El
Museo das Peregrinacións e de Santiago ubica su sede expositiva en
la Plaza de Platerías, al lado de la Catedral. En las cuatro plantas
del museo haremos un
apasionante recorrido a través de las
tres grandes áreas temáticas sobre
las que gira la extraordinaria colección que posee: La
peregrinación como fenómeno universal;
La
peregrinación y el Camino de Santiago
y el Nacimiento
y evolución de la ciudad de Santiago de Compostela.
Llegamos
ya al final de esta serie.
Después
de ver en los capítulos anteriores los
diferentes tipos que se fueron generando para representar a Santiago,
como Apóstol, Peregrino y Caballero, conocer
a peregrinos ilustres y
los
principales símbolos jacobeos – venera y cruz de Santiago –,
termina
la visita en esta planta con singulares producciones artísticas que
nos hablan de la presencia de Santiago en el mundo. Destaca el
especial arraigo que tuvo en América el culto al Apóstol.
Esclavina.
Posible
escuela cuzqueña. Plata repujada y cincelada. 1791.
Click Aquí para ver los capítulos dedicados a la Planta Baja.
Click Aquí para ver los capítulos dedicados a la Planta 1.
Click Aquí para ver los capítulos dedicados a la Planta 2.
Click Aquí para ver el capítulo dedicado a la Planta 3.
Click Aquí para ver los capítulos dedicados a la Planta Baja.
Click Aquí para ver los capítulos dedicados a la Planta 1.
Click Aquí para ver los capítulos dedicados a la Planta 2.
Click Aquí para ver el capítulo dedicado a la Planta 3.
Coordenadas
de situación del Museo de las Peregrinaciones en la Plaza de
Platerías, Santiago de Compostela: 42.879907, -8.544134
Nota.
Los textos que figuran en cursiva son aquellos que describen
las piezas y obras del museo, así como los diferentes textos
explicativos que iremos viendo. En este capítulo también irán en
cursiva los textos que hemos extraído del folleto informativo
que se facilita al visitante.
Plano
de la primera planta, extraído del citado folleto informativo. La
parte que está en color negro es la dedicada a la exposición
permanente del Museo. Hay tres espacios diferenciados: la gran sala,
a la derecha; y otros dos espacios, parte superior izquierda y parte
central izquierda. En la parte inferior, la sala dedicada a
exposiciones temporales. Destacamos en rojo la parte de esta planta
primera que vamos a ver en este capítulo.
A
continuación, unos párrafos procedentes también del susodicho
folleto. Se resumen los contenidos de esta planta, dentro de la
segunda gran área temática del Museo, La peregrinación y el
Camino de Santiago, en la que se engloba también parte de la
Planta Baja:
En
la primera planta se destaca la importancia de la literatura y de la
música de la peregrinación como lenguaje universal de los
peregrinos. A continuación reciben una referencia especial los
principales símbolos jacobeos – venera y cruz de Santiago – con
una selecta representación de bienes culturales que explican su
origen y su uso, tanto simbólico como decorativo.
El
espacio central en esta planta, se dedica a los diferentes tipos que
se fueron generando para representar a Santiago, como Apóstol,
Peregrino y Caballero. Nos introducimos así en la iconografía
jacobea, de la que se expone una pequeña selección de los fondos
con que cuenta el museo. Entre las numerosas obras de pintura,
escultura, tejidos, grabado, etc., destacan las tablas de Juan de
Flandes y Juan de Juanes (siglo XVI).
Termina
la visita en esta planta con singulares producciones artísticas que
nos hablan de la presencia de Santiago en el mundo, tanto en España
como en el resto de Europa. Destaca el especial arraigo que tuvo en
América el culto al Apóstol.
Pasamos
pues
a la pequeña sala que nos queda por ver, dedicada
como hemos indicado, a la
presencia de Santiago en el mundo. Desde
el espacio que separa la gran sala de esta otra que nos disponemos a
ver, observamos la pequeña estancia en la que veíamos los
instrumentos musicales medievales, en
la Parte 1 de esta serie (Click Aquí).
