En
Ourense se celebró la exposición:
In Tempore Sueborum. El tiempo de los Suevos en la Gallaecia
(411-585). El primer reino medieval de occidente.
Tuvo lugar entre el 15 de diciembre de 2017 y el 6 de mayo de 2018,
desarrollándose en tres espacios distintos: El Centro Cultural
Marcos Valcárcel, la iglesia de Santa María Nai y el Museo
Municipal.
En
la Parte I de la exposición se narra como los suevos llegan y se
instalan en la Gallaecia (entre los siglos IV y VI), en la época de
las Grandes Migraciones/Invasiones en toda Europa (se explica la
convivencia de los romanos con los distintos pueblos bárbaros); y
como se desarrolla el Reino Suevo entre los años 411 y 585.
Collar
o diadema formada por cuarenta y cuatro elementos.
Oro.
Siglo V. Beiral do Lima (Ponte de Lima, Portugal). Museu de Etnologia
do Porto / Direçao Regional de Cultura-Norte.
Click Aquí para ver el capítulo anterior.
Click Aquí para ver el capítulo anterior.
Nota:
Indicamos que todos los
textos que no son propios, como las notas procedentes del folleto
informativo, así como las transcripciones de los textos de los
paneles de la exposición, descripciones de las piezas y obras
expuestas, irán en cursiva.
Continúa
la visita. La sala de la exposición se compone de dos largos
pasillos separados por columnas. Hemos recorrido ya, en los dos
capítulos anteriores, casi en su totalidad, uno de los dos pasillos
y estamos llegando al final de esta parte de la sala.
A
la derecha, la siguiente pieza que vamos a ver. A la izquierda vemos
una presentación audiovisual, que por desgracia no podemos
reproducir aquí. En la pared de enfrente vemos la proyección de una
película sobre la exposición. Continuaremos por la izquierda para
ver la otra parte de la sala, el otro gran pasillo, que se recorre en
sentido contrario a este en el que nos encontramos (esperamos que se
haya entendido...).
Lauda
sepulcral de Modesa.
Granito.
Siglos V-VI. San Bartolomé de Rebordanes (Tui, Pontevedra). Museo de
Pontevedra.
+
HIC REQUIESCIT MODESA
«AQUÍ
DESCANSA MODESA»
Ahora
continuamos con las vitrinas y paneles de la imagen. Iniciamos el
recorrido por el pasillo de la derecha.
En
la pared de enfrente hay otros tres paneles, que iremos viendo. A la
izquierda de la imagen vemos, al fondo, el último panel de esta
Parte I de la exposición, aquí, en el Marcos Valcárcel.
Los
dos primeros paneles y la vitrina que veremos a continuación. En
primer lugar, el panel de la izquierda.
Texto
principal, situado en la parte superior:
El
Regnum Sueborum en la Gallaecia.
La
creación del primer reino medieval de occidente.
En
el año 409, los suevos, acompañados de vándalos y alanos
atraviesan los Pirineos. El conjunto poblacional suevo se habría
constituido como una nueva unidad política durante su estancia en la
Galia. El nombre que adoptan como identidad colectiva (suevos) está
relacionado con el hecho de tratarse de un apelativo dotado de cierto
prestigio entre los bárbaros; y con la presencia de un grupo
aristocrático aglutinado en torno a una estirpe regia dirigida por
un «jefe
militar»
suevo. El contingente poblacional que se asentó en la Gallaecia
estaba formado por cuado-suevos.
Mapa
de la parte inferior.
Áreas
de asentamiento de los bárbaros en Hispania a comienzos del siglo V.
Vándalos
asdingos (verde claro), Suevos (azul),
Vándalos silingos (gris), Alanos (naranja).
Vías
Romanas. Capital de provincia (punto negro). Capital de
conventus (punto blanco).
Textos
situados en la parte inferior, a la derecha:
«Los
alanos, vándalos y suevos invaden las Españas en el año 447 de la
Era. Algunos dicen el cuarto día de las calendas de octubre, otros
el tercero antes de los idus, tercera feria, cuando eran cónsules
Honorio por octava vez y Arcadio hijo de Teodosio por la tercera».
