El
Museo das Peregrinacións e de Santiago ubica su sede expositiva en
la Plaza de Platerías, al lado de la Catedral. En las cuatro plantas
del museo haremos un
apasionante recorrido a través de las
tres grandes áreas temáticas sobre las que gira la extraordinaria
colección que posee: La
peregrinación como fenómeno universal;
La
peregrinación y el Camino de Santiago
y el Nacimiento
y evolución de la ciudad de Santiago de Compostela.
Hoy
seguimos en la parte dedicada al tema La peregrinación y el
Camino de Santiago. Ascendemos por una pequeña rampa, en la que
veremos varias ilustraciones y textos que se refieren al
descubrimiento del sepulcro de Santiago, años
820-830, bajo el reinado de Alfonso II y en el pontificado de
Teodomiro, obispo de Iria. Llegaremos
a ver una maqueta que reproduce lo que habría
sido
el mausoleo y
el sepulcro. Continuaremos con el nacimiento del Camino de Santiago,
los itinerarios europeos, las
rutas de la Península Ibérica, la entrada del Camino en Galicia en
O Cebreiro, destacando
la frecuente representación del Apóstol como peregrino, en
esculturas en
iglesias
por toda Europa.
Santiago
peregrino. Madera policromada. Sur de Alemania. s. XVI – s.
XVII.
Leemos
en un panel junto a la obra: La peculiar identificación de
Santiago con los peregrinos se hace patente a lo largo de todas las
rutas europeas. Las iglesias dedicadas al Apóstol son innumerables
por todo el continente y a través de las esculturas que albergan
puede seguirse la indumentaria característica de los peregrinos de
cada época, estación y región.
Click Aquí para ver todos los capítulos dedicados a la Planta Baja.
Click Aquí para ver los capítulos dedicados a la Planta 1.
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Coordenadas de situación del Museo de las Peregrinaciones en la Plaza de Platerías, Santiago de Compostela: 42.879907, -8.544134
Coordenadas de situación del Museo de las Peregrinaciones en la Plaza de Platerías, Santiago de Compostela: 42.879907, -8.544134
Nota.
Los textos que figuran en cursiva son aquellos que describen
las piezas y obras del museo, así como los diferentes textos
explicativos que iremos viendo.
Como
se indica más arriba, nos hallamos en la parte del museo cuyo tema
es La
peregrinación y el Camino de Santiago.
En la Parte 1 (Click Aquí)
hemos reproducido los textos del folleto informativo que se entrega
al visitante al museo, en el que se resumen los contenidos de las
tres grandes áreas temáticas a las que aludíamos en la cabecera de
esta entrada.
No
obstante, vamos a reproducir aquí las notas que el citado folleto
dedica a la parte que hoy vamos a ver:
Hacia
los años 820-830, bajo el reinado de Alfonso II y en el pontificado
de Teodomiro, obispo de Iria, se descubre el sepulcro que se
identificaría como la tumba de Santiago. Surge la peregrinación a
Compostela, va configurándose el Camino de Santiago, reflejo
simbólico de la Vía Láctea. A partir del siglo XI se consolida y
en los siglos posteriores consigue su gran esplendor. Las diferentes
rutas, las infraestructuras o el urbanismo que se genera a lo largo
de su recorrido aparecen aquí reflejados.
En
el capítulo anterior (Click Aquí)
hemos
terminado de ver los dos expositores situados en el centro de la
sala.
Detrás
de este expositor está la rampa de acceso a la otra parte de la
planta baja, en un plano algo elevado. Esta otra parte se divide en
tres salas, que iremos viendo con detalle en los próximos capítulos.
En
esta otra imagen se ve mejor la rampa mencionada y la serie formada
por varias ilustraciones y textos impresos en la pared, además de la
vitrina que se ve en el centro de la imagen.
Hemos
modificado uno de los planos que figuran en el folleto informativo
que se entrega al visitante al museo. En rojo, nuestra aportación,
las partes en las que se reparten los espacios de la planta baja. Ya
hemos visto la sala más grande, a la derecha, en los cuatro
capítulos anteriores. Hoy comenzaremos por el espacio alargado del
centro, que es la rampa.
Otra
modificación del plano nos permite señalar, también en rojo, la
parte de la planta baja que vamos a ver en el presente capítulo.
Comenzamos
con las ilustraciones y texto situados a la derecha, en la imagen que
precede a los dos planos que acabamos de ver.
Texto:
Descubrimiento
e identificación del cuerpo apostólico.