Y
unos pasos más adelante, ya desde la sala en la que nos vamos a
centrar ahora, podemos observar la obra Ultreia, que estaba al
lado de la sala de los instrumentos medievales.
Nos
damos la vuelta y ante nosotros aparece la parte de la planta primera del Museo objeto de
nuestro capítulo de hoy. Vistas generales.
Desde
esta parte vemos, a la izquierda, la sala principal de donde venimos,
objeto de los capítulos anteriores de esta serie, y, a la derecha,
la obra Ultreia, a la que nos hemos referido. En la parte
superior izquierda de la imagen vemos asomar la Planta 2 del Museo,
que también esconde maravillas.
Comenzamos
con este primer expositor central, de las dos que hay, en el que se
encuentran, junto a la estatua de Santiago peregrino, dos textos y
una imagen, impresos en el propio expositor.
Texto
principal:
Santiago
en Europa.
La
noticia del descubrimiento de la tumba apostólica y el intento de
vincularlo con Carlomagno contribuirían a difundir el culto a
Santiago en Europa. Escritos próximos a la fecha del descubrimiento
(Martirologios de Floro y de Adón) darán a conocer en la sociedad
europea anterior al “año mil” la existencia de la tumba y del
culto que recibe en Compostela. En el siglo XI se consolidan las
rutas de peregrinación desde Europa.
Nacen
instituciones de apoyo al peregrino como las cofradías para
organizar peregrinaciones y atender establecimientos de acogida. El
caso de la Confrerie de Saint—Jacques de París en 1315 es un buen
ejemplo. Son incontables las evidencias del papel que jugó el culto
a Santiago y la peregrinación en la configuración de Europa.
Imagen
impresa en el expositor.
Tour
Saint-Jacques.
París,
principios del s. XVI.
El
otro texto al que nos hemos referido, situado sobre la imagen de la
torre:
La
expansión del culto a Santiago arraigó de manera muy profunda en
Europa sobre todo en los territorios correspondientes a las actuales
Alemania y Francia, con muchas iglesias dedicadas a Santiago y gran
variedad de representaciones del Apóstol, algunas con variantes
locales, como es el caso de esta escultura bávara, que porta un
rábano.
La
estatua aludida.
Santiago
peregrino.
Felizian
Hegenauer. Madera tallada y policromada. Baviera (Alemania), 1730.
Pasamos
ahora a la pequeña vitrina situada al lado de la estatua, a la
derecha. Contiene dos piezas u obras.
Santiago
peregrino.
Posible
taller portugués. Alabastro tallado. Segunda mitad del s. XVI.
Campanilla
con Santiago sedente.
Escuela
flamenca. Bronce fundido a molde. Malinas (Bélgica), 1557.
Sobre
la vitrina se encuentra esta obra, enmarcada en un cuadro.
Wappen
des Abts des Schotten Klosters zu S. Jakob in Wirdburg.
Anónimo
alemán. Impresión calcográfica coloreada sobre papel. Alemania.
1799.
Continuando
el recorrido por esta isla expositor central, a la derecha de la
vitrina anterior está esta otra vitrina, que contiene tres obras.
Sello
de la Cofradía de Santiago de París.
Vaciado
en resina. Original: 1319-1324. Donación M. J. Justo Martín.
S.
Iacobus.
Anton
Wierix. Impresión calcográfica sobre papel. Bruselas. Finales del
s. XVI.
S.
Iacobus Maior.
Dibujante:
A. Van Dyck. Grabador: Cornelius Galle. Impresor: Cornelius van
Cuakercken. Impresión calcográfica sobre papel. Flandes (Bélgica),
mediados del s. XVII.
Doblando
la esquina de este primer expositor central, terminamos con estas dos
obras (un poco borrosa la imagen, disculpas).
Obra
de la izquierda.
Bataglia
del re tessi e del re tinta Festa rapresentata d’Arno il di XXV di
Luglio 1619.
