La
Fachada de la Azabachería es la primera visión que tienen los
peregrinos de la Catedral, si exceptuamos el glorioso momento del
Monte do Gozo. Se trata de la parte norte, la más antigua, en esta
parte pervive la Iglesia de la Corticela, de origen prerrománico,
hoy capilla de la Catedral y también parroquia. Estamos en la Plaza
de la Inmaculada, también llamada de la Azabachería, el nombre
viene de que aquí se situaban los talleres dedicados al azabache.
La
fachada actual se levantó entre 1757 y 1770, estilo entre barroco y
neoclásico, se construyó a raíz de un incendio, sustituyendo a la
llamada Puerta del Paraíso medieval, muchas de cuyas piezas
originales están hoy situadas en la fachada de Platerías, portada
sur. En la Azabachería destacan, en el cuerpo inferior, dos escudos
arzobispales, el cuerpo superior, con la imagen de la Fe con los ojos
vendados y, ya en el frontón, la figura de Santiago, acompañado de
los reyes Ordoño II y Alfonso III. También veremos trofeos
militares y figuras de atlantes.
Descendemos por la Rúa Azabachería, divisamos, enfrente el Palacio Episcopal y el pasaje que nos lleva al Obradoiro. Asoma la torre de la Carraca, y, tímidamente, la fachada de la Azabachería.
Descendemos por la Rúa Azabachería, divisamos, enfrente el Palacio Episcopal y el pasaje que nos lleva al Obradoiro. Asoma la torre de la Carraca, y, tímidamente, la fachada de la Azabachería.
Según
caminamos, a nuestra derecha, completando la Plaza de la Inmaculada,
la impresionante fachada del Monasterio de San Martín/Martiño
Pinario.
A
nuestra izquierda, la Catedral.
Unos
pasos más adelante, doblamos a la izquierda y vemos la Corticela y,
detrás, la Torre del Reloj, también conocida como Berenguela.
Nos
situamos junto a la fachada de San Martín/Martiño Pinario para ver
la fachada de la Azabachería.
Parte
inferior, las dos puertas de acceso al interior y los dos escudos
arzobispales.
En
el cuerpo superior, la imagen de la Fe con los ojos vendados.
El
frontón, detrás, imponente, el cimborrio.
Figuras
de atlantes.
A
la izquierda, trofeos militares.
En
la cima del frontón, la figura del Apóstol, acompañado por los
reyes Ordoño II y Alfonso III.
Después
de ver la Azabachería nos cobijamos debajo de ella para ver desde
aquí la Plaza de la Inmaculada y la fachada de San Marín/Martiño
Pinario a la que, como no puede ser de otra forma, dedicaremos un
capítulo especial en el futuro, esperamos no muy lejano.
En
el siguiente capítulo nos trasladamos a la Plaza de la Quintana, no
muy lejos de aquí, para seguir deleitándonos en la contemplación
de las plazas y fachadas de la Catedral de Compostela.
Continuará.
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