Estamos
en Cangas de Morrazo, al sur de la provincia de Pontevedra. Hay aquí
un gran número de playas, que miran a dos rías, la de Aldán y la
de Vigo, se puede escoger entre amplios arenales, playas recoletas y
pequeñas, acogedoras, escondidas calas.
En
los capítulos anteriores hemos recorrido ya la parte de la Costa da
Vela que mira a mar abierto, un espacio natural extraordinario.
Faros, acantilados, yacimientos arqueológicos, la playa de Melide y
un sendero que bordea la costa a lo largo de aproximadamente ocho
kilómetros.
En
esta Parte 7 nos dedicamos al paseo por la incomparable Barra, una de
las playas nudistas de referencia en Galicia. Con una longitud de
aproximadamente 800 metros, está enclavada en un importante complejo
dunar que forma junto a sus vecinas Nerga y Viñó, catalogado como
Espacio Natural Protegido, y que se caracteriza por su gran valor
geológico, botánico, micológico así como por la variedad de su
fauna. Y aquí concluye esta serie de capítulos sobre la maravillosa
Costa da Vela.
Coordenadas
de situación de la
playa de Barra: 42.260976, -8.849143
Click Aquí para ver las playas del litoral de Cangas.
Click Aquí para ver las playas del litoral de Cangas.
Vamos
a fijarnos
en
un mapa
que encontramos en el recorrido, junto a la playa de Melide. Lo hemos
dividido en dos partes.
En esta imagen,
en la parte superior, Punta Couso, donde está el faro, objeto de la
Parte 1 de esta serie (Click Aquí).
En la parte inferior, el Monte do Facho,, donde está el castro,
objeto de la Parte 2 de esta serie (Click Aquí).
En
la Parte 3 (Click Aquí)
y Parte 4 (Click Aquí),
caminábamos desde Donón hasta Cabo Home y su faro, y desde allí,
por las rocas, llegamos hasta el faro de Punta Rabaleira. Después
seguíamos hacia la playa de Melide, en cuyas inmediaciones hallamos
este mapa, hasta el faro de Punta Subrido, para regresar a Donón. En
la Parte 5 (Click Aquí)
hemos visitado la playa de Nerga y en la Parte 6 (Click Aquí), la playa de Viñó.
Observamos
la playa de Barra desde lo alto de el pequeño macizo rocoso que
separa la playa de la vecina Viñó.
Caminamos
hacia el extremo de las rocas. Distinguimos Viñó entre los pinos.
Un
poco más adelante, ya llegando a la punta, giramos la vista, de izquierda a derecha.
Retrocedemos
para bajar a la arena.
Distinguimos
la duna y el llamado pinar dunar. No hay cemento en muchos metros a
la redonda. Gracias a los que han velado a lo largo de los años por
la conservación de este espacio natural casi virgen.
Hay
unos postes con cuerdas que delimitan los espacios de la duna, para
su protección.
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