Las
reliquias de los mártires eran los objetos más sagrados para los
cristianos. Por ello, el descubrimiento del cuerpo entero
perteneciente a uno de los discípulos más próximos a Jesús y
primer apóstol en sufrir martirio, era para las comunidades de
creyentes del siglo IX un hecho de extraordinaria repercusión.
El
descubrimiento afectaría también a los poderes político y
religioso Para la monarquía astur, con Alfonso II al frente, supuso
un aliciente en su deseo de consolidarse entre los otros reinos
peninsulares, neutralizó intentos separatistas galaicos y encontró
en Santiago un aliado en su actividad guerrera contra el Islam. Por
su parte, la iglesia de Iria Flavia, la más occidental y alejada,
tuvo, con Teodomiro como obispo, la oportunidad de reclamar para su
diócesis un origen apostólico y equipararse a los más importantes
centros de la cristiandad.
La
aparición del cuerpo del Apóstol está dentro de la tradición
medieval de hallazgos milagrosos de reliquias en lugares donde no
había referencia de su existencia. En muchos casos darán lugar al
nacimiento de santuarios que se convertirán en lugares de
peregrinación.
Ilustraciones
de la parte inferior y superior, dos partes de la misma obra.
Descripción: Mapamundi del Beato del Monasterio de Las Huelgas,
1220. Pierpont Morgan Library (Nueva York).
Avanzamos
por la rampa, o pasarela acristalada, y seguimos con la ilustración
que se ve a la derecha y el texto que la acompaña.
El
foco nos ha dejado en mal lugar. Más abajo veremos la ilustración
en condiciones.
Texto:
La
inventio.
Aparece
una nueva reliquia.
Antes
del descubrimiento del sepulcro de Santiago circulaban abundantes
referencias sobre su ubicación y su culto. El Breviario de los
Apóstoles citaba, a finales del siglo VI, la predicación en
Hispania y situaba su tumba en A(r)ca
Marmarica. Algo similar indicaba, hacia el 650, un texto
interpolado de san Isidoro en De ortu
et obitu patrum. Beda el Venerable recogía hacia el año
730 en su Martyrologium referencias sobre el
traslado y enterramiento “...contra mare Brianicum...” (Océano
Atlántico). Beato de Liébana en su Commentaryum in
Apocalypsin, entre los años 776 y 786, atribuye Gallaecia
a Santiago y sitúa en su mapa el lugar del sepulcro. En el himno O
Dei Verbum dedicado al rey Mauregato en el año 785
aparece Santiago como “cabeza refulgente y dorada de Hispania”.
Ilustración:
Representación
del descubrimiento de la tumba del Apóstol. Tumbo A,
s. XII. Archivo de la Catedral de Santiago de Compostela.
Al
lado de esta última ilustración está situada esta vitrina, que
contiene un volumen.
Opera
Theologica, Moralia, Historica, Philosophica, Mathematica &
Rethorica…
Beda
el Venerable (672?-735). Impresor Ionannem Wilhelmun Friessem.
Impresión sobre papel. Encuadernación en pergamino. Colonia
(Alemania). 1688.
Seguimos
con este conjunto de dos ilustraciones, acompañadas de un texto
entre ambas.
Texto:
Teodomiro
de Iria y Alfonso II.
Las
narraciones sobre el descubrimiento del sepulcro de Santiago sitúan
el hallazgo en el reinado de Alfonso II (791-842) y el pontificado de
Teodomiro, obispo de Iria (819-847). También se relaciona con
Carlomagno, emperador de Occidente (800-814) y se señala el año 813
como fecha del hallazgo. Con esta suposición se pretendía dar un
reconocimiento internacional al sepulcro y al Camino de Santiago,
aunque históricamente no parece aceptable.
Los
hechos sucederían así: el ermitaño Pelayo vería unas luminarias
en el bosque próximo (Lebredón) y pondría los hechos en
conocimiento de Teodomiro quien, después de ayunar y orar, descubrió
el sepulcro que atribuyó a Santiago. Se lo comunicó al monarca que
ratificó el hallazgo y en el año 834 construyó un modesto templo.
Ilustración
situada a la izquierda.
Alfonso
II. Tumbo A, s. XII. Archivo de la Catedral de
Santiago de Compostela.
Ilustración
situada a la derecha.
Teodomiro
descubriendo la tumba del Apóstol. Historia Compostelana,
primera mitad del siglo XIII. Biblioteca General de la
Universidad de Salamanca.
