Hoy
estamos en tierras del municipio de Porto do Son, en la margen sur de
la Ría de Muros y Noia. Visitamos en una luminosa mañana de mayo el
famoso Castro de Baroña, asentamiento fortificado de la Edad del
Hierro que fue abandonado en el siglo I d. C. A su importancia como
enclave arqueológico se une su ubicación, en una península rocosa
al borde de espectaculares acantilados, lo que hace inolvidable el
paso por este lugar.
Click Aquí para ver nuestras visitas anteriores a Porto do Son.
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Coordenadas
de situación del Castro de Baroña: 42.694451, -9.031404
Comenzamos
situando el Castro de Baroña en el mapa.
Centro
de información del Castro de Baroña. Estamos justo aquí: 42.694793, -9.024688
Hay
unos 300 metros de agradable paseo por el bosque.
A
la izquierda, la playa de Arealonga (Click Aquí para ver nuestra visita a Arealonga).
El
Castro de Baroña.
Panel
informativo.
Texto:
Desde
este punto, puedes contemplar el Castro de Baroña, un asentamiento
fortificado de la Edad del Hierro que fue abandonado durante el siglo
I d. C.
El
poblado, muy afectado por la erosión del mar, fue construido sobre
una península rocosa que conserva los restos de viviendas aunque
también había estancias dedicadas a talleres o almacenes.
Está
protegido por varias líneas de muralla. La primera está precedida
por un foso excavado en la roca y la segunda conserva dos fases
constructivas: una muralla interior escalonada, reforzada
posteriormente con una línea exterior adelantada sobre la puerta de
acceso.
1.
Foso defensivo.
2.
Primera muralla.
3.
Refuerzo exterior.
4.
Segunda muralla.
5.
Puerta.
6.
Recintos habitados.
7.
Acrópolis.
A
la derecha asoma el imponente Monte Louro, en la otra margen de la
ría. Click Aquí para ver nuestra visita al Monte Louro.
Foso
defensivo y primera muralla.
Puerta
de entrada.
Subimos
a lo alto de la segunda muralla.
La
parte más gruesa es la segunda muralla y, a la derecha, el refuerzo
exterior.
Acceso
al segundo recinto habitado, el más próximo a la acrópolis.
Este
sendero rodea el segundo recinto habitado y se dirige a la parte de
la acrópolis.
Vamos
rodeando el macizo rocoso.
Desde
aquí arriba, en lo alto de la acrópolis, vemos otra vez la playa de
Arealonga, asomando a la izquierda.
Allá
abajo está el primer recinto habitado, el más cercano a la puerta
de acceso.
Ya
estamos en la parte habitada más próxima a la entrada.
Después
de este paseo sobre la muralla, salimos del recinto y descendemos a
la arena. Con marea baja se llega a la playa de Arealonga.
Como
hemos indicado, con marea baja se llega al arenal de Arealonga. Hoy
no va a poder ser, por lo que regresamos.
Fin.
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