El
Museo das Peregrinacións e de Santiago ubica su sede expositiva en
la Plaza de Platerías, al lado de la Catedral. En las cuatro plantas
del museo haremos un
apasionante recorrido a través de las
tres grandes áreas temáticas sobre
las que gira la extraordinaria colección que posee: La
peregrinación como fenómeno universal;
La
peregrinación y el Camino de Santiago
y el Nacimiento
y evolución de la ciudad de Santiago de Compostela.
Continúa
el recorrido por la planta primera, después de ver en los capítulos
anteriores los
diferentes tipos que se fueron generando para representar a Santiago,
como Apóstol, Peregrino y Caballero. Hoy
conoceremos a peregrinos ilustres y
nos
centraremos
en los
principales símbolos jacobeos – venera y cruz de Santiago – con
una selecta representación de bienes culturales que explican su
origen y su uso, tanto simbólico como decorativo.
Mortero,
almirez (Bronce
fundido a molde. Primera mitad del s. XVIII);
Insignias (Bronce
fundido a molde. Castillo de A Rocha Forte. Santiago de Compostela, A
Coruña. S. XIV-XV);
Ampolla
de peregrino (Plomo
fundido y moldeado. S. XV);
Cantimplora
(Manufactura
levantina. Cerámica moldeada y esmaltada. S. XVII-XVIII);
Rosario
(Hueso
tallado y pulido. S. XVII);
Daga
de misericordia (Taller
español. Hierro forjado. S. XVI).
Click Aquí para ver los capítulos dedicados a la Planta Baja.
Click Aquí para ver los capítulos dedicados a la Planta 1.
Click Aquí para ver los capítulos dedicados a la Planta 2.
Click Aquí para ver el capítulo dedicado a la Planta 3.
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Coordenadas
de situación del Museo de las Peregrinaciones en la Plaza de
Platerías, Santiago de Compostela: 42.879907, -8.544134
Nota.
Los textos que figuran en cursiva son aquellos que describen
las piezas y obras del museo, así como los diferentes textos
explicativos que iremos viendo. En este capítulo también irán en
cursiva los textos que hemos extraído del folleto informativo
que se facilita al visitante.
Plano
de la primera planta, extraído del citado folleto informativo. La
parte que está en color negro es la dedicada a la exposición
permanente del Museo. Hay tres espacios diferenciados: la gran sala,
a la derecha; y otros dos espacios, parte superior izquierda y parte
central izquierda. En la parte inferior, la sala dedicada a
exposiciones temporales. Destacamos en rojo la parte de esta planta
primera que vamos a ver en este capítulo.
A
continuación, unos párrafos procedentes también del susodicho
folleto. Se resumen los contenidos de esta planta, dentro de la
segunda gran área temática del Museo, La peregrinación y el
Camino de Santiago, en la que se engloba también parte de la
Planta Baja:
En
la primera planta se destaca la importancia de la literatura y de la
música de la peregrinación como lenguaje universal de los
peregrinos. A continuación reciben una referencia especial los
principales símbolos jacobeos – venera y cruz de Santiago – con
una selecta representación de bienes culturales que explican su
origen y su uso, tanto simbólico como decorativo.
El
espacio central en esta planta, se dedica a los diferentes tipos que
se fueron generando para representar a Santiago, como Apóstol,
Peregrino y Caballero. Nos introducimos así en la iconografía
jacobea, de la que se expone una pequeña selección de los fondos
con que cuenta el museo. Entre las numerosas obras de pintura,
escultura, tejidos, grabado, etc., destacan las tablas de Juan de
Flandes y Juan de Juanes (siglo XVI).
Termina
la visita en esta planta con singulares producciones artísticas que
nos hablan de la presencia de Santiago en el mundo, tanto en España
como en el resto de Europa. Destaca el especial arraigo que tuvo en
América el culto al Apóstol.
En
el capítulo anterior finalizábamos con la contemplación de las
tres obras que se ven a la derecha. Por su temática pertenecen a la
representación de Santiago como caballero y están en estrecha
relación con el conjunto de obras del expositor dedicado a Santiago caballero. En este
capítulo comenzaremos por las obras de la izquierda, la que se aloja
en la vitrina y las otras tres, más a la izquierda.
La
vitrina y las tres obras, a la izquierda y, a la derecha, el
expositor dedicado a la representación de Santiago caballero, visto
en el capítulo anterior, como ya se ha señalado (Click Aquí),
Y
ahora vemos los tres grandes expositores del centro de la sala,
dedicados, de derecha a izquierda a Santiago, apóstol, peregrino y
caballero.
La
obra que se aloja en el interior de la vitrina.
Relicario.
