Hoy
nos acercamos a esta joya del conjunto de templos prerrománicos de
Galicia. San Xes (Ginés) de Francelos está a unos 2 kilómetros del
centro de la villa de Ribadavia, en plena comarca de O Ribeiro.
Recorremos esta distancia por el paseo que bordea el río Avia, desde
el puente de San Francisco, hasta donde el Avia encuentra al Miño.
El camino continúa río Miño abajo hasta llegar al núcleo de
Francelos.
Existen
distintas opiniones acerca de la datación del templo, por lo que
ésta se establece entre los siglos VII al X. Destaca la portada
principal, también con opiniones diversas en cuanto a su origen
(romano, visigodo, asturiano o mozárabe), con arco de herradura,
columnas con capiteles vegetales, los cuales se prolongan en dos
relieves que representan la entrada de Jesús en Jerusalén. Junto a
uno de los dos relieves destaca aún más la extraordinaria celosía.
Capitel,
relieve, celosía.
Coordenadas
de situación de Ribadavia en Galicia. Amplíe el mapa y llegará al
inicio de nuestra ruta de hoy: 42.290248, -8.141903
Nota:
Los textos que figuran en cursiva, referidos al monumento, han
sido extraídos del trabajo titulado Igrexas dos mosteiros e
conventos de Galicia. Descrición gráfica das declaradas
monumento. Fue realizado por el Departamento de Representación e
Teoría Arquitectónicas de la Universidade da Coruña, auspiciado
por la Consellería de Cultura e Turismo de la Xunta de Galicia, a
través de la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural.
Se
trata de un extraordinario esfuerzo realizado por un numeroso equipo
de profesores y alumnos, bajo la dirección de los profesores D. José
Antonio Franco Taboada y D. Santiago B. Tarrío Carrodeguas. La parte
del trabajo referida a San Xes de Francelos figura en las páginas
205 a 209. La traducción de los textos, originalmente en lengua
gallega, ha sido realizada por el humilde redactor de este blog.
Estamos
en el Puente de San Francisco, que cruza el río Avia. Miramos río
abajo el camino que vamos a tomar en breve.
Desde
el puente, río arriba.
Divisamos
entre los tejados de los edificios del casco histórico de Ribadavia
las torres de dos iglesias románicas, San
Xoán (Click Aquí para ver nuestra visita a San Xoán) y
Santiago (Clck Aquí para ver nuestra visita a la iglesia de Santiago).
Iglesia
del Convento de San Francisco, en la otra margen del río.
Antes
de bajar al nivel del río observamos el sendero o paseo que vamos a
recorrer.
Ya
estamos sobre el sendero, o paseo, se trata de la Rúa Extramuros.
Nos disponemos a cruzar el arco del puente.
Cruzamos
el arco del puente. Caminamos.
El
Convento de San Francisco desde aquí.
El
puente del ferrocarril.
El
puente de San Francisco queda atrás.
Vamos
a pasar por debajo del puente del ferrocarril. El sendero gira a la
derecha.
Una
vez pasado el puente, a pocos metros nos encontramos este molino.
El
río baja algo escaso de caudal, mes de octubre. Hemos caminado
apenas 300 metros. Estamos aquí: 42.287932, -8.140778
Vamos
a ver ahora el río y el molino en otra fecha, finales del marzo. El
caudal ha aumentado considerablemente. Estamos en la otra margen del
río. El molino apenas se distingue a la izquierda en esta imagen.
Nos
fijamos atentamente en los tres huecos por donde desagua el molino,
en comparación con la imagen ya vista desde la otra margen.
Volvamos
al paseo. Divisamos ahora desde el entorno del molino un puente
peatonal, situado a escasos 100 metros.
Desde
el puente. Río abajo. Octubre.
Marzo.
Río
arriba. Octubre.
El
molino.
Marzo.
Bajamos
del puente y volvemos al sendero para continuar el agradable paseo.
Casi
llegamos al punto en el que el Avia se une al Miño.
Unos
metros más adelante vemos esta pequeña playa fluvial. Hemos
recorrido unos 700 metros desde donde estaba el molino. A la
izquierda, el Avia cede sus aguas al Miño, que llega pasando por
debajo del puente de la imagen, procedente del embalse de Castrelo de
Miño. Estamos
justo aquí: 42.280641, -8.144041
La
playita y el Miño, que ya toma una anchura considerable.
Vamos
ahora a dar un salto hasta el puente sobre el Miño. Aquel día de
marzo en que el Avia bajaba bastante lleno. También el Miño lo
hacía, claro. Desde el puente miramos río arriba.
A
un kilómetro y medio aguas arriba la Presa de Castrelo suelta
bastante agua.
Volvemos
al puente. Vista río abajo.
A
la derecha, el lugar donde está la playita, en este día cubierta
por las aguas.
Desde
aquí divisamos el núcleo urbano de Francelos.
Volvemos
ahora al sendero. Allá queda el puente.
Caminamos
tranquilamente junto al río.
A
la derecha vemos viñedos. Estamos en plena comarca de O Ribeiro,
famosa por sus excelsos caldos.
Hemos
recorrido unos 900 metros desde la mencionada playita. Nos
desviamos a la derecha por este camino para ir hacia la iglesia.