Hidacio,
34.
«
(…) los bárbaros (…) se reparten los territorios de las
provincias para establecerse. Los vándalos ocupan Galicia y los
suevos la parte situada al oeste junto al océano. Los alanos la
Cartaginense y Lusitania y loa vándalos silingos la Bética».
Hidacio,
41.
Panel
situado al lado del anterior.
Una
historia contada por y para la élite romana.
La
historia del reino suevo es esencialmente un relato contado por los
romanos y para los romanos. Hidacio, obispo de Aquae
Flaviae (Chaves, Portugal) y nacido en la Lemica
Civitate (Xinzo de Limia, Ourense), es nuestra principal
fuente de inspiración, a través de la Crónica
que escribió hasta probablemente el mismo momento de su muerte,
hacia el año 469.
La
imagen de la parte inferior corresponde a las Termas de Aquae Flaviae
(Chaves, Portugal). La otra imagen corresponde al puente romano
construido bajo el mandato del emperador Trajano, también en Chaves.
La
vitrina que sigue está relacionada con los paneles previos.
Libro
de las historias de Idacio de Fray Prudencio de Sandoval.
Impreso
en papel, encuadernación en piel. Siglo XVII (1634). Zaragoza
(España). Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de
Madrid (España).
Esta
ilustración acompaña a la descripción de la obra.
En
la pared de enfrente, a la misma altura que este conjunto de los dos
paneles y la vitrina, tenemos este otro panel.
Texto
situado en la parte inferior:
Una
historia novelada de los reyes suevos fundada en el mito y en los
tópicos.
Nuestro
conocimiento de la sociedad galaico-romana de los siglos V y VI ha
permanecido durante largo tiempo en el terreno de las construcciones
míticas, los tópicos y las simplificaciones reduccionistas que
todavía planean sobre un periodo crucial en la Historia de Galicia.
El relato novelado de Benito Vicetto (1824-1874) sobre Los
Reyes Suevos de Galicia (A Coruña, 1860), constituye, en
este sentido, un ejemplo paradigmático. Sólo a partir de las
fuentes de naturaleza arqueológica, podremos valorar si la presencia
de los suevos generó cambios, y de qué tipo, en la sociedad
galaico-romana de los siglos V y VI.
La
gran derrota del Órbigo (junto a Astorga) el 5 de octubre del año
456 constituye un punto de inflexión fundamental en la historia de
los suevos en la Gallaecia. Desde ese momento, y
hasta el final del reino suevo, en el año 585, las luchas
fratricidas y enfrentamientos entre diversas facciones fueron una
constante. Dos linajes se disputarían alternativamente el trono,
dando lugar en la práctica a dos entidades políticas autónomas:
una con sede en Oporto y Braga; otra con sede primero en Lugo y luego
en Tui.
Para
Hidacio, se ponía así el punto final al reino suevo en el año 456:
«El reino de
los suevos fue destruido y eliminado (regnum destructum et
finitum est suevorum)»
(Hydat., 168).
Cuadro
sinóptico titulado: Genealogía de Hermerico (según Benito
Vicetto).
Cronología
de los reyes suevos en la Gallaecia (según Benito Vicetto).
Continuamos
en esta misma pared con este otro panel.
Texto
del panel, parte inferior:
Historias
de Idacio.
La
crónica de Hidacio es un relato pesimista y de tintes apocalípticos,
pues como representante destacado de la aristocracia galaico-romana
los acontecimientos que sucedieron al paso de los Pirineos por los
bárbaros fueron vistos por él como el anuncio del <<final de
los tiempos>>. Su oposición al dominio suevo le llevó a ser
encarcelado en la iglesia de Chaves, al tiempo que fue utilizado como
«embajador»
e interlocutor, por los propios suevos, con el gobierno imperial
romano y la élite galaico-romana.
