Las pallozas son construcciones prerromanas adaptadas por los pobladores de la zona a las duras condiciones climatológicas. Son de planta redondeada ovalada con muros de granito o de pizarra, con una única puerta de acceso. Están cubiertas por un tupido tejado de paja de centeno. En el interior había dos o tres estancias separadas, para los moradores y el ganado, que convivían bajo el mismo techo para aprovechar la temperatura corporal de unos y otros.
En O Cebreiro se conservan cuatro pallozas, de ellas una está dedicada a Museo Etnográfico, recreando lo que era la vida cotidiana en ellas y otra a albergue de peregrinos. Forman un conjunto junto con las demás edificaciones del poblado.
Vista exterior de la palloza que está dedicada a Museo Etnográfico.
Esta otra
palloza está próxima a la Iglesia.
La
misma palloza desde otro ángulo.
Otra
de las pallozas de O Cebreiro.
Esta
última palloza vista desde otro ángulo. Parece que su tejado de paja de centeno está siendo reparado.
El
Poblado.
La
Iglesia desde la calle principal.
La
Iglesia y la Hospedería desde las inmediaciones de la palloza dedicada a Museo.
La
Hospedería San Giraldo de Aurillac, antiguo Hospital de Peregrinos.
La
Hospedería San Giraldo de Aurillac. Fue construida sobre los restos del antiguo
Hospital de Peregrinos. Dicho hospital fue fundado por el Santo francés en el
S. IX, al poco tiempo de iniciarse las primeras peregrinaciones a Compostela.
Fue uno de los primeros en fundarse en todo el Camino por parte de los monjes
benedictinos, encargados de custodiar en un principio los restos del Apóstol. La
Hospedería es regentada actualmente por la familia de D. Elías Valiña.
La
Hospedería y la Iglesia.
La
Hospedería y a la derecha de la imagen la cabecera de la Iglesia.
El Cruceiro.
Tomando
la carretera LU-633 desde Pedrafita do Cebreiro se llega al Alto de O Cebreiro y
se gira a la izquierda. Hay un amplio aparcamiento y el visitante lo primero
que ve es este Cruceiro.
A la
derecha de la imagen se puede ver la Hospedería entre la niebla.
Se
pueden ver en la base del cruceiro las piedras que van dejando los peregrinos.
Hemos
terminado nuestra visita a O Cebreiro, por ahora. Hemos de volver.
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