Estamos
justo aquí: 42.275595, -8.153222
El
sendero sigue, junto al Miño.
Después
de caminar unos 450 metros desde el desvío llegamos, por fin, a la
iglesia de San Xes de Francelos. Aquí: 42.276645, -8.155674
Nota:
Como se ha señalado más arriba, los textos que figuran en
cursiva, referidos al monumento, han sido extraídos del trabajo
titulado Igrexas dos mosteiros e conventos de Galicia.
Descrición gráfica das declaradas monumento.
La
iglesia, único resto que se conserva del primitivo monasterio, está
formada por un recinto rectangular en el que se integran la nave y el
presbiterio, cubierto con una techumbre de madera a dos aguas.
Delante del soportal se construyó recientemente otro soportal de
madera y de cristal que se apoya en la fachada y en dos
grandes pilares de piedra ya existentes, aunque son posteriores a la
fábrica principal. En el interior destaca un nicho semicircular con
un sogueado, situado en el lado de la Epístola. o del muro sur.
Fachada
este, cabecera de la iglesia.
Un
documento del 26 de diciembre del año 993 recoge que el confeso
Gundulfo era preboste en el monasterio de Francelos:
gundulfus confessus qui tunc prepositus in mosteiro
Francellos. En el año
1156, aún con la advocación de Santa María, el emperador Alfonso
VII lo adjudicó al Cabildo de Tui. Los estudiosos difieren en la
datación y, por lo tanto, en el origen estilístico de este templo,
con un abanico temporal que abarca desde el siglo VII al X. En todo
caso, no parece que la fábrica actual sea la original, incluso se
llegó a decir que la fachada actual fue en realidad el arco triunfal
de la primitiva iglesia.
El
resto de las fachadas apenas ofrece interés. En las fachadas
laterales se aprecian claramente dos tipos de fábrica de piedra, una
cachotería más o menos regular hasta aproximadamente dos tercios de
su altura y otra irregular, casi de mampostería, a partir de ésta.
En la fachada sur se abre únicamente una pequeña saetera rematada
en un arquito.
Fachada
sur.
Saetera.
En
la fachada norte se abre una puerta adintelada y en la esquina
noroeste de ésta aparece un gran perpiaño horizontal con una
decoración formada por una doble soga alrededor de un baquetón, que
podría indicar una primitiva decoración del templo de mucha mayor
entidad de la que hoy puede apreciarse.
La
fachada principal constituye la parte más importante y, desde
luego, la más antigua, de la iglesia actual. Para Manuel Núñez, se
trata de la suma de los restos de los restos del antiguo ábside de
la fábrica original, de tal forma que la portada constituiría el
arco triunfal y la celosía situada a su derecha, la ventana del
testero del primitivo ábside de forma rectangular, a la manera de
Quintanilla de las Viñas.
La
portada fue primitivamente un arco de herradura, de aspecto visigodo,
cuya forma puede apreciarse perfectamente a pesar de que fue
adintelada y cegada. El actual dintel carga sobre los capiteles de
las columnas con bases sobre plinto que sostenían el arco.
Los
fustes estaban decorados y aun se aprecia la decoración del de la
izquierda, que podría ser una rama de vid o una hiedra. Los
capiteles están decorados también con sencillos motivos vegetales,
de hojas superpuestas.
Estos
capiteles prolongan sus molduras rectangulares superiores hacia los
lados para albergar dos extraordinarios relieves que podrían
representar, los dos, la entrada de Jesús, recibido con palmas, en
Jerusalén. Podrían considerarse simétricos si no fuese porque el
de la izquierda tiene un único personaje con palmas y el de la
derecha dos. Otras interpretaciones señalan que uno de los relieves
podría representar la huida a Egipto, aunque parece menos plausible,
debido a las palmas que portan los personajes.
No
obstante el interés del conjunto que forma la portada propiamente
dicha, la pieza más espectacular de la fachada la constituye la
extraordinaria celosía situada en su parte derecha, en la línea de
otras similares del arte asturiano como la de Las Segadas y la de San
Salvador de Priesca.
Pero
eso en cuanto al motivo de dos círculos alveolares que constituyen
el centro de la composición, coronados por tres arquitos de
herradura que se podrían considerar de inspiración mozárabe y
rodeado de otros calados más pequeños. Rodea el conjunto calado una
baqueta, a continuación viene una moldura con un gran sogueado,
luego un motivo vegetal, menos en la parte inferior, le sigue otro
con pares de aves enfrentadas, pero sólo en la parte correspondiente
al arco de medio punto, y se termina el conjunto con otra fina
baqueta.
Diversos
motivos que hicieron a los estudiosos considerar hipótesis tan
diversas como orígenes romanos, visigodos, asturianos o mozárabes
para el conjunto formado por la portada y la celosía.
Tomamos
la siguiente imagen del interior desde la ventana situada en la parte
izquierda de la fachada principal, en el exterior, dado que no nos
fue posible entrar en la iglesia.
En
el interior destaca un nicho semicircular con un sogueado, situado en
el lado de la Epístola. o del muro sur (junto
a la ventana saetera, a la derecha de la imagen). La imagen de
San Xes de Francelos se sitúa en el centro del retablo.
Magnífico trabajo, en cuanto pueda allí estaré. Muchísimas gracias.
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