Jacques
Callot. Impresión calcográfica sobre papel. 1619.
Santiago
en la Batalla de Clavijo.
Grabador:
Charles Canivet. Editor: L’Imagerie Pellerin. Impresión
Xilográfica sobre papel. 1820-1840.
Pasamos
al otro expositor central, separado por escasos centímetros del
anterior. También tiene unos textos de introducción, impresos sobre
el mismo expositor, acompañados de una ilustración. Hay tres
vitrinas que iremos viendo.
Texto
principal:
Santiago
en América.
La
figura de Santiago, que se venía utilizando por la monarquía como
símbolo unidad política y religiosa de España, tendrá un papel
importante en la conquista y colonización después del
descubrimiento en 1492. El ardor que los soldados cristianos
desplegaron contra la presencia musulmana, se pondrá ahora en
funcionamiento en estos territorios.
Tanto
los conquistadores como los evangelizadores utilizaron la figura de
Santiago caballero como aliado en la búsqueda de sus objetivos. El
nombre del Apóstol fue el escogido para denominar numerosas
entidades de población en toda América. Se cuentan por cientos los
lugares que conservan o han utilizado el nombre de Santiago, de modo
especial en México. Todavía existen muchas manifestaciones
coloristas para celebrar la festividad de Santiago.
El
emblema de esta sala.
También
podemos leer este otro texto:
En
el área hispanoamericana la figura de Santiago se asimiló a
diferentes deidades autóctonas relacionadas con las fuerzas de la
naturaleza, como los relámpagos, los truenos o las lluvias
torrenciales. Este sincretismo hace que en el siglo XIX los
independentistas tomen a Santiago como defensor de los derechos
indígenas contra los antiguos conquistadores.
Ilustración.
Nova
Hispania et Nova Galicia.
Willem
Janszoon Bleau, Ámsterdam, 1635.
Ahora
nos fijamos en la obra que está en el interior de la vitrina situada
al lado de los textos e ilustración.
Santiago
“mataespañoles”.
Talleres
de Cuzco. Plata cincelada. Perú, segundo tercio del s. XIX.
Segunda
de las tres vitrinas.
Obra
de la parte inferior.
Exvoto
de Jose Kempis de Tenextepango.
Taller
mejicano. Óleo sobre hojalata. 1943.
Exvoto
de Macaria Sandoval de Tenextepango.
Taller
mejicano. Óleo sobre hojalata. 1943.
La
tercera de las vitrinas.
Esclavina.
Posible
escuela cuzqueña. Plata repujada y cincelada. 1791.
Una
vez que hemos visto los
dos expositores centrales, pasamos ahora a las paredes de la sala.
Comenzamos
por esta gran ilustración.
Globo
terráqueo (facsímil). Martin Behaim’s, 1492. Erdapfel/Greaves &
Thomas (Londres).
A
la izquierda de la ilustración del globo terráqueo hay un texto,
impreso en la misma pared. Pareciera ser la presentación general
para esta sala:
Santiago
en el mundo.
La
amplísima dispersión del culto a Santiago se debe a distintos
factores. La importancia que adquiere el culto a los apóstoles
y mártires, tenidos por los cristianos como pilares que sustentan la
fe cristiana, otorgó al descubrimiento del cuerpo de Santiago una
trascendencia especial por ser unos de los discípulos más próximos
a Cristo.
Por
otro lado, dado el interés que tuvieron las peregrinaciones a
santuarios y el culto a las reliquias en la sociedad medieval, la
aparición del cuerpo del Apóstol en los albores del siglo IX en los
territorios más alejados de Europa, incentivó a muchos fieles a
peregrinar a su tumba sin importar su lugar de residencia y a orar
ante las reliquias surgiendo un entramado de vías de comunicación
por las que se difundió el culto a Santiago.
Igualmente
la expansión internacional de la cultura y de la tradición hispanas
con los descubrimientos protagonizados principalmente por Castilla y
Portugal, llevará el culto a Santiago a los cinco continentes.
