Continuamos
recorriendo la costa de Cangas de Morrazo, en la Ría de Vigo, al sur
de Galicia. Hoy estamos en el mismo centro urbano de Cangas para
visitar el puerto. Es una bulliciosa y calurosa mañana de verano en
la a ratos se nubla y a ratos sale el sol.
Comenzaremos
en el Paseo Marítimo, en el lugar en que termina el arenal de la
playa de Rodeira y donde veremos una escultura que surge de las
aguas. Más allá, un primer pantalán para pequeñas embarcaciones.
Junto al mismo paseo, en los Jardines de O Señal, veremos la Capilla
de O Hospital, que guarda una interesante historia. Continuamos hacia
el muelle para los barcos de pasaje y después, el puerto deportivo y
el puerto pesquero. Caminaremos sobre el dique de abrigo hasta la
baliza que guía la entrada de los barcos a puerto y no tendremos más
remedio que regresar.
Puerto
pesquero. En el centro de la imagen, el edificio de la lonja y
Cofradía de Pescadores San José. Respeto y admiración para quienes
han dedicado y dedican su vida al mar, especialmente a aquellos que
un día salieron y no regresaron.
Coordenadas
de situación del puerto de Cangas de Morrazo: 42.260245, -8.783788
Hemos
tomado prestado (y también lo hemos modificado “ligeramente”)
este plano del puerto de Cangas de: http://www.guianauticadegalicia.com/es/puerto-de-cangas-do-morrazo.html
A
primera hora de una mañana de verano nos
disponemos a iniciar la visita. Estamos en la llamada Rúa Peirao de
Ojea, aquí detrás está el edificio del Ayuntamiento de Cangas.
También estamos muy cerca del Paseo Marítimo. A nuestra izquierda,
la Playa de Rodeira. Estamos justo aquí: 42.262808, -8.779698
Con
el puerto de Cangas de fondo, nos fijamos en esta estatua de la roca,
la escultura
se
llama
“O
Galeón”,
en
granito y bronce. Se hizo como homenaje a los
trabajadores y como símbolo del mar, en palabras de su autor, D.
Manuel Coia. La parte de piedra representa una figura femenina y en
bronce, en la parte superior, vemos una sirena y dos pequeños
delfines a los lados.
Echamos
a andar junto a la barandilla.
Llegamos
al lugar donde está este pequeño muelle.
Unos
metros más adelante, ya en el Paseo Marítimo divisamos un pantalán
para pequeñas embarcaciones.
Detrás
del pantalán asoma el extremo del dique escollera que protege el
puerto. Y de fondo, en la otra ribera de la ría, la ciudad de Vigo.
Según
caminamos el paseo marítimo va girando hacia la izquierda para
dirigirse al muelle de los barcos de pasaje, los que hacen las
travesías hacia Vigo y hacia las Islas Cíes.
A
nuestra derecha están los llamados Xardíns do Señal. Allí destaca
la Capela
do Hospital, pegada al paseo.
La
información que sigue, en
cursiva,
sobre la interesante historia de la capilla, la hemos tomado de: http://patrimoniogalego.net/index.php/6007/2011/09/capela-do-hospital/:
La
capilla formaba parte en un principio de un hospital para pobres y
peregrinos, en la calle llamada por este motivo “do hospital” de
Cangas. Fue mandada construir por Fernando de Nogueira y Araujo en
1711, según consta en un epígrafe en la portada. Tiene una sencilla
planta rectangular, con una sola nave, y cubierta de madera.
La
portada, de arco redondo, está flanqueada por columnas adosadas, de
fuste acanalado y capitel jónico, que sostienen un entablamiento y
un frontón de tímpano muy apuntado, que contiene una magnífica
piedra armera con el blasón familiar del fundador. No es el único
aspecto en el que se combinan elementos de la arquitectura religiosa
con la hdalga, pues la capilla tiene, por el exterior, un remate
almenado, a modo de pequeña torre, y gárgolas en forma de cañón,
que le confieren al conjunto un aspecto de una pequeña fortaleza.
