Estamos
en el Castro de Viladonga, en Castro de Rei, provincia de Lugo.
Después de visitar el museo, nos dirigimos al recinto del castro.
Pisamos las piedras milenarias y, gracias a lo aprendido en las
distintas salas del museo, imaginamos como sería la vida de nuestros
antepasados aquí.
En
el segundo capítulo seguimos el paseo. Subidos a lo alto de la
muralla rodearemos toda la parte norte del castro, veremos el área
en donde se aprecian restos de la ocupación prerromana, el conjunto
romanizado, y llegaremos a la parte noroeste en donde los arqueólogos
siguen con las excavaciones. Regresaremos a la calle principal para
salir por el otro acceso al castro al antecastro oeste, en donde nos
recrearemos con el silencio y la belleza natural de este lugar que
deja huella.
En
el antecastro oeste el silencio y la quietud nos transportan a otro
lugar en el tiempo. En el centro de la imagen, la entrada a la croa
(interior) del castro y, a la izquierda, la parte del antecastro que
ha sido excavada.
Coordenadas
de situación de Castro
de Rei
en Galicia. Amplíe el mapa y llegará al
Castro de Viladonga: 43.160823, -7.387373
En
el primer capítulo caminábamos desde el museo por el sendero que
nos acercaba al interior del castro (que se denomina croa), vimos el
sistema defensivo y la cueva que hay en el antecastro sureste.
Entramos a la croa por el acceso este, el principal y, ya en el
interior, nos fijábamos en un conjunto de construcciones de carácter
familiar, también en la llamada gran construcción, el
conjunto romanizado, paseábamos por lo alto de la muralla y…
así hemos llegado a esta Parte 2.
Vista
de la parte norte del castro desde lo alto de la muralla principal.
La
imagen siguiente
es “algo” borrosa. Seguimos,
desde
lo alto de la muralla, mirando
en sentido contrario, vemos
el sistema defensivo, compuesto
sucesivamente de muralla, foso, muralla, foso...
y, a la derecha el sendero que nos trajo desde el museo, en pequeñito
vemos también el panel informativo que
hay poco antes de llegar a la entrada principal de la croa (que es
esta, la del lado este).
En
esta imagen, que pertenece a una de las vitrinas situadas en la sala
0 del museo, vemos el corte transversal del terreno que se hizo en la
campaña de excavación de 1988-1989 con el fin de estudiar la
configuración y los materiales que componen la muralla principal, la
segunda muralla y los fosos.
Leemos
en una de las vitrinas de la sala 1:
Las
defensas.
La
muralla principal es una masa de piedra y tierra que tiene por su
cara interior unos gruesos muros de piedra de pizarra. La
segunda muralla de menor altura es de piedra por fuera, con un muro
de piedra por el interior en su lado este. La tercera y la cuarta
muralla están constituidas por piedra y tierra sin asentar, a modo
de gran parapeto.
Los
fosos están excavados en la roca de pizarra natural en forma de U o
casi de V, con una profundidad de hasta dos metros, y conforman con
las murallas un sistema defensivo bien articulado que se repite hasta
tres veces por el lado nordeste del yacimiento.
Este
es el panel que hay cerca de la entrada principal a la croa. Nos
resulta útil para ver el recorrido que vamos a realizar en esta
segunda parte de la visita: Rodearemos la croa por la parte norte (la
de la parte superior), desde lo alto de la muralla.
Veremos
el conjunto romanizado y la gran construcción. Por la
muralla llegaremos hasta la zona en la que actualmente los
arqueólogos continúan los trabajos de excavación. Volveremos a la
calle principal, para ver la vivienda privilegiada y nos
dirigiremos a continuación hacia el antecastro oeste.
Texto
bajo la foto: Vostede
está aquí
señala el punto exacto en el que se sitúa el panel, no el punto en
el que nos encontramos, que es un poco más arriba de donde pone
acceso
monumento.
Antes
de continuar vamos a saber algo más sobre la croa del castro.
Volvemos
a leer en la sala 1 del museo:
La
Croa.
En
la croa del castro se observa un muy rudimentario urbanismo: las
construcciones se agrupan formando conjuntos, dejando entre ellos
espacios para circular a modo de calles. Hay un paso o calle
norte-sur, otro que va de este a oeste (de puerta a puerta), y otro a
modo de ronda interior que da a las viviendas del lado norte y que,
posiblemente, circunde todo el interior de la croa.
En
torno a las calles se articulan grupos de construcciones, que podrían
identificarse con grupos familiares y en los que se integran
viviendas, corrales, posibles almacenes e incluso talleres de
cantería.
Continuamos.
Por
aquí hemos venido (ver Parte 1)
y por aquí volvemos, para seguir por lo alto de la muralla rodeando
la croa.
Llegamos
a esta zona, en la parte inferior de la imagen, en la que se ha
documentado la ocupación prerromana del castro.
Esta
imagen procede del panel de la vitrina de la sala 1 del museo que
aborda la cuestión.