<<Teodorico
se dirige con su ejército a Braga, la ciudad más alejada de la
Gallaecia (…) sometiéndola a saqueo (…). Muchos romanos fueron
tomados como cautivos, las basílicas de los santos asaltadas, los
altares removidos y destruidos, las vírgenes de Dios exhibidas por
la ciudad, aunque no fueron violadas, los clérigos desnudados hasta
el límite del pudor. Las personas, con independencia de su sexo, y
los niños arrojados de los lugares santos donde se refugiaban;
lugares sagrados ocupados por las inmundicias de jumentos, ganadería
y camellos>> (Hydat., 167).
Las
imágenes del panel son de excavaciones arqueológicas en Falperra
(Braga, Portugal). El plano es descrito como: Planta del
asentamiento de Falperra (Braga) interpretado como el posible
complejo palatino suevo (según L. O. Fontes).
Volvemos
a la parte en la que se sitúan las vitrinas. Continuamos con estas
dos de la imagen, y con estos otros dos paneles.
Panel
de la izquierda, de este conjunto de paneles y vitrinas.
Las
emisiones monetarias suevas.
Símbolo
y propaganda del dominio suevo.
Uno
de los elementos que podemos relacionar directamente con la élite
dirigente sueva son las monedas que acuñaron. Los suevos no
desarrollaron tipos monetarios propios, por eso hablamos siempre de
imitaciones de los modelos imperiales. El estudio de los numismas
vinculados con los suevos se puede agrupar en cuatro tipos
principales.
Museo
Arqueológico Nacional, Madrid.
Casa
do Infante, Oporto.
Museu
Nacional de Arqueología, Lisboa.
Museo
Arqueológico Nacional, Madrid.
Continuamos
con la vitrina situada entre el panel que acabamos de ver y el
siguiente que veremos. Esta vitrina también está centrada en la
moneda.
Siguiente
panel.
Requiario.
Protagonista
inesperado del final del «primer
reino suevo».
«Teodorico,
rey de los godos, obedeciendo los deseos y las órdenes del emperador
Avito, entró en Hispania con su gran ejército. El rey
Rechiario, acompañado de una gran multitud de suevos, se enfrentó a
él a doce millas de la ciudad de Astorga, junto al río Órbigo, el
viernes 5 de octubre; entablado el combate fue vencido. Un gran
número de suevos fueron abatidos en el curso de la batalla, otros
fueron atrapados, pero aún más fueron los huidos. El mismo
Rechiario, herido y en fuga, apenas puede hacer otra cosa que escapar
a las regiones más alejadas de Gallaecia».
Hidacio,
166.
Mapa
del panel, lleva por título Hallazgos de silicuas de plata de
Requiario.
Hallazgo
de una moneda (en rojo). Hallazgo de dos monedas (en
azul). Se señalan las vías romanas.
Vitrina
situada al lado del panel inmediatamente anterior, con el que guarda
estrecha relación.
Moneda
de la parte superior.
Siliqua
de Requiario.
Plata
(448-456).
Anverso:
busto del emperador romano Honorio con la leyenda: d(omi)n(us)
honori-vs p(ius) f(elix) avg(ustus). Reverso: cruz dentro
de laurel con la leyenda ivssv richiari reges
(acuñada por orden del rey Requiario), bordeando cruz
central lugar de acuñación B R (Braga). Gabinete de
Numismática (Casa do Infante, Oporto, Portugal).
Moneda
de la parte central.
Siliqua
de Requiario.
Plata
(448-456).
Anverso:
busto del emperador romano Honorio con la leyenda: [dn hon]
ori – vs pf avg. Reverso: cruz dentro de laurel
con la leyenda ivssv richiari reges (acuñada
por orden del rey Requiario). Gabinete de Numismática (Casa do
Infante, Oporto, Portugal).
Moneda
de la parte inferior.
Siliqua
de Requiario.
Plata
(448-456).
