Hoy
estamos en Meira, en donde nace el Miño, en el interior de la
provincia de Lugo. Visitamos el antiguo Monasterio de Santa María,
fundado en el siglo X, cisterciense desde el XII. Hoy quedan en pie
la imponente iglesia románica, de finales del siglo XII, principios
del XIII, y partes de los dos claustros, gótico y renacentista.
En
esta Parte 2 estamos en el interior de la iglesia. Vamos a centrar
nuestra atención en las tres naves, la nave central y el coro; las
naves laterales, en las que hay dos retablos. En la nave lateral sur
descubrimos una pequeña estancia, resto del antiguo claustro gótico,
donde está la Puerta de los Monjes, con su portada. Pero antes, al
entrar, nos fijaremos en los herrajes de la puerta principal,
conservados desde el medievo.
Click Aquí para ver las cuatro partes que componen la visita completa.
Click Aquí para ver las cuatro partes que componen la visita completa.
Coordenadas
de situación de Meira
en
Galicia. Amplíe el mapa y llegará al
antiguo Monasterio de Santa María: 43.213028, -7.291407
Nota:
Los textos que figuran en cursiva han sido extraídos de:
Santa María de Meira. Transformaciones del monasterio y génesis
de la villa, cuya autora es Dª María Garrote Recarey. Publicado
en Abrente (Revista de la Real Academia Galega de Belas Artes),
Números 42/43 (2010/2011), pags. 75-112.
En
lo que respecta a la información sobre los retablos leemos en: https://proxectomeiracast.wordpress.com/la-iglesia/retabilistica.
Después
de ver el exterior del Monasterio (Click Aquí),
nos disponemos a entrar a la iglesia.
Las
hojas de la puerta son de madera y conservan herrajes medievales de
gran valor artístico, similares a los que se encuentran en las
puertas de la Catedral de Lugo, en la iglesia de Vilar de Donas, en
San Salvador de Sarria y en Hospital de Incio. Según Valle Pérez
estos herrajes posiblemente sean coetáneos a la construcción de la
portada y posteriores a los existentes en la Catedral de Lugo,
que serían los más antiguos.
Incluimos
aquí el plano de la planta de la iglesia de Santa María, en su
estado actual, destacamos en color rojo, la parte que vamos a ver en
el presente capítulo. El plano pertenece al trabajo de la profesora
Garrote Recarey. Es uno de los varios planos (dibujos propios) que la
autora publica en su estudio, mencionado más arriba.
Texto
de la autora bajo el plano: Planta de la iglesia de Santa María
de Meira en la actualidad: 1 Portada románica; 2 Coro alto (S XVI(;
3 Nave principal; 4 Nave de la Epístola; 5 Nave del Evangelio; 6
Crucero; 7 Ábsides laterales; 8 Capilla mayor: 9 Sacristía (S
XVII); Puerta de los monjes (con portada); 11 Tramo del claustro
conservado; 12 Restos del claustro; 13 Restos de la puerta de la
sacristía; 14 Puerta de los muertos (con portada); 15 Restos de la
puerta de los conversos. Dibujo propio (de la autora, ojo),
2010.
Nos
situamos en la nave central.
La
iglesia del monasterio se encuentra actualmente en buen estado de
conservación y está considerada uno de los monumentos románicos de
la escuela borgoñona más interesantes de la zona.
Se
trata de un edificio de cruz latina con tres naves de nueve tramos,
el central el doble de ancho que los laterales. El crucero de
la iglesia está perfectamente marcado y consta de cinco
tramos incluido el central, que es cuadrado y la cabecera está
compuesta por un ábside semicircular enmarcado por cuatro capillas
cuadradas cerradas a oriente por un muro común.
Esta
planta responde al plan clásico Bernardín, difiriendo tan sólo en
la capilla central, que no es recta, aunque esta planta semicircular
es común en algunas iglesias del Císter.
Bóveda
de
cañón apuntado.
A
los pies de la nave central y ocupando dos tramos de ésta, se
encuentra una tribuna de madera, donde, a partir de su
adhesión a la Congregación de Castilla a comienzos del siglo XVI,
debía situarse el coro alto de los monjes.
Basándonos
en el estado de las columnas podemos deducir que el coro alto
original ocupaba cuatro tramos de la nave y que se accedía a
él por una puerta desde la parte alta del claustro procesional. La
apertura de esta entrada modificó bastante el edificio.
Hubo
de derribarse la bóveda de arista correspondiente en la nave
lateral, para poder crear una estancia, teniendo que crearse unos
arcos muy rebajados y tapiarse la primitiva ventana medieval,
abriéndose, en su lugar, la puerta de comunicación.
Como
nos informa la responsable de la oficina de turismo del Concello de
Meira, en este espacio hay una interesante bóveda de crucería y
unas pinturas murales de similar factura que las de la sacristía y
que están pendiente de restaurar. No podemos subir dado que se
requiere hacer unas obras de mantenimiento para el acceso seguro al
habitáculo. Estamos seguros de que pronto se podrán ver la bóveda
y la pinturas. Y volveremos para verlas, claro.
La
tribuna de madera que ocupa los dos primeros tramos de la nave
central, donde se situó el coro a partir del siglo XVI.
