la férrea voluntad de la
muchacha, ni el látigo, ni los garfios, ni el diablo en forma de
dragón.
Condenada
a morir abrasada en un horno próximo, saldría viva gracias a San
Pedro, que la dejó al lado de un estanque. Finalmente el prefecto
ordenó que le cortaran la cabeza, que fue tajada de un golpe, pero
botó tres veces, manando una fuente de cada bote. En el lugar en el
que fue enterrada surgió un templo, en el que nadie más fue
enterrado.
La
presencia de restos romanos y castrexos en la zona (Calzada Romana o
Cidade de Armeá) fue aprovechada por la tradición para vincularlos
al martirio de la Santa, añadiéndole posteriormente otros elementos
como la Santa de piedra del siglo XVIII, el Carballo da Santa (ya
desaparecido) e impregnando todo el conjunto de un sentido cristiano.
Monumentos,
fuentes, árboles y lugares constituyen así el telón de fondo de
una leyenda que sigue viva,, enraizada en tres elementos
fundamentales: paisaje, piedra y, por supuesto, agua.
Otro
día, el mismo lugar, sol.
Continuamos
caminando.
Estamos
pisando lo que fue calzada romana. Parecen marcas de ruedas de carro.
Encontramos
otro panel más, acerca de la calzada romana:
Calzada
Romana.
Se
trata de una derivación de la Vía XVIII del Itinerario de Antonino
que desde Allariz, por Frieira, Roiriz, Turzás y Santa Mariña
conduce al Valle de A Rábeda con dirección a Ourense. En la Edad
Media fue utilizada por los peregrinos que recorrían la Ruta de la
Plata.
Ya
muy cerca de la basílica, que vemos al fondo, llegamos al denominado
Asento da Santa, donde la tradición dice que Mariña pastoreaba a
su ganado.
Llegamos
a la Basílica da Asunción. Vemos la parte del ábside. A la
izquierda se ve la canalización de agua que llegaba a la cripta.
Caminamos
junto al muro norte y sus gruesos contrafuertes.
La
única puerta de entrada al interior, en este muro norte.
Ya
en el interior, en la nave, a la izquierda, la puerta de entrada y el
panel informativo que pasamos a leer.
Basílica
da Asunción y Os Fornos.
La
cripta, conocida como “Os Fornos”, se relaciona con los llamados
“monumentos con horno y pedra formosa”, propios de la etapa final
de la cultura castrexa del noroeste. La tradición sitúa aquí el
martirio de Santa Mariña, condenada a morir abrasada y a la que San
Pedro sacó por un pequeño agujero en la parte superior del horno.
Esta
planta sólo la integran tres estancias: la primera, cubierta con una
bóveda de cañón apuntada que por su decoración, semejante a la
del Santuario hace pensar en una cronología del siglo XIII; las
laudas de diversa tipología y formato debieron ser anteriores a esta
construcción; en el ángulo SO una especie de piscina pétrea recoge
de una grieta abierta en el muro.
A
la segunda estancia se accede por una pequeña puerta semicircular
abierta en una gran piedra lisa con dos dragones o bichas a los
lados; también esta estancia está cubierta con una bóveda de cañón
apuntada.
Al
fondo se encuentra la tercera estancia, el horno propiamente dicho,
con aparejo irregular y una falsa cúpula, rematada con una losa en
la que se abre una agujero a modo de chimenea, por donde, según la
tradición, salió la Santa.
Intercalamos
aquí la ilustración que figura en el panel.
Continuamos
con la lectura del panel:
Horno,
pedra fermosa y la piscina son elementos característicos de las
llamadas “cámaras funerarias de la cultura castrexa”; a pesar de
este nombre, la arqueología actual los considera “edificios
públicos de carácter termal”. Posible interpretación: se
trataría de una edificación de gran antigüedad – castrexo final
o galaicorromano - con finalidad termal, remodelada en época
prerrománica, posiblemente coincidiendo con la difusión de la
leyenda de Santa Mariña en los siglos VI y VII, con la
correspondiente sustitución de ritos y que en época románica
tardía, en el siglo XII, se integra en un programa más ambicioso
que no llega a rematarse.
La
Basílica da Asunción fue declarada conjunto monumental en 1955.
Comenzó a construirse a finales del siglo XIII con obra románica
avanzada y se abandonó inconclusa, tal como está hoy, en la primera
mitad del siglo XIV, coincidiendo con la decadencia de los
templarios, promotores de su construcción. En el centro de la
teórica nave se encuentra la salida de la chimenea del horno de la
cripta.
Nota:
Hemos tomado unos breves apuntes del trabajo titulado: La
Basílica da Ascensión y Os Fornos (Allariz, Ourense) y la
cristianización de la arquitectura en la Antigüedad Tardía,
publicado en: Estudos
do Quaternário, 12, APEQ, Braga, 2015, pp. 111-132.
Sus
autores son las
profesoras
Rebeca
Blanco-Rotea, Sonia García Rodríguez, Cristina Mato-Fresán, y el
profesor Jorge Sanjurjo-Sánchez.
En
el resumen de su trabajo los autores señalan:
Se
presenta el estudio arqueológico e histórico del conjunto
arquitectónico de la Basílica da Ascensión y Os Fornos (Allariz),
un monumento que, a través de sucesivas reformas, ha estado en uso
desde la Edad del Hierro hasta la actualidad. Dada la hipótesis que
barajamos, creemos que el cambio conceptualmente más importante es
la conversión de una sauna vinculada al vecino castro de Armeá en
un lugar de culto cristiano que conmemora un episodio del martirio de
Santa Mariña en el siglo VI. Modificaciones posteriores, de mayor
importancia material, perpetúan la dedicación cristiana del
edificio.