Leemos
el texto que se ve muy pequeñito a la izquierda:
En
las excavaciones realizadas en el ángulo noreste de la croa y por
fuera de la muralla del lado este, se documentó una ocupación
anterior a las construcciones y a las defensas que hoy están a la
vista. Se desconoce todavía la importancia y la extensión de esta
ocupación prerromana, que pudiera tratarse de algo muy limitado, en
el tiempo y en el espacio, antes de que el conjunto se habitara y
fortificara en la época galaico-romana tardía.
Esta
ocupación prerromana, que correspondería a los siglos II-I antes de
Cristo (datación C14), se refleja en algunos muritos, a veces
acompañados de restos de lareiras y generalmente muy destrozados,
pues casi directamente sobre ellos se construyeron las estructuras de
época galaico-romana.
Avanzando
por la muralla vemos la zona indicada en la parte inferior de la
imagen.
Continuamos
por la muralla, a
la derecha, el
conjunto
romanizado,
y en
la parte central, un poco a la izquierda, la gran
construcción.
Además, observamos que hay
un técnico trabajando. Como
hemos mencionado, las excavaciones en el castro continúan, en una
labor admirable, desde 1971.
Leemos
este texto procedente de la sala 1 del museo:
Tipo
de construcciones.
Las
construcciones, de diferentes formas y tamaños, se organizan
formando conjuntos que habitarían distintos grupos familiares.
Algunas
viviendas aparecen aisladas; otra se amplían mediante el arrimado de
muros para nuevas dependencias, bien para servir de viviendas o bien
como construcciones auxiliares: corrales, almacenes, talleres…
Destaca
una gran construcción alargada, de uso indeterminado pero
seguramente comunal; por los agujeros excavados en el suelo se
interpreta como un lugar con una función social o religiosa, o bien
como un granero, sin descartar la presencia de un taller.
Seguimos
caminando y miramos ahora a nuestra derecha, hacia el exterior de la
croa. En una de las maquetas que están expuesta en el museo, la que
está en el centro de la sala 2, se indica que en esta parte del
exterior de la croa (que se denomina antecastro, a lo que nos
referiremos más tarde) había un cercado, seguramente para el
ganado.
La
maqueta.
Miramos
hacia atrás, por aquí hemos venido.
Ahora
vamos girando a la derecha y tenemos el sol enfrente, las imágenes
son algo borrosas.
Más
a la derecha vemos la zona acotada en la que se sigue excavando.
El
trabajo impagable de quienes contribuyen a la recuperación de
nuestra memoria.
Ahora
damos un salto. Estamos casi al final de la calle central de
la croa.
Nos
volvemos un momento. Esta
parte acotada ha sido recientemente excavada, o lo está siendo
actualmente. Al
fondo, a la derecha el corte transversal ya referido y la entrada
principal a la croa, la situada en el lado este.
Seguimos.
Unos
pasos más adelante divisamos la entrada a la croa de la parte oeste,
desde el antecastro oeste.
Mirando
a la izquierda, la muralla principal.
Y
a la derecha, la parte en la que hemos visto antes a los técnicos,
desde lo alto de la muralla.
En
esta zona es en donde se encuentra la vivienda
privilegiada
a
la que se refiere el panel de la entrada.
Creemos
que es esta de la imagen.
Nos
acercamos a la zona de excavación más activa, en la que estaban los
técnicos.
Nos
dirigimos ahora a la entrada oeste.
Esta
imagen procedente de una de las vitrinas de la sala 1 del museo nos
ayuda a situarnos en el punto en el que estamos ahora. A la derecha
vemos la calle central que se dirige a la entrada oeste. A la
izquierda de la muralla, el antecastro oeste. En la parte superior
derecha la zona de excavaciones y la vivienda privilegiada.
Leemos
el texto que acompaña a la ilustración:
Los
antecastros.
Son
terrazas delimitadas por altos parapetos, con una utilización
probablemente muy diversa pero que aún no bien determinada. En el
antecastro sureste se sitúa la entrada de una cueva excavada en la
roca, para una posible prospección acuífera o minera.
El
yacimiento se completa con los desniveles y terraplenes naturales del
terreno, a veces complementados con muros y parapetos de pequeña
altura.
Por
este sendero atravesamos la entrada y salimos de
la croa
hacia el antecastro oeste. Hay
una parte excavada en el antecastro.
En
esta imagen de la gran maqueta central de la sala 2 vemos como sería
esta parte del castro. En la parte inferior, la entrada oeste. Parece
que habría una construcción, que sería lo que está excavado, y,
en la parte de arbolado que veremos, distintos cultivos.
Miramos
hacia atrás, el sendero, la muralla a la izquierda, allí queda el
árbol que hay al lado de las últimas excavaciones.
Paseamos
por este antecastro oeste. Además del interés del mismo como parte
integrante del castro, nos queremos fijar en la belleza del lugar, el
silencio, nos recreamos.
Fin.
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