Casi
hemos terminado de recorrer la rampa acristalada que nos lleva a esta
otra parte de la planta baja, a la derecha (ver plano, más arriba).
A la izquierda asoma la entrada al museo. Nos vamos a detener en
primer lugar en la maqueta que se ve de frente, según caminamos por
la rampa.
Llegamos
al espacio donde se encuentra esta maqueta y el texto que la
acompaña.
A
la derecha un pequeño panel nos muestra la descripción:
Mausoleo
Apóstolico (reconstrucción hipotética). Juan Manuel Muñoz
Gambero. Madera y escayola. 1976.
Texto:
Un
mausoleo romano. ¿Para quién?
El
sepulcro identificado como la tumba de Santiago es un enterramiento
monumental (mausoleo) de los siglos I y II d.C. Su configuración
original fue transformada en diversas ocasiones, de modo que es
difícil presentar actualmente una reconstrucción verosímil. Este
tipo de enterramiento transforma la simple tumba en un santuario para
honrar la memoria del difunto. Este mausoleo, que evidencia también
la existencia de un núcleo urbano próximo y de algún personaje
relevante podría asemejarse al de Fabara (Zaragoza), del siglo II.
La tradición sostiene la cristianización del monumento para acoger
los cuerpos de Santiago y de sus discípulos Atanasio y Teodoro.
Otras hipótesis lo consideran la tumba de Prisciliano, obispo hereje
ejecutado en Tréveris (Alemania) en el siglo IV.
Después
de ver las piezas, obras e ilustraciones del espacio que forma la
rampa de acceso, además de la maqueta del mausoleo, nos centraremos
ahora en esta parte de la sala, comenzando por la pared de enfrente a
donde nos encontramos.
Comenzaremos
por la parte izquierda.
Esta
esquina linda con la maqueta del mausoleo que hemos visto.
La
imagen de la parte izquierda es descrita así:
Fisterra.
O lume e o Mar de Fóra.
Luisa
Rubines. Impresión fotográfica. Fisterra (A Coruña), 2002.
Justo
debajo de la fotografía se encuentra esta vitrina, que contiene tres
piezas.
Las
descripciones de las piezas se agrupan en un único panel:
Ermita
de San Guillermo. Fisterra (A Coruña). S. XIV-XV.
1.
Santiago peregrino. Taller compostelano. Azabache tallado y pulido.
2.
Cruz. Bronce fundido.
3.
Vaina de puñal. Bronce laminado y calado.
Ahora
vamos a ver la ilustración, y el texto que la acompaña, de la pared
que forma ángulo de 90⁰
con la anterior.
Texto:
El
nacimiento del Camino de Santiago.
El
Camino de Santiago es entendido como una metáfora de la senda
marcada en el firmamento por la Vía Láctea que se dirige hacia el
Finis Terrae. Sería la plasmación terrenal de
la ruta celeste. Antiguas tradiciones ven en Carlomagno el verdadero
artífice del Camino. Santiago se le aparece en un sueño y le pide
que libere los territorios ocupados por los “sarracenos” y abra
un camino hacia su tumba.
Otras
teorías esgrimen valores esotéricos, iniciáticos y místicos en el
nacimiento del Camino de Santiago aprovechando fuerzas telúricas que
marcarían su trazado y su meta. El verdadero Camino de Santiago es
el seguido por los peregrinos hacia la tumba del Apóstol,
aprovechando en buena medida el viario preexistente.
Descripción
de la ilustración:
El
sueño de Carlomagno. Copia del Códice Calixtino,
primera mitad del siglo XIV. Biblioteca General de la Universidad de
Salamanca.
Emblema
que está presente en todos los paneles e ilustraciones de esta parte
de la sala.
En
la misma pared, contiguo a la ilustración que acabamos de ver, se
encuentra este conjunto de fotografías. (Nota: Las flechas amarillas
fueron ideadas por el recordado párroco de O Cebreiro D. Elías
Valiña, para servir de guía a los peregrinos).
Manteniendo
vivas las flechas amarillas. Eduardo Almajano. Serie
fotográfica. Camino de Santiago. 2002.
Ahora
vamos a poner nuestra atención en los dos grandes expositores
centrales (aunque separados por un estrecho espacio, parecen uno
solo), que iremos rodeando.
Empezaremos
por este expositor, con la obra de la imagen y los textos de la parte
inferior. Observamos que se repite el emblema con la cruz que hemos
visto.
