Iglesia Románica de Santa Mariña de Augas Santas. En Allariz. Parte 2: Interior. El Camarín de la Santa.
Estamos
en Augas Santas, en el municipio de Allariz, provincia de Ourense.
Continuamos esta serie de capítulos en los que visitaremos los
lugares en los que se produjeron, a lo largo de los siglos los
acontecimientos ligados al martirio de Mariña, en el siglo II, en
tiempos de los romanos. En el siglo IX se descubre su sepulcro, lo
que da lugar a una honda devoción que llega a nuestros días. Ya a
finales del siglo XII y principios del XIII se construye la iglesia
románica, cuyo interior, donde destaca el camarín donde descansan
los restos de Santa Mariña, veremos en esta Parte 2.
Muy
cerca, la inconclusa Basílica de la Ascensión, iniciada a finales
del siglo XIII, en cuya cripta se halla el Forno da Santa, donde tuvo
lugar el martirio de Mariña, objeto de la Parte 3, siguiente
capítulo. También muy cerca, la antigua calzada romana nos lleva al
Castro o Cidade de Armeá, de época castreña. Además, otros puntos
de interés que iremos viendo, por ejemplo, por aquí pasa el ramal
sur de la Vía de la Plata del Camino de Santiago.
Camarín
de la Santa.
Click Aquí para ver la Parte 1: Exterior, las fachadas de la iglesia.
Click Aquí para ver todas nuestras visitas a Allariz.
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Coordenadas
de situación de la iglesia de Santa Mariña de Augas Santas, en
Allariz, provincia de Ourense: 42.240701, -7.786608
Este
plano acompaña a un texto en un panel informativo situado en el
exterior de la iglesia, al lado de la puerta de acceso de la fachada
norte. Leemos el panel:
No
existen referencias documentales anteriores al siglo XI. El
descubrimiento de la tumba de la Santa se sitúa en el reinado
de Alfonso II, el Casto (759-842), cuando se levantaría un pequeño
templo predecesor del actual.
La
fábrica de la iglesia actual es románica de finales del siglo XII y
comienzos del XIII. La torre del reloj y las campanas, así como los
pináculos de remate de la fachada y las cúpulas de las
torres de las calles laterales son barrocas del siglo XVIII.
En
el interior, la tribuna de madera se construyó en el siglo XVIII.
Las cubiertas con artesonado de madera fueron decoradas en el siglo
XV conforme a las tradiciones moriscas. Las pinturas de la parte
superior de los arcos triunfales pertenecen al siglo XVI y se
atribuyen al llamado maestro de Sixto.
El
Mausoleo o Camarín de la Santa se yergue sobre lo que se consideró
su sepulcro con una lauda lisa sobre la tierra y pertenece al siglo
XVIII, con las imágenes de Santa Mariña en el centro y Santa Marta
y Santa Eulalia a los lados (Nota:
En la fecha de nuestra visita estas dos imágenes no se encontraban
en el camarín).
Justo
al entrar, a la izquierda, esquina noroeste, pila bautismal.
Retablo
situado al lado, en la nave norte.
Desde
aquí, miramos hacia la cubierta, el arco apuntado que separa la nave
central de la lateral norte y el falso triforio, a semejanza del de
la iglesia de la Colegiata de Xunqueira de Ambía.
Avanzamos
por la nave norte, pasamos junto a la puerta de acceso situada en el
segundo tramo y llegamos casi al crucero donde vemos el púlpito.
Ábside
de esta nave norte.
Regresamos
a la parte de la entrada a la iglesia. Nave sur. Este retablo que
oculta la antigua puerta de acceso al exterior de la iglesia. En el
siglo XVI había un pórtico en el exterior que se transformó en un
espacio cubierto, dedicado a lugar de enterramiento de personas de la
nobleza y a sacristía.
Camarín
de la Santa.
La
leyenda o tradición nos dice que, en estos lugares, en el siglo II,
en tiempos de los romanos,
sucedieron una serie de hechos que con el tiempo fueron generando una
gran devoción. Mariña fue una joven cristiana que sufrió un
martirio. Hallándose cuidando de su rebaño de ovejas, Olibrio,
lugarteniente del emperador romano, de paso por el lugar, de camino
de Armeá, se interesó por ella y mandó que la llevaran a su
presencia. Mariña no accedió a los deseos de Olibrio, por lo que
éste ordenó que la torturaran y después que la quemaran viva en un
horno.
Esto
sucedió en la actual cripta de la Basílica de la Ascensión, el
Forno da Santa, que de aquella era un lugar de culto precristiano
dedicado a la veneración de las aguas. Cuando Mariña iba a morir
abrasada, San Pedro cogiéndola por los cabellos, logró sacarla de
allí por un agujero que aún hoy se puede ver en la bóveda de la
cripta.
Ante
esto, Olibrio mandó decapitarla y cuando el verdugo dio el golpe
mortal, la cabeza de Mariña cayó y rebotó tres veces, brotando
tres fuentes de agua cristalina. Las tres fuentes se encuentran
situadas en el entorno de la iglesia actual, como veremos. Con el
paso de los años se fue generando una gran devoción por Santa
Mariña.