Muchos de los asentamientos coloniales fundados fueron levantados
bajo la protección del apóstol Santiago.
Sobre
este texto y la ilustración del globo terráqueo se sitúa una
estatua, en un plano bastante elevado.
Santiago
peregrino.
Escuela
italiana. Mármol tallado y restos de policromía. Primer cuarto del
siglo XVII.
En
esta misma pared, al otro lado de la ilustración, dos obras
acompañadas de un texto.
Texto:
Santiago
en España.
La
tradición mantiene la existencia de un culto muy antiguo a Santiago
en la península. De hecho defiende la cristianización de Hispania
por el hijo de Zebedeo. Es posible que la iglesia visigoda reservase
un papel destacado al Apóstol que pasaría al reino astur. Ello
explicaría la importancia otorgada a Santiago como “cabeza
refulgente y dorada de Hispania”, como recoge el himno O
Dei Verbum en torno al año 785.
El
descubrimiento del sepulcro y la peregrinación dieron lugar al
nacimiento de iglesias, capillas y establecimientos de acogida en
honor a Santiago lo que, sumado a la actividad bélica en contra del
Islam, contribuyó a la expansión de su culto por España y
Portugal, en la que jugó un destacado papel la Orden de Caballería
de Santiago.
Santiago
peregrino.
Escuela
navarra. Madera tallada y policromada. Roncesvalles (Navarra). S.
XV-XVI.
Santiago
peregrino.
Bernardo
Lorente Germán. Óleo sobre lienzo. Primera mitad del s. XVIII.
Formando
ángulo con la pared anterior, comenzamos con la siguiente, en esta
parte cubierta por una vitrina, que contiene dos obras, o figuras.
Descripción
de la obra de mayor tamaño y texto explicativo:
Sombrero
y cinturón-caballo para la danza de Santiago de Cuetzalán.
Artesanía
de Cuetzalán (México). Paja, espejos, estaño y fibra de vidrio.
1992.
A
partir de la conquista, la simbiosis entre los cultos indígenas y el
catolicismo fue tan profunda que arraigó incluso en las
celebraciones festivas. Los bailarines de la danza religiosa
“Santiagos” de la fiesta “Apóstol Santiago Caballero”,
también llamada “De Conquista”, utilizan sombreros y cinturones
como estos. Esta festividad se difundió por toda América arraigando
especialmente en México y Centroamérica con variados nombres
locales.
Ahora
seguimos con la obra de menor tamaño.
Patrón
Santiago.
Georgina
Dueñas de Mendívil, Hilario Mendívil. Tela, escayola y pintura.
Cuzco (Perú), 1992.
Al
lado de la vitrina, el siguiente cuadro.
Santiago
mataindios.
Anónimo
peruano. Óleo sobre lienzo. Último cuarto del s. XIX.
Al
lado de la obra anterior vemos estas otras dos, formando ángulo. Con
ellas concluye la visita a esta sala y a la Planta 1.
Santiago
matamoros.
Escuela
colonial. Óleo sobre lienzo. S. XVIII.
Crucifixión
con gloria, santos y ángeles.
Francisco
Antonio Vallejo. Óleo sobre lienzo. México, 1778.
Aquí
concluye nuestro recorrido por la primera planta del Museo.
Click Aquí para ver la Parte 1.
Click Aquí para ver la Parte 2: Santiago apóstol.
Click Aquí para ver la Parte 3: Santiago peregrino.
Click Aquí para ver la Parte 4: Santiago caballero.
Click Aquí para ver la Parte 5: Los símbolos jacobeos.
Click Aquí para ver la Parte 1.
Click Aquí para ver la Parte 2: Santiago apóstol.
Click Aquí para ver la Parte 3: Santiago peregrino.
Click Aquí para ver la Parte 4: Santiago caballero.
Click Aquí para ver la Parte 5: Los símbolos jacobeos.
Nada mejor que el teide ya que es uno de los mejores y más importantes lugares que nos pueden interesar y sobre todo tener aspectos mejores que más nos gusten.
ResponderEliminar