Texto
principal:
Itinerarios
europeos.
El
Códice Calixtino (siglo XII) describe las cuatro principales vías
europeas: la Tolosana, desde Arlés por Toulouse; Podiense, desde
Le-Puy-en-Velay; Lemovicense, desde Vezelay por Limoges; y la
Turonense, desde París por Tours. Éstas se unirían, al pasar los
Pirineos, con el tramo aragonés o navarro del Camino Francés.
Avanzada
la Edad Media se formarán dos grandes ejes: el denominado
Niederstrasse (Camino Bajo), que uniría
Aquisgrán con Bruselas o París para proseguir hacia los Pirineos, y
un segundo, Oberestrasse (Camino Alto), que por
el sur de Alemania, Suiza y sur de Francia se dirigía a los
Pirineos. Las rutas marítimas fueron importantes, puesto que muchos
peregrinos de la Europa nórdica, Países Bajos e Islas Británicas
hacían total o parcialmente el viaje a Galicia en barco.
A
continuación, esta estatua de Santiago peregrino, que se acompaña
de un texto.
Santiago
peregrino.
Madera
policromada. Sur de Alemania. s. XVI – s. XVII.
La
peculiar identificación de Santiago con los peregrinos se hace
patente a lo largo de todas las rutas europeas. Las iglesias
dedicadas al Apóstol son innumerables por todo el continente y a
través de las esculturas que albergan puede seguirse la indumentaria
característica de los peregrinos de cada época, estación y región.
A
nuestra izquierda pasamos al siguiente expositor.
Comenzaremos
por los textos de la parte inferior. A la izquierda de la imagen
impresa en el mismo expositor (imagen cuya descripción señala:
Iglesia de San Martín de Fromista (Palencia), de la
segunda mitad del siglo XI), está el siguiente texto:
Las
rutas en la península ibérica.
A
medida que los caminos de peregrinación se acercan a Santiago, los
distintos itinerarios confluyen. A la ciudad llegan siete caminos:
Francés, Primitivo, del Norte, Inglés, Portugués, Fisterra-Muxía
y Vía de la Plata; y una ruta denominada del Mar de Arousa y Ulla en
recuerdo de la translatio. La mayoría se
prolonga fuera de Galicia, ramificándose para alcanzar enclaves
significativos de la tradición jacobea peninsular o internarse en
Europa como describe la Guía del Peregrino del siglo XII.
Junto
a las vías principales y secundarias tradicionales hay otras rutas
en las que pesa más su condición de producto turístico. Las
Asociaciones de Amigos del Camino han desarrollado un papel muy
importante en la definición y revitalización de los itinerarios
jacobeos.
Al
lado de los textos se encuentra la siguiente obra.
Sagrario.
Madera
y restos de policromía. Triacastela (Lugo), mediados del s. XVI.
Y,
a la derecha de la imagen de Fromista, este otro texto:
Los
montes de O Cebreiro son la puerta del Camino Francés en Galicia.
Desde aquí hasta Compostela se sucede un rosario de pueblos
emblemáticos: Triacastela, Samos, Sarria, Portomarín… Se
multiplican albergues, hospitales e iglesias y, sobre todo, aumenta
la proporción del símbolo por excelencia del Camino, la concha, que
señaliza la ruta y decora edificios, puentes, objetos de culto
sagrado y elementos profanos.
Más
a la izquierda las dos piezas de la imagen.
Pieza
de la izquierda.
Cabeza
de la Virgen.
Granito
tallado. Capilla de la Magdalena (Arzúa, A Coruña), s. XIV-XV.
A
la derecha:
Cabeza
de Rey Mago.
Granito
tallado. Capilla de la Magdalena (Arzúa, A Coruña), s. XIV-XV.
Rodeamos
este expositor hacia la izquierda.
Nos
centramos ahora en la obra de la parte inferior de la imagen.
Retrato
de la imagen milagrosa Nuestra Señora de Roncesvalles.
J.
F. Leonardo. Impresión calcográfica sobre papel. Madrid, 1875-1885.
Donación de Francisco Escudero, Anticuarios.
La
siguiente obra es otra estatua de Santiago peregrino.
Santiago
peregrino.
Escuela
hispano-flamenca. Taller burgalés. Madera tallada y
policromada. Finales del s. XV – s. XVI.
Damos
unos pasos y observamos esta parte de la sala en la que nos
encontramos desde este lado. Seguiremos con las obras que se ven en
primer plano.
