Visitamos
el municipio de Vila de Cruces, en el interior de la provincia de
Pontevedra. Aquí se encuentra situado el que fue Monasterio de
Camanzo, benedictino, primero de monjes y posteriormente de monjas.
Fundado en el siglo X, se conserva la iglesia, románica, del siglo
XII, de planta basilical, cuya
parte interior
vamos a ver en esta Parte 3.
Pinturas
murales, en el ábside central. Se
representa la venida del Espíritu Santo.
Coordenadas
de situación de Vila
de Cruces en
Galicia. Amplíe el mapa y llegará al
Monasterio de Camanzo: 42.794562, -8.321108
Nota:
Los textos que figuran en
cursiva han sido
extraídos del libro titulado Monasterios de Galicia, pags. 360 a
368, de Editorial Everest, 1983, cuyo autor es D. Hipólito de Sá
Bravo.
Pilas
de agua bendita a
ambos lados de la entrada. La
del lado izquierdo,
norte.
La
pila de la derecha.
Y
la pila bautismal.
D.
Hipólito de Sá:
La
iglesia conserva la planta primitiva de planta basilical de tres
naves y tres ábsides semicirculares, que cierran en el
arranque en forma de herradura.
Naves
de cuatro compartimentos o tramos, que al presente están
modificados, pues aunque conserva los cuatro tramos la nave central,
sin embargo, las laterales tan sólo conservan los dos
tramos últimos. Las naves están divididas por pilares de sección
rectangular con columnas adosadas en los frentes sobre las que
descansan los arcos formeros que se conservan.
Muro
sur de
esta nave central.
Cubierta
de madera, a dos aguas, en la nave central.
Este
retablo de piedra, ahora aquí en el muro norte, estaba situado en el
ábside central. Fue trasladado a esta ubicación al descubrirse las
pinturas murales que veremos más tarde.
La
puerta de acceso desde la fachada sur.
Estamos
en el punto central de la nave central.
Arcos
apuntados en los arcos más próximos a la cabecera y semicirculares
en los otros.
Desde
aquí arrancan los tramos de las naves laterales (...naves
de cuatro compartimentos o tramos, que al presente están
modificados, pues aunque conserva los cuatro tramos la nave central,
sin embargo, las laterales tan sólo conservan los dos
tramos últimos).
Miramos
a la derecha, nave y muro sur.
Y
ahora miramos
a la izquierda, nave y muro norte, púlpito.
Dos
pasos más adelante, giramos
a nuestra izquierda, al norte,
el púlpito queda a la izquierda. Vemos
el
arco formero, de
medio punto, decorado con pinturas con motivos geométricos (al igual
que los restantes arcos formeros)
y los
capiteles. En
la parte inferior de la imagen, el
arco de la puerta de acceso al claustro.
Bajamos
la vista, puerta
de acceso al claustro.
Pilar
con
las columnas adosadas y
pared norte. La puerta del fondo es la de acceso a la sala capitular,
que
hemos visto en nuestra visita al claustro, en el exterior (Click Aquí para ver el claustro).
Capitel
del arco formero, el de la derecha mirando hacia la puerta de acceso
al claustro. Don
Hipólito de Sá afirma: Los
capiteles tanto de las columnas de las capillas de la cabecera como
los de los arcos de las naves son de traza románica y su
ornamentación es geométrica y floral.
El
mismo arco
formero, la
cubierta,
a
dos aguas en la nave central y a un agua en las laterales.
A
la izquierda de la puerta de acceso al claustro vemos la sacristía.
De
espaldas a la puerta de acceso al claustro vemos,
enfrente el arco formero que separa la nave central de la nave sur,
los pilares con columnas adosadas y los dos retablos de la nave
lateral sur, que veremos más tarde.
Desde
el punto en el que estamos, de espaldas a la sacristía, vemos la
nave lateral norte.
Puerta
de acceso a
la sala capitular, en el exterior, en el lado este del claustro, como
ya se ha indicado algo más arriba.
Nos
aproximamos al ábside de
esta nave norte.
Los
ábsides laterales llaman la atención por la singular estructura de
su planta de herradura, desarrollada desde el cierre que tienen los
muros, en el arranque inicial que sirve de apoyo a los arcos de
ingreso a las capillas laterales. Los arcos son apuntados como lo es
el arco triunfal de la capilla central.
Bóvedas
de cascarón en las capillas laterales. En los arcos de ingreso a las
capillas de la cabecera archivoltas ornamentadas rodeando los arcos
de arista viva que sirven de apoyo a las bóvedas.
Arco
formero de esta parte norte más próxima al ábside. Capitel de la
derecha si miramos al centro de la nave.
Capitel
de la izquierda.
El
arco formero visto desde debajo. Señala
D. Hipólito de Sá: ...arcos
apuntados en los arcos más próximos a la cabecera y semicirculares
en los otros.
Ahora
vamos a ver la nave sur.
Otro
arco
formero, este
es el que
separa la nave principal de la nave sur.
Capiteles.
Mirando
hacia donde arranca la nave sur vemos este retablo.
Vista
general de la nave sur desde donde
está situado
el retablo que
acabamos de ver.
Ahora
vemos el otro retablo.
Avanzamos
hacia el ábside sur.
Ábside
sur. Repetimos lo dicho por D. Hipólito de Sá:
Los
ábsides laterales llaman la atención por la singular estructura de
su planta de herradura, desarrollada desde el cierre que tienen los
muros, en el arranque inicial que sirve de apoyo a los arcos de
ingreso a las capillas laterales. Los arcos son apuntados como lo es
el arco triunfal de la capilla central.
Bóvedas
de cascarón en las capillas laterales. En los arcos de ingreso a las
capillas de la cabecera archivoltas ornamentadas rodeando los arcos
de arista viva que sirven de apoyo a las bóvedas.
Ábside
central.
En
el ábside central, un tramo rectangular, entre el arco triunfal y
otro arco accesorio, y un tambor semicircular, con bóveda de cañón
apuntado en el primer tramo y cierre de cascarón en el segundo.
Ya
en el ábside.
Tramo
rectangular.
Columnas,
capiteles de la parte sur.
Y
columnas
y capiteles de la parte norte.
Parte
semicircular, en la que se encuentran tres imágenes de piedra
policromada de gran valor. También veremos la imagen de la Virgen
con el Niño.
Imagen
pétrea, policromada,
del
Salvador, del siglo XII. Muestra
las llagas y porta una corona de espinas.
Imagen
de San Pedro portando las llaves del credo.
Imagen
de San Juan.
Imagen,
también de piedra, de la Virgen con el Niño.
Casi
al final de la visita nos fijamos en las extraordinarias pinturas
murales del ábside central, del siglo XVI, ocultas durante años,
siglos, tras el retablo que hoy está en la nave central, cerca de la
entrada. Las pinturas de la parte de la bóveda de cascarón
representan la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles.
Admirados
por esta maravilla concluimos aquí la visita al que fue Monasterio
de Camanzo, en Vila de Cruces, provincia de Pontevedra.
Fin.
Para que sigamos conociendo y aprendiendo temas interesantes como por ejemplo el teide
ResponderEliminarya que siempre estará genial para nosotros.