Coronando la portada se yergue una espadaña con dos arcos, rematado
con piramidones y una cruz.
La
capilla fue desmontada de su lugar original, la rúa do Hospital, en
los años 60, con la promesa de reconstruirla en un lugar cercano. La
promesa no se cumplió y las piedras de la capilla permanecieron
esparcidas y abandonadas durante más de treinta años. Un grupo de
vecinos consiguió por fin la reconstrucción de la misma en el lugar
donde hoy se encuentra, cerca de su ubicación original y también al
lado del mar. Hoy, la capilla funciona como local de exposiciones
gestionado por el municipio de Cangas.
Continuamos
por el paseo marítimo. Por momentos se nubla o sale el sol.
Nos
dirigimos al muelle de los barcos de pasaje.
Muelle
de los barcos de pasaje. Un catamarán está a punto de salir. Además
de las lineas Cangas-Vigo, ahora que es verano tiene mucha afluencia
de público la línea que lleva a las Islas Cíes.
Desde
el muelle divisamos la parte del paseo marítimo ya recorrida y
distinguimos, en el centro, algo a la izquierda, la Capela do
Hospital.
Desde
el lado contrario a la parte donde atracan los barcos de pasaje
miramos ya hacia el puerto deportivo, que dispone de seis pantalanes,
que se alinean paralelos a la linea de costa (no sabemos si esto está
bien dicho en términos náuticos, pero esperamos que se entienda).
Ahora
desde el siguiente muelle, el situado entre el puerto deportivo y el
pesquero. Mirando hacia el puerto deportivo.
Llegamos
a la cabecera de este muelle.
Damos
la vuelta por la cabecera de este muelle para “doblar la esquina”
y mirar al puerto pesquero. Vemos el dique escollera que protege el
puerto, también la rampa y el espacio para reparaciones.
Ahora
ya vamos viendo las embarcaciones del puerto pesquero, repartidas en
sus dos pantalanes, que se alinean perpendiculares a la linea de
costa.
Al
fondo, la playa de Rodeira. También vemos la punta del dique
escollera, con su baliza.
Llegamos
al espigón escollera, parte del dique de abrigo que protege el
puerto. Mide unos 300 metros. Caminamos.
Vemos
asomar la antigua fábrica conservera de Massó, tramo del litoral de
Cangas que hemos recorrido en nuestro capítulo anterior (Click Aquí).
Vamos
a llegar a la “esquina”, donde empieza la parte del dique
escollera.
Aquí,
a la izquierda está la rampa y el espacio dedicado a las
reparaciones.
Desde
aquí divisamos, en primer plano, la punta del muelle que daba
servicio a la fábrica de conservas de Massó. Detrás, el muelle de
A Congorza, hoy en estado ruinoso, que pertenecía a la factoría
ballenera de Massó. Y, al fondo, a la izquierda, apenas se distingue
el faro de A Borneira.
Continuamos
ahora por el dique escollera, que mide 260 metros.
La
playa de Rodeira, una vez más.
Un
barco de pasaje sale de puerto.
Este
parece que se dirige a Vigo.
Los
pantalanes del puerto pesquero.
El
muelle central, que separa el puerto deportivo del pesquero.
Desde
aquí divisamos, a la derecha, la Capela do Hospital y el primer
pantalán que hemos visto, al inicio.
Casi
vamos a llegar a la punta, conde está la baliza que guía a las
embarcaciones.
La
parte del puerto deportivo.
Llegamos
a la baliza. Hemos de regresar.
Dada
la frecuencia de salida de los barcos que cruzan la ría, Cangas-Vigo
o Vigo-Cangas, ocurre que tres de ellos coinciden en esta imagen, dos
regresan a Cangas y el otro va hacia Vigo.
Al
volver, vemos el puerto pesquero y los edificios de esta parte del
casco urbano.
Comentarios
Publicar un comentario