A
continuación veremos la estatua de la derecha, que también
representa a Santiago peregrino, de pequeño tamaño.
Santiago
peregrino.
Taller
portugués. Terracota policromada. Segunda mitad del s. XVIII,
Contigua
a la obra anterior, esta otra de mármol.
San
Roque de Montpelier.
Escuela
italiana. Mármol. Principios del s. XVIII.
A
la izquierda de la estatua de San Roque de Montpelier vemos esta
obra. Con ella finalizamos el repaso a las piezas y obras expuestas
en los dos expositores del centro.
Informaçao
em direito com que se satisfas per parte das ordens Militare de
Santiago e S. Bento de Auis…
Luis
Martínez de Siqueira. Impresión sobre papel. Encuadernación en
piel. Lisboa (Portugal). 1630.
Llegamos,
como hemos mencionado al final de estos dos expositores. En sucesivos
capítulos veremos, a la derecha, la segunda parte de esta zona de la
Planta Baja en la que estamos.
Pero
antes retrocedemos, para centrarnos en la pared de la izquierda.
Ilustración.
Descripción: Paisaje con San Jerónimo (detalle).
Joachim Patinir, ca. 1516-1517. Museo Nacional del Prado (Madrid).
Texto
que acompaña a la ilustración:
Los
Caminos de Santiago.
Se
suele utilizar la denominación “Caminos de Santiago” para
indicar la red de itinerarios que se fueron formando con el fin de
peregrinar a la tumba del Apóstol tanto por tierra como por mar
desde diversos lugares de Europa y distinguirlos del “Camino
Francés”, conocido como “Camino de Santiago” por antonomasia.
El
desplazamiento de la frontera con el Islam haca el sur en el siglo XI
proporcionó seguridad a los territorios del norte peninsular
y favoreció la consolidación de la ruta jacobea que nace por la
necesidad de integración espiritual y política de los territorios
hispanos con Europa. El Camino Francés gozará del apoyo de las
instituciones eclesiásticas, monárquicas y de la nobleza y contará
con una primacía sobre las demás rutas jacobeas, surgidas incluso
antes que ella.
Los
mecanismos legales de protección del patrimonio cultural imponen
trazados y delimitaciones rigurosas para evitar la inseguridad
jurídica, aunque no siempre se respetan los criterios históricos.
Los principales trazados del Camino de Santiago recibieron el
reconocimiento en 1998 de Primer Itinerario Cultural Europeo por el
Consejo de Europa y están incluidos en la lista de Patrimonio de la
Humanidad.
Las
dos obras de esta pared.
La
obra de la izquierda.
Santiago
peregrino.
Escuela
de Ulm (Alemania). Círculo de Bartholomäus Zeitblom. Temple graso
sobre tabla. 1480-1500.
La
obra de la derecha.
Santiago
protector de orantes.
Escuela
de Brujas. Círculo de los Claeissens. Óleo sobe tabla. Principio
del s. XVII.
Desde
finales de la Edad Media, la ciudad de Brujas adquiere un gran
desarrollo económico con la consecuente proliferación de
comerciantes, banqueros y la clase burguesa. Además, es un momento
de impulso del catolicismo y la iglesia de Santiago llegará a ser
en la ciudad una de las más importantes. Desde el inicio de las
peregrinaciones el culto a Santiago estará muy extendido por el
Norte de Europa.
Pasamos
ahora a ver la obra situada en el panel pared que separa este espacio
del siguiente, en esta parte de la Planta Baja del Museo.
Frontal
de altar.
Taller
leridano. Tabla policromada. Santa María de Palau de Rialb (Lleida),
último tercio del siglo XIII.
Tours
fue un enclave primordial de los caminos franceses y contaba con un
famoso santuario de obligada parada. Su patrón, san Martín, contaba
con una gran popularidad entre los peregrinos jacobeos y su culto
estaba muy extendido por toda Europa. Aquí se representa su vida en
varias escenas. La más conocida es la repartición de su capa con un
pobre.
Concluye
aquí la Parte 5.
Parte 1. Click Aquí.
Parte 2. Click Aquí.
Parte 3. Click Aquí.
Parte 4. Click Aquí.
Parte 6. Click Aquí.
Parte 7. Click Aquí.
Parte 1. Click Aquí.
Parte 2. Click Aquí.
Parte 3. Click Aquí.
Parte 4. Click Aquí.
Parte 6. Click Aquí.
Parte 7. Click Aquí.
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