Anverso:
busto del emperador romano Honorio. Reverso: cruz dentro de laurel
con la leyenda ivssv richiari reges, a
ambos lados de la cruz lugar de acuñación B R (Braga, Portugal).
Gabinete de Monedas. Coleccion Friedrich Stefan. Staatlichen Museen
zu Berlin.
Ahora
la exposición continúa con este panel y las dos vitrinas de la
imagen, que estudian un tema bien distinto al anterior.
Panel.
Hombres
y mujeres vestidos a la «moda
danubiana».
Usos
y costumbre funerarios foráneos en la Gallaecia Tardo-Antigua.
El
mundo funerario no se aborda en la actualidad como la evidencia de la
presencia de individuos foráneos que muestran caracteres étnicos
inmutables en el tiempo, sino como el resultado de un largo proceso
de aculturación, visible en la diversidad de formas de inhumación,
en la vestimenta, los elementos de adorno y los depósitos
funerarios. La inmensa mayoría de enterramientos se corresponden con
la población galaico-romana o hispano-romana, mientras que un
reducido número de inhumaciones se asemejan a las de otros ámbitos
centro-europeos, relacionadas con la denominada «moda
danubiana»,
característica de las élites bárbaras entre los siglos IV y VI.
Las
ilustraciones de la parte inferior se acompañan de sus
correspondientes descripciones:
Broche.
Depósito funerario de la tumba de Beja (Alentejo, Portugal). Museu
Nacional de Arqueología. Lisboa.
Hebillas
de cinturón. Depósito funerario de la tumba de Beja (Alentejo,
Portugal). Museu Nacional de Arqueología. Lisboa.
Espada.
Depósito funerario de la tumba de Beja (Alentejo, Portugal). Museu
Nacional de Arqueología. Lisboa.
Vitrina
que está situada justo al lado de este panel. Las piezas expuestas
proceden de Beiral do Lima (Ponte de Lima, Portugal). Dos de
ellas pertenecen al Museu de Etnologia do Porto y el resto al
Museu de Arqueologia D. Diogo de Sousa (Braga, Portugal).
1.
Anillo con decoración cloisonné (policrimada).
Oro,
granates. Siglo V. Beiral do Lima (Ponte de Lima, Portugal). Museu de
Etnologia do Porto / Direçao Regional de Cultura-Norte.
8.
Posible alfiler para cabello.
Plata.
Siglo V. Beiral do Lima (Ponte de Lima, Portugal). Museu de
Arqueologia D. Diogo de Sousa (Braga, Portugal).
5.
Lámina (puñal o navaja).
Hierro.
Siglo V. Beiral do Lima (Ponte de Lima, Portugal). Museu de
Arqueologia D. Diogo de Sousa (Braga, Portugal).
2.
Collar o diadema formada por cuarenta y cuatro elementos.
Oro.
Siglo V. Beiral do Lima (Ponte de Lima, Portugal). Museu de Etnologia
do Porto / Direçao Regional de Cultura-Norte.
4.
Cuentas de collar.
Ámbar
(20), variscita (7). Siglo V. Beiral do Lima (Ponte de Lima,
Portugal). Museu de Arqueologia D. Diogo de Sousa (Braga,
Portugal).
7.
Dos vasos.
Vidrio.
Siglo V. Beiral do Lima (Ponte de Lima, Portugal). Museu de
Arqueologia D. Diogo de Sousa (Braga, Portugal).
3.
Cinco recipientes cerámicos.
Cerámica.
Siglo V. Beiral do Lima (Ponte de Lima, Portugal). Museu de
Arqueologia D. Diogo de Sousa (Braga, Portugal).
Pieza
6, en el centro de la imagen:
6.
Copa.
Vidrio.
Siglo V. Beiral do Lima (Ponte de Lima, Portugal). Museu de
Arqueologia D. Diogo de Sousa (Braga, Portugal).
Hemos
llegado al final del Capítulo 3 de la Parte I de la exposición,
aquí en el Centro Cultural Marcos Valcárcel, en Ourense.
Comentarios
Publicar un comentario