...en
estos momentos (siglo
XVI) se
construirá un nuevo coro de madera a los pies
de la iglesia, en relación con la tribuna alta de todos los
monasterios de la Congregación de Castilla, y al que se accedía
mediante una puerta desde la planta alta del claustro. Desaparecía
así el coro alto primitivo y se reducían sus dimensiones.
En
este coro se situaba una magnifica sillería en madera, una de las
mejores de los cistercienses en España, realizada por el maestro
Francisco de Moure a finales del siglo XVI o comienzos del XVII. De
las 79 sillas iniciales sólo se conservan nueve respaldos tallados
con escenas de la vida de San Benito y San Bernardo.
Rosetón.
Ahora
vamos a comenzar el recorrido por la nave norte. Empezamos en el
baptisterio.
...encontramos
otra puerta, hoy tapiada, en el lugar en el que en la actualidad se
encuentra la pila bautismal. Antiguamente la ceremonia del bautismo
estaba expresamente prohibida en los templos cistercienses, así que
esta puerta debía dar acceso a visitantes al lugar que se les
reservaba en el
templo, normalmente en las naves laterales.
Nave
lateral norte.
Las
naves laterales se cubren con bóvedas de arista soportadas por arcos
fajones apuntados. Esta combinación de bóvedas de cañón apuntado
en la nave central y de aristas en las laterales es muy empleada en
la Orden y tiene su origen en Cluny III, construida por San
Hugo.
Los
arcos formeros son apuntados y doblados y apoyan sobre columnas
entregas.
Llegamos
al primero de los retablos que vamos a ver en la iglesia.
Nota.
Para la información relativa a los retablos de la iglesia hemos
tomado prestados datos que aporta la interesante web: https://proxectomeiracast.wordpress.com/la-iglesia/retabilistica/.
Retablo
de Santiago, barroco, de finales del siglo XVIII. Presenta una
estructura rectangular con el relieve de la imagen del santo a
caballo, con San Roque a su izquierda y San José a la derecha.
Dejamos
atrás el retablo y continuamos caminando por la nave lateral norte.
Llegando
casi al final de la nave, nos volvemos un momento para ver el camino
recorrido.
Como
decimos, ya casi estamos en el crucero.
Aquí
vemos la parte sur del crucero, las dos capillas de esa parte y uno
de los dos retablos situados a cada lado de la capilla mayor. Todo
esto lo veremos en sucesivos capítulos.
Y
aquí las
dos capillas de la
parte norte
del crucero.
Regresamos
a la parte de la entrada a la iglesia. Vamos a recorrer ahora la nave
lateral sur.
A
la derecha, puerta de acceso a la torre.
A
la izquierda, casi a oscuras, vemos, como señala la autora ...la
llamada Puerta de los Conversos,
empleada por éstos para acceder a la iglesia. En un principio todos
los monjes tomaban parte por igual en el trabajo manual, siguiendo la
Regla de San Benito y, si en la época de la cosecha veían superadas
sus fuerzas, contrataban trabajadores. Sin embargo, cuando las
propiedades monásticas comenzaron a crecer enormemente se vieron
obligados a introducir a los hermanos conversos para que se ocuparan
de las labores manuales. En la actualidad esta puerta permanece
tapiada.
Nave
lateral sur.
Entre
el tercer y cuarto tramos de la nave está situada esta imagen de la
Virgen.
Unos
pasos más adelante llegamos al Retablo de San Antonio.
Retablo
de San Antonio, barroco, del siglo XVII, alberga las imágenes de San
Antonio de Padua (siglo XIX), en el centro; San Sebastián, a la
izquierda y San Cayetano.
En
el pilar de la izquierda aun se pueden ver las marcas de la antigua
verja que había en esta parte de la iglesia.
Llegando
casi al crucero, la puerta de la derecha es la llamada Puerta de
los Monjes, por donde accedían a la iglesia desde el claustro. Aún
hoy se conserva, dando acceso a una pequeña estancia que ocupa un
tramo del claustro. Esta puerta guarda relación con la puerta
principal del templo.
La
parte que da a la iglesia es de gran sencillez, contrastando con la
otra parte, con una portada de marcada suntuosidad.
Ya
en el interior. Esta estancia se transformó primeramente
en capilla y más tarde en sala parroquial, y que presenta aún una
destacable bóveda de combados cóncavos propia de las obras
de Cerredelo el Viejo.
Salimos
de la estancia. Volvemos a la nave lateral sur. Pilar
con columnas adosadas. Capitel.
Termina
la nave sur, vista a la izquierda, nos
asomamos a la nave del crucero.
Desde
aquí las partes central y norte del mismo.
Y
la
parte sur del
crucero.
Para
terminar el recorrido por la nave central y las naves laterales, nos
situamos en el centro de la nave del crucero para verlas otra vez.
Aquí
concluye la primera parte de nuestra visita al interior de la
iglesia.
En
el siguiente capítulo (Parte 3) veremos la nave del crucero, las
cuatro capillas de los ábsides laterales y sus retablos; otros dos
retablos, colaterales, situados a ambos lados de la capilla mayor. En
el brazo norte del crucero, la Puerta de los Muertos, antiguo acceso
al cementerio del Monasterio; el antiguo retablo mayor y el sarcófago
de Doña María de Bolaño.
Comentarios
Publicar un comentario