Madera
de pino tallada y policromada. Óleo sobre cobre. S. XVIII.
Las
tres obras, que se presentan juntas.
Obra
de la parte inferior izquierda.
San
Miguel.
Taller
estonio. Temple sobre madera. Oklad metálico. Finales del s. XIX.
Depósito Colección particular.
Obra
de la parte superior izquierda.
Santos
Boris y Gleb.
Taller
estonio. Temple sobre madera. S. XVIII. Depósito Colección
particular.
Obra
de la derecha.
San
Jorge.
Escuela
rusa. Temple y oro sobre madera. S. XIX. Depósito Colección
particular.
Ahora
nos vamos a situar de espaldas a la parte de la sala donde están los
tres grandes expositores centrales. De derecha a izquierda, el
espacio titulado Peregrinos en la historia, en el centro, el
titulado Santiago en el mundo (esta
pequeña sala será objeto del capítulo siguiente, y último, de
esta serie). A la izquierda asoma el expositor que lleva por
título Peregrinación, símbolos, rituales y documentos.
Expositor
y paneles agrupados bajo el título Peregrinación, símbolos,
rituales y documentos.
Otra
vista de la sala, con los tres expositores centrales ya mencionados.
Estamos
ahora ante las dos obras de la imagen: Peregrinos en la historia.
Peregrinos
en la historia.
Poco
después del descubrimiento del sepulcro apostólico ya se documentan
los primeros peregrinos a Compostela. Se inicia así un incesante
fluir de gentes de todas las regiones de Europa que continúa en la
actualidad habiéndose ampliado la procedencia a los cinco
continentes. La gran mayoría de peregrinos jacobeos ha sido gente
anónima de la que no ha quedado referencia de su paso por Santiago,
pero de muchos otros, en cambio, se conocen datos más o menos
precisos sobre su identidad, viaje, itinerario seguido, impresiones
de la peregrinación, descripciones del Camino, etc.
El
museo ha emprendido en estos últimos años un proyecto de
recopilación de información sobre peregrinos a Santiago, desde el
siglo IX hasta la segunda mitad del s. XIX. Por primera vez, una
parte de este proyecto se pone a disposición del público con la
intención de seguir actualizando la información que se tenga
disponible, en un intento de poner nombre al verdadero protagonista
de la peregrinación jacobea.
Obra
de la izquierda, al lado del texto.
Santa
Isabel de Portugal.
Madera
tallada y policromada. S. XVIII.
Isabel
de Portugal (1269-1336), casada con el rey portugués don Dinís, era
hija de Pedro II de Aragón. De espíritu religioso y caritativo,
peregrinó dos veces a Compostela. La primera, en 1325, como reina de
Portugal. Diez años después como una peregrina común, a pie y con
hábito de clarisa. Conocida com “Rainha Santa”, fue canonizada
en 1625.
Ahora,
la obra situada a su lado.
Retrato
de Cosme III de Medici.
Anónimo
florentino. Óleo sobre lienzo. Principios del s. XVIII. Donación de
Alberto Bruschi.
Imbuido
del espíritu renacentista del conocimiento, Cosme III emprende en
1668 un viaje por Europa junto a una comitiva principesca para
observar de cerca sistemas de gobierno, modelos económicos, gentes,
monasterios, catedrales, etc. Varios cronistas y un dibujante recogen
las circunstancias del viaje. La religiosidad del Gran Duque lo lleva
a visitar la ciudad de Compostela en 1669.
Continuamos
con el conjunto de piezas y paneles del expositor que lleva por
título Peregrinación, símbolos, rituales y documentos.
Texto
principal, impreso en la misma pared:
Peregrinación.
Símbolos,
rituales y documentos.
El
peregrino porta sobre la vestimenta emblemas (realia
o signa peregrinationis). La concha de la vieira
será la insignia jacobea por excelencia. La Veracruz o las llaves
cruzadas los serán de Roma y la palma de Jerusalén y Tierra Santa.
Otros elementos como los bordoncillos (cruzados o no sobre la vieira)
o la cruz de Santiago son símbolos exclusivos jacobeos.
Representaciones de la escarcela, del sombrero, de la esclavina, de
la imagen de Santiago o de la propia basílica tienen su valor como
símbolos relacionados con la peregrinación a Compostela.
La
peregrinación está llena de rituales desde la salida hasta el
regreso. El peregrino se prepara antes de abandonar su casa. Puede
dejar escritas sus últimas voluntades y recibir los atributos del
peregrino (bendición de báculos y escarcelas). En el camino visita
santuarios y con frecuencia realiza rituales a veces de raigambre
pagana
en ríos y fuentes, Incluso puede portar una piedra a modo de
penitencia que lanza en un “milladoiro”. La culminación de la
peregrinación se puede acreditar documentalmente. A partir del siglo
XV se hace entrega de certificados conocidos como “compostelas”.