Chimenea
que
se encuentra en el centro de la nave, por la que según la tradición,
salió la Santa cuando San Pedro la salvó de morir abrasada.
Los
autores describen el conjunto:
El
edificio consta de una iglesia sobre el nivel del suelo y una cripta.
La iglesia presenta una planta absidial, de una sola nave, con
cabecera recta. El presbiterio es más estrecho que la nave y el
ábside, pues allí se localizan las escaleras de bajada a la cripta.
Hay una puerta en el muro norte de la nave.
Al
exterior se localizan varios contrafuertes, a la altura del
presbiterio se disponen dos de mayor desarrollo que los otros porque
albergan la caja de las escaleras de bajada a la cripta.
Vista
desde
el ábside.
Puerta
norte de
acceso a la cripta.
Se
observa en el dintel la cruz de los templarios, que fueron los
promotores de la obra de la inconclusa basílica.
Puerta
sur. En
este día se hallaba cerrada...
Pero
volvimos en otra ocasión y estaba abierta.
Bajamos
las escaleras, miramos hacia atrás. La cripta está casi a oscuras.
Seguimos
ahora las explicaciones de los autores:
La
cripta se articula en dos estancias, separadas por una gran losa de
granito.
La
primera estancia tiene una planta basilical dividida en tres tramos
abovedados de diferente tamaño separados por arcos apuntados, siendo
el ábside el más oriental. Las paredes de este sector están
realizadas en sillería de granito de similares características a
las de la iglesia.
El
suelo de este sector está realizado con losas de granito
irregulares, aunque está muy alterado por las intervenciones
arqueológicas realizadas, lo que hace que sea de difícil tránsito.
Apoyadas en las paredes hay laudas sepulcrales que estaban
reutilizadas en el enlosado.
En
el extremo de esta estancia se localiza una gran losa de granito
emparentada con las pedras fermosas propias de las saunas de la Edad
del Hierro del Norte de Portugal.
La
citada losa da acceso a la segunda estancia, que a su vez, se divide
en dos, una de planta rectangular y otra de planta circular, el
forno. La primera está cubierta por una bóveda de sillería
generada por un arco de medio punto. El forno es un espacio de
reducidas dimensiones de planta circular abovedada rematada por una
losa con un agujero circular que la tradición vincula con la leyenda
de Santa Mariña.
Una
vez que hemos terminado de bajar las estrechas y oscuras escaleras,
nos fijamos en las laudas sepulcrales mencionadas.
Mirando
a nuestra izquierda vemos parte de la primera estancia citada. Al
fondo, la gran losa, pedra formosa, que separa este estancia de la
segunda. Aunque no se ve apenas, a ambos lados de la puerta están
los relieves que mencionaba el panel informativo, que representan dos
dragones o bichas. A la izquierda, al fondo, un depósito para el
agua.
Aquí
vemos el canal de desagüe,en el suelo de esta parte de la estancia.
Nos
acercamos a este pequeño altar y a la única ventana que aporta luz
a la cripta. Esta parte es de construcción posterior al horno.
Ahora
estamos en el extremo contrario de esta primera estancia, la Pedra
Formosa,
con
una cruz grabada en la parte superior.
A
la izquierda de la Pedra
Formosa,
el depósito más arriba mencionado.
Ahora
nos encontramos en la parte cuadrangular de la segunda estancia
citada por los autores.
Al
fondo, el Forno.
Unos
pasos más adelante, el Forno.
Vista
desde el interior del Forno.
Introducimos
aquí las reflexiones de los autores acerca de las etapas de
construcción del edificio:
Existen
cuatro grandes fases constructivas en el monumento que, a su vez,
marcan el ritmo de la reutilización de este espacio y la
reinterpretación a lo largo de los siglos.
El
origen del conjunto monumental se remonta a la Edad del Hierro y está
en relación con el adyacente castro de Armeá. La cripta, el forno y
el suelo de la sala rectangular son los espacios más antiguos.
La
segunda fase corresponde a una reforma altomedieval. Se construye
delante del forno la estancia rectangular con muros de
sillería, que ha sido fechada por algunos autores en época visigoda
y otros consideran estos muros prerrománicos. García
Quintela baraja la hipótesis de que el culto cristiano habría sido
introducido por Hidacio (395-470), obispo de Chaves originario de la
Limia (región que engloba a Augas Santas) o sus sucesores.
Nuestra
hipótesis nos lleva a fechar esta segunda fase en el siglo VI d.C.
Esta fecha se relaciona con la fijación de la leyenda de Mariña y
la cristianización del paisaje de Augas Santas. Este segundo
edificio sería una pequeña capilla dedicada a Santa Mariña, cuyo
ábside sería el Forno.
Una
tercera fase consiste en la reforma puntual de esta capilla,
con la construcción de una bóveda de cañón de medio punto, en
torno al siglo XII o XIII.
La
cuarta parte oculta los lugares anteriores en una cripta y
monumentaliza el lugar con la iglesia inacabada (sería anterior a
finales del siglo XIV). Sobre la cripta se edifica la iglesia
que dobla las dimensiones de la misma a lo ancho y a lo largo. Para
su construcción deben soterrarse las edificaciones previas y se
habilitan sendas escaleras de acceso a las mismas, es decir, se
diseñó un edificio que acogió y mantuvo viva la tradición
anterior.
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