La
tradición también nos dice que la tumba de Santa Mariña fue
descubierta de forma milagrosa en tiempos del rey Alfonso II el
Casto, cuyo reinado se desarrolló entre finales del siglo VIII y
mediados del siglo IX. El rey, tal como hizo en el descubrimiento de
la tumba del Apóstol Santiago, que también tuvo lugar en su
reinado, mandó construir una iglesia para proteger el mausoleo en el
que estaba enterrada la santa.
Los
testimonios documentales
de los que se dispone señalan
que en el
siglo XI Santa Mariña pertenecía al Monasterio de San Salvador de
Celanova. Ya a finales del siglo XII pasó a pertenecer a la diócesis
de Ourense. El Obispado dio un impulso al santuario que llevó entre
otras acciones al inicio de la actual iglesia románica,
entre finales del siglo XII y toda la primera mitad del siglo XIII.
La
iglesia románica que vemos hoy es como
fue construida, con algunas modificaciones: En el siglo XVI, como
ya se ha señalado, se
cubrió el pórtico
de la parte sur, que se dedicó a sacristía y a lugar para
enterramientos de miembros de la nobleza; más adelante, en los años
centrales del siglo XVIII se hicieron otras obras: en 1753 se retira
la torre campanario existente y sus piedras son reutilizadas para en
el empedrado del actual atrio. También en esa época de sustituye la
antigua espadaña por el actual campanario, en el centro de la
fachada principal.
Recogemos
unos breves párrafos, en cursiva, extraídos del trabajo de D.
Enrique Bande Rodríguez, publicado en la Revista Narria: Estudios de
artes y costumbres populares. Año 1997. Número 79-80. Dedicado a
Orense. Páginas 41 a 48:
En
1775 se hizo nuevo el templete que en la actualidad alberga el
sarcófago de la Santa situado en la nave lateral sur del templo.
Dentro del templete aparece la efigie de la imagen de la Santa y de
dos angelotes de estilo neoclásico uno a cada lado de la imagen. El
templete está cubierto por una bóveda con tres columnas por delante
y otras tres por detrás y un vano en arco de medio punto a los pies
y otro a la cabecera.
A
la efigie para que fuese una representación simbólica de la Santa
le pusieron unos atributos inspirados en la leyenda que dió origen a
la vida de la Santa. Estos son: la corona, señal de que la Santa
reina y domina sobre los males físicos, psíquicos y morales; la
palma en la mano izquierda en señal del martirio; la cruz en la mano
derecha para indicar que la Santa triunfó sobre los males que
acechan a los humanos, la túnica azul que nos indica el color del
cielo, patria definitiva de la Santa, la capa roja que simboliza la
sangre derramada por la Santa en su martirio y la serpiente que tiene
a sus pies que indica que el demonio, encarnación del mal le está
sometido y significa también el dominio y la victoria de la santa
sobre el mal.
Desde
donde está el camarín, miramos hacia la cubierta, el arco apuntado
que separa la nave central de la lateral sur.
Seguimos
mirando hacia arriba, ahora el coro y el falso triforio.
Los
capiteles tienen, en su gran mayoría, motivos vegetales.
Llegando
al final de este muro sur, al lado del ábside, la puerta de acceso a
la sacristía.
Ábside
sur. Retablo, columnas, capiteles y la bóveda de cascarón.
Desde
aquí, al lado del ábside sur, vemos los arcos apuntados de
separación entre las naves, el rosetón central, el falso triforio,
y la cubierta.
Desde
el lado contrario, ahora el ábside central queda a nuestra
izquierda.
Ábside
central. Tiene un tramo recto, con bóveda de cañón, y otro
semicircular, con bóveda de cascarón.
Capiteles
del arco triunfal y de los arcos formeros. Motivos vegetales.
Rosetón
sobre el ábside central.
Otra
imagen de Santa Mariña.
Subida
al coro.
El
camarín de la Santa desde aquí.
En
esta parte, aquí arriba, casi a oscuras, nos fijamos en dos
capiteles que destacan entre el conjunto de los restantes, de motivos
vegetales. Según leemos en el minucioso trabajo acerca de la
iglesia de Santa Mariña de la web romanicodigital.com (Click Aquí):
...dos
capiteles figurados situados ambos en el último tramo de la nave. En
uno de ellos un grupo de personajes sentados en diversas posiciones
parecen hablar entre sí, lo que se deduce del intercambio de miradas
y por la gestualización de las manos.
En
el otro vemos a un personaje vestido en el centro de la cesta que
parece amenazado por dos sirenas. Estas aparecen bajo su forma más
clásica con cuerpo de ave. La larga cola que se enrolla en la parte
superior del capitel, como si de un tallo vegetal se tratase, es muy
habitual en las representaciones contemporáneas de este híbrido de
origen mitológico.
Termina
aquí la visita a la iglesia de Santa Mariña de Augas Santas. En el
siguiente capítulo emprenderemos el camino hacia la Basílica da
Asunción y los Fornos da Santa.
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