Al
lado del texto hay una pequeña vitrina con un objeto en su interior,
una vieira.
Concha
de vieira (pecten maximus).
Concha
natural. Catedral de Santiago de Compostela (A Coruña). Antes de
1120.
Al
otro lado de la vitrina con la concha hay otro texto impreso en la
misma pared, al igual que el principal:
Localizada
sobre el esqueleto de una tumba de la nave colateral norte,
las dos perforaciones que presenta atestiguan su uso como insignia de
un peregrino que culminó su peregrinación a Compostela en el siglo
XII. Al contrario que en la actualidad, la insignia de la concha sólo
se adquiría a la llegada a la ciudad y se llevaba colgada en el
camino de vuelta. (Nota: En la imagen que hemos tomado tan sólo
se puede ver una de las dos perforaciones).
Como
símbolo, la concha tiene una larga pervivencia desde la antigüedad
greco-latina. Se relaciona con el agua, elemento primordial, es
decir, con la vida. Venus, diosa del Amor y la Fertilidad nace de una
concha. Un milagro de Santiago cuenta que salva a un caballero de las
aguas del mar con su armadura recubierta de conchas que hacen que no
muera ahogado.
La
regularización de la elaboración y comercio de insignias en forma
de concha en distintos materiales fue monopolizada por uno de los
gremios más antiguos de la ciudad: los concheiros,
bajo el estricto control de la autoridad eclesiástica.
Y,
al lado del texto anterior, este cuadro.
Santiago
matamoros.
Taller
español. Óleo sobre cobre. S.. XVII-XVIII.
Bajamos
al expositor. Aquí encontramos un texto, una pequeña vitrina y un
símbolo, y el texto explicativo que lo acompaña.
Texto:
Símbolos
de la peregrinación jacobea.
La
concha (Pecten Maximus) es el símbolo más
emblemático de la peregrinación jacobea. Se vendía en la entrada
norte de la catedral bajo estricto control eclesiástico. Colgada o
cosida a la indumentaria funcionaba como acreditación de la
condición de peregrino. Tiene un valor curativo y su similitud con
una mano simboliza las buenas obras según recoge el sermón
Veneranda dies del Códice Calixtino. La
fabricación en metal favorecerá el control del monopolio
eclesiástico.
La
Cruz de Santiago es el distintivo de la Orden de Caballería de
Santiago. Su forma de cruz y espada representa la defensa de la fe de
Cristo (cruz) y las armas para defenderla (espada). Es también el
instrumento de martirio de Santiago; la empuñadura en flor de lis
simboliza el honor sin mancha y el color rojo, la sangre vertida del
Apóstol.
El
carácter emblemático de la Cruz de Santiago funcionaba casi como
una verdadera marca de propiedad en los edificios vinculados a la
Orden de Caballería de Santiago y el culto del Apóstol.
Objeto
dentro de la pequeña vitrina.
Clave.
Piedra
caliza tallada. Ss. XVI-XVII.
Ahora
continuamos con el arca, antes de llegar al siguiente conjunto de
vitrinas.
Arca.
Taller
castellano. Madera de pino, hierro forjado y terciopelo. S. XV-XVI.
Seguimos
con las tres vitrinas situadas a la derecha del arca. La primera de
ellas.
Mortero,
almirez.
Bronce
fundido a molde. Primera mitad del s. XVIII.
Insignias.
Bronce
fundido a molde. Castillo de A Rocha Forte. Santiago de Compostela, A
Coruña. S. XIV-XV.
Ampolla
de peregrino.
Plomo
fundido y moldeado. S. XV.
Cantimplora.
Manufactura
levantina. Cerámica moldeada y esmaltada. S. XVII-XVIII.
Rosario.
Hueso
tallado y pulido. S. XVII.
Daga
de misericordia.
Taller
español. Hierro forjado. S. XVI.
Siguiente
vitrina, la que está situada en el centro de las tres. Contiene dos
objetos.
Jarra
de pico.
Producción:
Talavera de la Reina. Cerámica modelada a torno y esmaltada. S.
XVII-XVIII.
Cruz
procesional.
Taller
compostelano. Bronce fundido y hierro forjado. S. XV-XVI.
Obra
de la tercera vitrina.
Regla
y establecimientos de la orden de Caualleria del Señor Sanctiago del
espada.
Atribuido
a Andrés Ruiz de la Vega. Impresor: Pedro de Celada. Impresión
sobre papel. Xilografías. León, 1555.
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